Presenta:

Reinventa tu menú con esta receta de pastel de queso salado espectacular

Receta de pastel de queso salado fácil y sabroso, ideal para sorprender en comidas familiares o reuniones con un toque diferente.

Receta de pastel de queso salado para sorprender en almuerzos y cenas.

Receta de pastel de queso salado para sorprender en almuerzos y cenas.

Shutterstock

Esta receta de pastel de queso salado es perfecta para quienes buscan una opción diferente, práctica y sabrosa para compartir en reuniones, almuerzos o cenas ligeras. Con ingredientes sencillos y pasos fáciles de seguir, obtendrás un resultado cremoso y lleno de sabor que sorprenderá a todos tus invitados.

El pastel de queso salado es una preparación versátil que combina lo mejor de la repostería con un giro inesperado: el queso como protagonista en una versión salada. A diferencia del cheesecake tradicional, que solemos asociar con postres dulces y suaves, esta preparación aprovecha la textura cremosa del queso crema y la potencia de quesos más intensos como el parmesano o el cheddar para lograr un plato sabroso y original.

Es una excelente opción para quienes disfrutan de experimentar en la cocina, ya que admite muchísimas variaciones. Puedes prepararlo con hierbas frescas como perejil o cebollín, añadir vegetales como espinacas, calabacín o pimientos, o incluso incorporar jamón, panceta o pollo desmenuzado para hacerlo más sustancioso. Su textura es suave y cremosa por dentro, con una superficie dorada que lo hace irresistible.

Además, el pastel de queso salado puede servirse tanto frío como caliente, lo que lo convierte en una preparación muy adaptable. Es ideal como plato principal acompañado de una ensalada fresca, como entrada en un menú especial o incluso en un brunch. Prepararlo no requiere técnicas complicadas, y en poco tiempo tendrás un resultado elegante y delicioso que gustará tanto a grandes como a chicos.

Prueba una deliciosa porción de pastel de queso.
La receta de pastel de queso salado es menos conocida que la versión dulce, pero tiene orígenes europeos en la cocina rústica.

La receta de pastel de queso salado es menos conocida que la versión dulce, pero tiene orígenes europeos en la cocina rústica.

Ingredientes

Queso crema, huevos, queso parmesano rallado, queso cheddar rallado, crema de leche (nata), harina, sal, pimienta negra, nuez moscada, manteca, pan rallado, hierbas frescas (opcional).

Paso a paso para que prepares pastel de queso salado.

  1. Engrasa un molde redondo con un poco de manteca y espolvorea pan rallado en toda la base y los bordes. Esto ayudará a que el pastel no se pegue y le dará un toque crujiente al exterior.
  2. En un bol grande, coloca el queso crema a temperatura ambiente, agrega el parmesano y el cheddar rallado. Mezcla bien hasta obtener una pasta homogénea.
  3. Añade los huevos de a uno, batiendo ligeramente después de cada adición. Esto ayudará a darle estructura al pastel.
  4. Incorpora la crema de leche, una pizca de sal, pimienta negra recién molida y un toque de nuez moscada. Si deseas, añade hierbas frescas picadas como perejil o cebollín para realzar el sabor.
  5. Tamiza la harina e incorpórala poco a poco a la mezcla para evitar grumos. La harina dará consistencia al pastel sin hacerlo pesado.
  6. Vierte la preparación en el molde engrasado y nivela la superficie con una espátula.
  7. Lleva al horno precalentado a 180 °C durante 35 a 40 minutos, o hasta que el pastel esté dorado en la superficie y al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
  8. Una vez horneado, deja reposar el pastel dentro del horno apagado con la puerta entreabierta por 10 minutos. Luego retíralo y deja enfriar un poco antes de desmoldar.
Un pastel rápido y sencillo.
Una receta de pastel de queso salado puede llevar más de tres tipos de quesos, lo que le da un sabor único y complejo.

Una receta de pastel de queso salado puede llevar más de tres tipos de quesos, lo que le da un sabor único y complejo.

De la cocina a tu mesa

El pastel de queso salado es una receta que destaca por su sencillez, versatilidad y sabor inigualable. Es la prueba perfecta de que el queso puede brillar más allá de las preparaciones dulces, aportando cremosidad y un toque gourmet a un plato que puede adaptarse a cualquier ocasión. Una de sus grandes ventajas es que permite jugar con diferentes combinaciones de quesos y añadir otros ingredientes al gusto, logrando así un pastel único en cada preparación.

Además, no exige largas horas en la cocina ni técnicas avanzadas, lo que lo hace ideal para cocineros principiantes o para quienes buscan sorprender sin complicarse demasiado. Servido con una ensalada fresca, unas rebanadas de pan artesanal o incluso solo, siempre se convierte en el centro de atención. Con su aroma tentador, su textura suave y su sabor profundo, es una elección segura para conquistar paladares. ¡Y a disfrutar!