SIBO: la condición detrás de los diagnósticos erróneos de colon irritable
El Dr. Facundo Pereyra explica cómo el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) puede estar detrás de síntomas crónicos y cómo abordarlo desde una mirada integral.

El SIBO actualmente se lo identifica con mayor precisión.
Archivo MDZSobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado. Muchas personas de generaciones pasadas (y también actuales) reciben el diagnóstico del colon irritable o intolerancias alimentarias desconociendo otra condición que comienza a ganar visibilidad. El SIBO actualmente se lo identifica con mayor precisión. En los últimos años, un test de aire espirado marca un antes y después en esta dolencia.
Facundo Pereyra, especialista en Medicina Interna, Gastroenterología y Endoscopía Digestiva, es autor del best seller “Resetea tus intestinos” (Editorial El Ateneo) ya comentado aquí en mis columnas anteriores. Ahora presenta “SIBO. Guía práctica para recuperar el equilibrio intestinal” (Editorial El Ateneo, 2025). Cada vez más personas sufren hinchazón, gases, dolor abdominal o molestias después de comer, sin encontrar respuestas ni soluciones duraderas.
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El Dr. Pereyra se interroga, a partir de hechos clínicos, por esta condición. En el consultorio se escucha diariamente: “Me hincho como una pelota”; “Probé de todo, pero sigo igual”; “Ya no sé qué comer”; “¿Cuánto más voy a vivir así?”.
El SIBO no resulta una condición fácil
Porque a veces los síntomas se mezclan con otras cosas. En estos matices pueden ubicarse recaídas y la frustración tiene más peso que alivio. Como la frustración es hermana de la agresión, una tendencia que existe (y puedo afirmar que en casi todas las dolencias) es que nos enojamos mucho y es la tendencia más rápida pero la que más rápido se malogra cualquier tratamiento. Resistencia que le dicen. Asimismo el SIBO requiere aprendizaje, tiempo, ajustes. Cada avance, aunque pequeño, es un mensaje directo al cuerpo y a la mente que refiere a que estamos volviendo a encontrar el equilibrio.
El intestino que padece, puede sanar
Pero no se debe ignorar el impacto del estrés y del mal descanso. Aunque la alimentación sea perfecta, si el sistema nervios está en alerta o el sueño es insuficiente, el cuerpo puede permanecer en un estado inflamatorio que impide sanar.
El Dr. Pereyra nos advierte de recaídas y la cuestión de evitarlas puesto que en ello radica la clave para no volver al punto de partida. Según la medicina convencional, entre el 40 y el 50% de las personas afectadas con SIBO presentan recurrencias, incluso después de un tratamiento antibiótico adecuado. En la experiencia clínica, cuando el abordaje luego del antibiótico incluye un plan alimentario correcto, estrategias efectivas para reducir el estrés y suplementos como prebiótico inciden en una disminución de recaídas y de modo considerable.
Otras cuestiones radican en la gestión del estrés de cada uno: contar con un espacio terapéutico es una herramienta valiosa para manejar ansiedad y depresión. Ayuda a sostener cambios de hábitos y mejorar el vínculo con uno mismo ya que aumenta la estima personal. Se le suma a ello la actividad física y el movimiento diario: caminar todos los días al menos 30 minutos, mejoran la motilidad intestinal. Pasar horas sentado sin moverse puede perjudicar la circulación y la digestión.
Finalmente, mantener una optimización y calidad del sueño puesto que es un regulador clave del sistema digestivo. Un descanso insuficiente o de mala calidad puede alterar la microbiota y favorecer la inflamación. Las actividades placenteras entran en esta lista, bailar, cantar, realizar actividades recreativas contribuye a la regulación emocional y digestiva.
“SIBO: Guía práctica para recuperar el equilibrio intestinal”, de Facundo Pereyra, es de lectura imprescindible para comenzar a pensar en el equilibrio psíquico para una mejora de lo orgánico.
* Carlos Gustavo Motta es psicoanalista y cineasta. Conduce todos los martes a las 20:00 el programa MEGAPSINEPOLIS que pueden escuchar en Radio Amadeus, FM 91.1.