Cómo limpiar y esterilizar frascos para tus deliciosas conservas
Las conservas son una forma muy fácil de mantener los alimentos en buen estado durante largo tiempo. Pero para que todo resulte como esperamos, es importante mantener algunas prácticas de higiene, es el caso de la esterilización de los frascos que usaremos para guardar nuestras preparaciones. Es muy importante que estos recipientes estén limpios y desinfectados.
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Empezaremos con un poco de historia. Fue el pastelero y confitero francés Nicolás Appert el creador de un innovador método de conserva y, por tanto, lleva el nombre de “appertización”. Este consiste almacenar alimentos en frascos de cristal herméticamente cerrados y luego sometidos a largas horas de hervor.
Le costó 14 años de experimentación llegar presentar exitosos resultados y, en 1810, ganó un premio por parte de Francia por su invención. Es que, este país había establecido una recompensa de 12.000 francos para quien resolviera la problemática de alimentar a sus tropas durante las diversas campañas bélicas.
De esta forma nacieron lo que hoy se conoce como conservas, incluso Appert fue el primero en tener una fábrica de este tipo de productos en todo el mundo.
Para que este proceso tenga resultados exitosos, la esterilización de los frascos antes de colocar los alimentos es uno de los puntos centrales ya que, de esta forma, estaremos eliminando los miroorganismos que colaboran en la descomposición.
Lo primero que se debe hacer es lavar con agua y jabón o detergente el recipiente. Si se trata de un frasco reutilizado hay que asegurarse de quitarle completamente la suciedad o rastros que puedan haberse quedado adheridos.
Luego se tienen que colocar en una olla profunda, destapados y boca arriba para que el agua ingrese al interior. A la hora de incorporar agua, debe procurarse que el vidrio no esté caliente, ya que el cambio de temperatura podría hacerlos quebrar.
Las tapas también deben agregarse a la olla, preferiblemente en los costados para hacer presión y colaborar a que, durante la ebullición, no se golpeen entre ellos. Una vez que se llegue al punto de hervor, se debe mantener durante al menos 10 minutos.
La parte más compleja poder ser retirarlos, debido a que está tarea debe realizarse en caliente y no esperar a que enfríe. Para esto, una pinza puede ser de gran ayuda. Nuevamente, tendremos que tener cuidado sobre la temperatura del lugar donde los depositaremos. Los mármoles, por ejemplo, mantienen temperaturas frías y los trizarán.
Lo ideal es colocar un paño limpio o papel de cocina y esperar a que el agua se evapore. Finalmente, con un difusor se los rocía con alcohol y se airea unos segundos antes del llenado.

El envasado debe realizarse siempre en caliente y limpiar la boca del frasco para evitar que queden sobras de la preparación. Finalmente, se vuelve a la olla y se deja nuevamente hervir durante un mínimo de diez minutos.
Tras retirarlos del agua, no se los debe manipular de inmediato ya que esto podría afectar el sellado al vacío.
Aquí te dejamos dos recetas geniales de mermeladas para conservar y disfrutar:

