Quién es Julieta Moreno, la docente mendocina nominada a un importante premio nacional
Julieta Moreno, docente del Centro San Cayetano, fue seleccionada en la campaña nacional "Gracias Docentes" por su entrega y cariño hacia los chicos.

este año por la campaña nacional de Fundación Varkey y MDZ.
Rodrigo D'Angelo / MDZPor tercer año consecutivo, la Fundación Varkey y MDZ lanzan la campaña nacional "Gracias Docentes". El objetivo es visibilizar a maestros que marcan la vida de sus alumnos con historias reales. Este 2025, en Mendoza, una de las seleccionadas fue Julieta Moreno, docente del Centro San Cayetano en Guaymallén, que lleva casi una década trabajando con niños y niñas en situación de vulnerabilidad.
A sus 30 años, Julieta se sorprendió con el reconocimiento: “No sé quién me nominó, pero es un mimo enorme al corazón. Una trabaja mucho y a veces no espera que alguien se fije en lo que hacés”, contó emocionada. Ella empezó como auxiliar en una escuela formal, pero fue en este centro donde encontró el sentido profundo de su vocación.
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El Centro San Cayetano funciona como un espacio de apoyo escolar y contención social. Allí asisten chicos de entre 6 y 13 años, divididos en turnos y niveles según sus necesidades. “Acá no trabajamos con la estructura rígida de la escuela. Lo que hacemos es diagnosticar qué necesita cada chico en particular y acompañarlo. Hay niños de quinto grado que recién están aprendiendo a leer y eso también es parte de nuestro trabajo”, explicó la docente.
Julieta recuerda que se “enamoró de este lugar” apenas empezó a hacer reemplazos: “Acá no solo enseñás contenidos, también enseñás valores desde el corazón. Es un espacio donde todo lo que hacemos parte del amor”. Esa manera de vivir la docencia es lo que, para sus colegas, explica que hoy esté entre las seleccionadas de la campaña.
En el centro, además del apoyo pedagógico, los chicos reciben desayuno, almuerzo y merienda. La jornada incluye espacios de juego, educación física y, sobre todo, un ambiente familiar. “Ellos eligen venir. Nadie los obliga como en la escuela formal. Y vuelven siempre, incluso de grandes, después de haber salido del centro. Eso te marca que algo bueno estamos sembrando”, relató Julieta.
El reconocimiento de la Fundación Varkey no la cambia, pero sí la emociona. “Me sorprendió mucho porque fue todo de repente. Pero me pone feliz, porque quiere decir que alguien ve lo que hacemos y que todo este esfuerzo vale la pena”, dijo. La campaña nacional visibilizará a cinco docentes de distintas provincias en miles de carteles en vía pública durante septiembre, el mes de la educación.
Sus compañeras de trabajo, Daniela Morales y Paula Antequera, destacaron su entrega diaria: “Ella es súper responsable y comprometida. Tiene la capacidad de adaptarse a distintas realidades y siempre organiza actividades con un espíritu muy líder. Los chicos la recontra quieren”, expresaron. Para ellas, el secreto de la seño Julieta está en la mezcla de exigencia y cariño que logra transmitir.
El vínculo con los alumnos trasciende las paredes del centro. Muchos exestudiantes vuelven con gratitud, e incluso algunos ya llevan a sus hijos al lugar. “Eso nos emociona, porque quiere decir que marcamos algo en sus vidas”, señalaron las docentes. Ese sentido de pertenencia, sumado a las donaciones y la colaboración de las familias, fortalece el trabajo colectivo.
El día a día no está exento de desafíos: desde la falta de recursos tecnológicos hasta la contención de chicos que llegan con historias muy difíciles. “Hay alumnos con padres en la cárcel o con situaciones de mucha vulnerabilidad. Nosotros tratamos de leer ese clima y adaptarnos. Si vemos que no es un día para tareas, buscamos otra forma de acompañar”, explicó Daniela.
Entre salidas, juegos, almuerzos y campamentos, los docentes construyen un espacio de refugio. Como dijo Julieta, “cuando vos venís con un mal día, ellos te reciben con un abrazo o un ‘te quiero’. Eso cambia todo. Te llena el corazón y te recuerda por qué estás acá”.
Con esta iniciativa, la Fundación Varkey y MDZ buscan que esas historias de compromiso no pasen desapercibidas. Como dijo Agustín Porres, director regional de la fundación: “Si decimos que la educación nos importa, tenemos que empezar por reconocer a quienes transforman vidas”.