Las plantas que no deberías colocar en interiores
Para interiores funcionan mejor plantas que irradian calma y equilibrio. Conoce las que estimulan la claridad mental y las que no.
Para los interiores conviene elegir las plantas con intención. Un cactus, por ejemplo, llama la atención, pero sus espinas interfieren en la armonía que buscas para tus espacios. Dejarlo afuera o en balcones ayuda a que la energía fluya.
Plantas que debes ubicar en otros lados
La sansevieria también debe cuidarse. Una sola crea un contraste, pero un grupo lanza una vibra rígida que altera la calma. Sus hojas dan la sensación de enviar flechas invisibles que inquietan el ambiente cuando están demasiado juntas en espacios cerrados, por lo que es mejor distribuirlas con distancia prudente.
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Las plantas secas o muertas generan una atmósfera pesada. Su aspecto detenido sugiere cansancio y nostalgia, algo que termina afectando la vitalidad de cada habitación. Renovarlas mantiene el movimiento natural del hogar y ayuda a que el ciclo de frescura nunca se estanque, dándole al ambiente una sensación de avance que acompaña tu día a día.
También conviene evitar plantas invasivas en interiores. La hiedra es un ejemplo claro: crece sin freno y transmite una idea de desgaste energético cuando se queda dentro de una habitación. Mantenerla afuera, en patios o terrazas, conserva su belleza sin afectar el equilibrio interior ni invadir la energía del resto del hogar.
Las plantas con hojas puntiagudas tampoco resultan acertadas en dormitorios ni zonas de descanso. Sus formas agudas generan una impresión cortante que interrumpe la serenidad que necesitas para dormir o meditar. Escoger especies de hojas suaves hace que la habitación respire de manera ligera y agradable, con un ritmo más tranquilo. Para interiores funcionan mejor las plantas que irradian calma y equilibrio, como el poto, la palmera areca, la lavanda o los helechos.



