Jardinería: cómo cuidar la planta de romero recién comprado para que esté radiante
En el mundo de la jardinería algunos comenten errores con esta planta. Los consejos para que esté siempre vigorosa.
Esto es lo que debes hacer para revitalizar tu planta de romero Foto: Shutterstock
En el mundo de la jardinería el romero es una de las hierbas aromáticas más populares, pero muchos a veces se frustran al ver cómo la planta recién comprada se debilita y muere de a poco. Existen consejos para evitar los errores más comunes.
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En primer lugar, se recomienda no trasplantar el romero de inmediato. Muchos cometen ese error el mismo día que llevan la planta a su casa. Eso la somete al doble estrés de traslado y del cambio de maceta.
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Es recomendable dejar la planta en su maceta original entre una semana y diez días. Eso le permitirá adaptarse a la luz, la temperatura y la humedad de su nuevo hogar. Hay que trasplantar cuando vean que el romero muestra signos de marchitamiento.
En el caso del romero es una planta mediterránea que necesita abundante luz solar directa para crecer y mantener su aroma intenso. Pero los cambios bruscos pueden quemarla si viene de un vivero con sombra. Lo que hay que hacer es aclimatarla de manera gradual.
En cuanto al riego, se trata de una planta a la que no le gusta el exceso de humedad y la mayoría muere por pudrición de las raíces. En este caso regar solamente cuando la tierra esté totalmente seca.
Por último, para evitar que el agua se estanque y pudra las raíces, la maceta debe tener varios orificios y una capa de piedras en el fondo.
Las señales de que el romero no está bien
Señales de que tu romero está bien:
- Hojas que se caen: exceso de agua
- Tallos negros en la base: pudrición
- Hojas pálidas; poca luz
- Planta “blanda”: raíces dañadas


