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Realme GT 8 Pro y la revolución estética: el módulo de cámara ya no es fijo

El nuevo equipo de Realme sorprende por su diseño modular y una autonomía bestial. Te contamos si vale la pena pagar lo que cuesta este teléfono.

La pantalla plana del Realme GT 8 Pro y sus opciones de personalización: un acierto.

La pantalla plana del Realme GT 8 Pro y sus opciones de personalización: un acierto.

Imagen generada con IA

La industria tech necesitaba una sacudida de innovación. El Realme GT 8 Pro, parece tenerlo todo: un equipo que apuesta a la nostalgia mecánica. En este análisis te contamos si su propuesta modular y su batería gigante justifican su precio en el mercado actual.

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El nuevo Realme sorprende con una batería de 7.000 mAh, clave para asegurar una gran autonomía.

El nuevo Realme sorprende con una batería de 7.000 mAh, clave para asegurar una gran autonomía.

Hace tiempo que sacar un celular de la caja dejó de ser una sorpresa. Todos se ven parecidos y hacen más o menos lo mismo. Pero cuando agarrás la caja de este nuevo modelo y encontrás un destornillador adentro, te das cuenta de que la mano viene distinta. La marca china decidió patear el tablero y permitirte meter mano en el diseño del equipo, algo rarísimo en la gama alta.

La novedad del teléfono Realme

Realme gt 8 pro: cámara, pantalla y personalización

La gran novedad es que podés sacar y cambiar el módulo de las cámaras. Tenés opciones circulares, cuadradas o, lo que más nos gustó, dejarlo "desnudo". Sin el embellecedor, el teléfono muestra un esqueleto de metal y tornillos a la vista que le da una facha industrial tremenda. Es un estilo cyberpunk que llama la atención en la calle. Eso sí, no deja de ser un detalle estético; no mejora la foto ni la velocidad, pero le da una personalidad que otros no tienen.

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El diseño modular del Realme GT 8 Pro permite personalizar el módulo de cámaras.

El diseño modular del Realme GT 8 Pro permite personalizar el módulo de cámaras.

El hardware del Realme GT 8 Pro

Más allá del diseño, el rendimiento del equipo es muy sólido. Lo primero que se valora es la pantalla. Es una buena decisión haber dejado de lado las curvas para incluir un panel AMOLED totalmente plano. El brillo responde sin problemas bajo el sol directo y la nitidez es notable.

En su interior, cuenta con una batería de 7.000 mAh. Es una capacidad enorme que te permite olvidarte del cargador por un buen rato, algo fundamental hoy en día. Sin embargo, ese tamaño se nota en la mano: el dispositivo pesa 225 gramos. Se siente pesado, pero tiene un acabado suave al tacto que evita que se marquen las huellas.

Sobre las cámaras, el resultado es correcto, sobre todo gracias al teleobjetivo de 200 MP que captura mucho detalle. Pero no es perfecto: el procesador levanta algo de temperatura ante la exigencia alta y el gran angular no tiene autoenfoque.

El precio de lanzamiento ronda los 899 euros en promoción (más de un millón y medio de pesos argentinos). Es un valor alto, pero si buscás un teléfono que salga de lo común y tenga autonomía para todo el día, es una opción muy válida para considerar.