Mirá al cielo: Venus brillará junto a una finísima luna este domingo
Este domingo, Venus se verá como un punto muy brillante junto a una delgada luna en el cielo del atardecer, fácil de localizar a simple vista.
Planeta Venus sigue reuniendo investigaciones desde la Tierra.
El cielo trae un guiño para quienes aman mirar arriba y también para quienes solo levantan la vista de vez en cuando. Este domingo 19 de octubre, al caer la tarde, Venus aparecerá como un punto blanco y muy intenso. Estará cerca de una luna finísima, apenas un arco, en la zona de la constelación de Virgo.
No hace falta telescopio. Tampoco binoculares. Con un horizonte despejado y unos minutos de calma, basta para disfrutar la escena.
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Cuándo mirar y hacia dónde apuntar para ver a Venus
El horario de referencia indica que el acercamiento será visible alrededor de las 18:41 GMT. Conviene traducir ese dato a la hora local y, sobre todo, esperar a que el Sol se oculte. El mejor momento llega durante el crepúsculo y los primeros minutos de la noche. Buscá el sector suroeste, bajo en el horizonte.
Primero vas a notar una “estrella” muy blanca y fija: ese es Venus. A su lado, un gajo de luna menguante, muy delgado, sumará el marco perfecto. En ciudades con edificaciones altas, elegí una terraza, una plaza abierta o una costanera. Cuanto más despejado el horizonte, mejor.
Qué vas a ver y por qué se destaca
Venus se gana el apodo de “lucero” porque brilla con fuerza al atardecer o al amanecer. Refleja la luz solar con una intensidad que supera al resto de los planetas y a todas las estrellas. Por eso destaca incluso con el cielo aún claro. La Luna, en fase muy fina, será menos evidente. Está iluminada apenas por un filo de luz.
Si te cuesta detectarla, probá mirar de reojo. La visión lateral ayuda a percibir objetos tenues. Otro truco útil es tapar con la mano la zona más brillante del cielo y explorar alrededor del punto donde ya ubicás a Venus. La delgadez del arco lunar le agrega encanto a la postal.
Reservate diez minutos. Apagá pantallas y dejá que los ojos se adapten a la penumbra. Evitá luces directas. Si tenés binoculares, podés probar una o dos miradas breves. No son necesarios, pero realzan el borde lunar y mejoran el contraste. Un trípode de cámara o apoyar los codos en una baranda ayuda a estabilizar.
Para fotografiar, usá el modo nocturno del teléfono y tocá sobre Venus para ajustar el enfoque. Probá varias tomas con distintos niveles de exposición. Si hay nubes bajas, esperá pequeños claros. Muchas veces, el espectáculo aparece entre cortinas de vapor que dejan ventanas azules por segundos.
Contexto y seguridad básica
Siempre mirá cuando el Sol ya no esté a la vista. No apuntes con binoculares o telescopio si el astro sigue sobre el horizonte. La seguridad ocular es prioritaria. Si el clima acompaña, la conjunción será un gran plan para compartir. Niños, familias y curiosos pueden seguir una consigna simple: localizar el “punto” más brillante y luego buscar el arco lunar cercano. En zonas con poca contaminación lumínica la experiencia es más nítida.
En áreas urbanas se disfruta igual, aunque con un cielo algo lavado. La constelación de Virgo sirve de telón de fondo, pero no hace falta reconocer sus estrellas para disfrutar el encuentro.
La cita dura poco. Venus se mantiene visible durante el tramo inicial de la noche, y luego se acerca al horizonte hasta ocultarse. Vale la pena programar una pausa breve. Mirar el cielo ordena la jornada, baja la velocidad y regala perspectiva. Si el domingo te encuentra de viaje, cambia el paisaje pero no la guía: suroeste, después del atardecer, Venus como faro, Luna como susurro. Una combinación simple que convierte un anochecer cualquiera en un recuerdo. Levantá la vista, tomá aire y disfrutá. El universo no necesita más que eso para sorprender.


