Cómo elegir al mejor instructor de Pilates
Pilates es un método muy popular en estos días. ¿Cómo elegir al mejor instructor? Aquí te pasamos algunos tips.
Pilates
Elegir un buen instructor de Pilates es clave para practicar esta disciplina de manera segura y efectiva. No todos los entrenadores tienen la misma experiencia o certificaciones. Por eso, antes de inscribirte en una clase, es importante informarte muy bien.
Lo primero es revisar su formación y certificaciones. Un buen instructor debe estar certificado en Pilates y conocer anatomía básica. Esto asegura que los ejercicios se adapten a tu cuerpo y que se eviten lesiones. Pregunta siempre dónde estudió y cuánto tiempo lleva enseñando.
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La experiencia práctica también importa mucho. Un instructor con años de trabajo puede corregir tu postura y ayudarte a mejorar más rápido. Si ha trabajado con personas de diferentes edades o con problemas físicos, mejor. Esto demuestra que sabe adaptar las clases a distintas necesidades.
Joseph Pilates, el creador del método Pilates
Otro aspecto a considerar es su capacidad de comunicación. Un buen instructor explica los ejercicios de manera clara. Debe corregirte con paciencia y motivarte durante la clase. Si no logras entender las instrucciones o te sientes incómodo, puede que no sea la persona indicada para ti.
La reputación y referencias también son importantes. Las experiencias de otros pueden darte una idea clara de cómo trabaja el instructor y si vale la pena seguir sus clases. También, confía en tu sensación personal. Una buena conexión con el instructor hace que las clases sean más efectivas y agradables.
Quién creó el método Pilates
El método Pilates comenzó a principios del siglo XX con Joseph Pilates, quien en un comienzo lo llamó Contrología. La idea de este hombre era entrenar el cuerpo y la mente al mismo tiempo, usando movimientos precisos, respiración controlada y concentración.
Inspirado en gimnasia, yoga, artes marciales y fisioterapia, desarrolló un sistema que fortalecía los músculos profundos y mejoraba la postura. Con los años, la práctica se popularizó como Pilates, el nombre que hoy conocemos. Actualmente, es un método mundialmente reconocido por sus beneficios físicos y mentales.


