Un regalo para Julio Cortázar en el día de su cumpleaños
Un 26 de agosto de 1914 nacía el escritor argentino Julio Cortázar. Un regalo como homenaje que engloba tus icónicos textos en el día de su cumpleaños.

Un texto homenaje a Julio Cortázar, como regalo para el día de su cumpleaños. Foto: Marisa Musci
Julio Cortázar nació un 26 de agosto de 1914, es decir que hoy cumpliría 111 años. Se lo considera uno de los autores argentinos y mundiales más innovadores y originales de su tiempo, aunque trascendió los años para dejar su legado para siempre.
Fue un maestro del relato corto, la prosa poética y la narración breve en general, y creador de importantes novelas. La más icónica es Rayuela. La historia pone en juego la subjetividad de quien lee y tiene múltiples finales. En algunos espacios literarios la conocen como la antinovela, aunque el mismo Cortázar prefería denominarla «contranovela». Significó un salto al vacío que lo distanció de la seguridad controlada de los cuentos fantásticos de su primera época como escritor para involucrarse en una búsqueda repleta de preguntas, de interrogaciones.
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Inauguró junto a otros grandes y reconocidos escritores los que se conoce como el boom latinoamericano.
El texto- regalo para el cumpleaños de Cortázar
Daremos vuelta al día en 80 mundos, tus mundos, para decirte "Feliz cumpleaños" ¿Hay, acaso, algún homenaje que alcance para darte las gracias, muchas gracias, mientras el cronopio-reloj, el reloj-alcaucil, marca la hora presente, mientras –según las instrucciones–, con atrevimiento, le sacamos una hoja? Es entonces cuando me permito agradecerte, jugando curiosa y sin tibieza a esa Rayuela mágica, y tomo un té con La Maga y Rocamadur anda suelto y huimos juntas de aquella Casa Tomada.
Julio, te tuteo en presente, en cotidiano, en sobremesa, como se interpela a los de uno, a los nuestros, sin Etiquetas y prelaciones. Y, en medio de tanto pensamiento, vienen aquellos Viajes que pasamos juntos, de La noche boca arriba hasta esperar el Final de Juego, entremezclado entre algún Almuerzo mientras devoraba aquella Carta de Mamá.
Este es un Cuento sin moraleja como los que nos dejaste, no importa si Tía está en dificultades, te hablo con la Alegría del cronopio, te regalo Una flor amarilla, me voy con vos hasta el Fin del mundo del Fin. Lo grito en la cara de un jefe de oficina, esto es Una Carta de Amor. Breve como el Breve Amor.