Walter Bressia lanza Grand Rouge, el nuevo ícono que completa su dupla de grandes vinos
Con Grand Rouge, el enólogo mendocino presenta el segundo capítulo de su obra más personal: un tinto de montaña que refleja carácter y legado familiar.
La botella de Walter Bressia Grand Rouge, el vino presentado por el reconocido enólogo.
El reconocido enólogo Walter Bressia presentó Grand Rouge, un vino ícono que continúa la historia iniciada con Grand Blanc. Esta nueva creación encarna el espíritu, la altura y la maestría de una bodega familiar que ha hecho del tiempo y la sensibilidad su sello distintivo.
El Grand Rouge nace en viñedos de montaña y expresa la elegancia y profundidad propias de las grandes creaciones de Bressia. Según su autor, es “un vino con alma, que logra mantener la fruta viva y fresca, como si la uva acabara de ser cortada”. Su paso por madera francesa aporta complejidad y una estructura refinada que equilibra fuerza y sutileza.
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Un vino de altura con sello personal
Este assemblage de uvas tintas de altura fue embotellado hace cuatro años y alcanza ahora su punto máximo de expresión. Reconocidos críticos internacionales como Tim Atkin y James Suckling han destacado su nivel excepcional, describiéndolo como un vino intenso, equilibrado y de gran profundidad aromática.
El detalle de la etiqueta del vino Walter Bressia Grand Rouge.
De color brillante y profundo, el Grand Rouge se presenta amplio y jugoso, con una textura impecable. Su elegancia se percibe desde el primer acercamiento hasta el final persistente, ideal para acompañar platos refinados sin opacarlos. Para Bressia, representa un legado familiar, una continuidad del compromiso asumido con Grand Blanc: la búsqueda de la excelencia desde el viñedo hasta la copa.
El legado de una bodega familiar
Walter Bressia define su línea Grand como un “legado con mayúsculas”. Cada vino traza su propio camino, dejando huella a través de un diseño cuidadoso y una elaboración artesanal. “Estos vinos no son sencillos de hacer, requieren un pensamiento muy bien definido desde el origen”, explica el enólogo, reafirmando su apuesta por vinos de guarda y carácter internacional.
El Grand Blanc nació como un homenaje a su esposa, Marita Teresa, y como un desafío técnico: crear un blanco capaz de envejecer con elegancia. El Grand Rouge sigue ese mismo concepto, pero trasladado al universo de los tintos: “Un vino diferente, con armonía y sutileza, que busca ser uno de los grandes vinos de Argentina”, expresa Bressia.
La esencia de Walter Bressia
Hijo de un tonelero y nieto de un viñatero siciliano, Walter creció entre barricas y viñas. En 2001 fundó Bressia, Casa de Vinos, en Agrelo, Luján de Cuyo, cumpliendo su sueño de crear una bodega familiar. Hoy trabaja junto a su esposa, sus cuatro hijos, su yerno y su hermana, manteniendo una filosofía basada en la cercanía y el respeto por el vino.
Walter Bressia con una copa de Grand Rouge.
“Recibimos a cada visitante como parte de nuestra familia”, comenta Bressia, quien conserva la humildad y el entusiasmo de sus primeros años. Su trabajo, reconocido dentro y fuera del país, combina tradición y modernidad en una interpretación muy personal del vino de montaña.
Grand Rouge marca así un punto de inflexión en la historia de la bodega mendocina: un tinto majestuoso que consolida una visión, celebra la altura de Mendoza y reafirma el compromiso con la excelencia.



