Ruta 82: el impresionante antes y después de una ruta clave donde se transformó el paisaje
La nueva ruta 82 transformó la movilidad desde la Ciudad hasta Luján de Cuyo y con esto, también, la fisonomía del camino.

Es sorprende el cambio que ha sufrido el paisaje del lugar .
Walter Moreno/MDZLa Ruta 82 es hoy un camino completamente distinto al que los mendocinos conocían hace apenas unos años. La obra vial que duró más de cinco años y generó grandes complicaciones durante su construcción, en la actualidad ha mejorado la movilidad hacia y desde Luján de Cuyo, sino que también transformó el paisaje que acompaña cada tramo.
Desde el Parque General San Martín hasta la cancha del Club Academia Chacras, el recorrido se hace en poco más de diez minutos. El pavimento nuevo y las trazas rectas dan la sensación de estar manejando sobre un paño, con una fluidez impensada en la vieja traza.
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Mirá el antes y el después
Los cambios no fueron solo de movilidad: también se transformó la geografía. Para abrir paso a la doble vía y a los nuevos intercambiadores, se removieron más de un millón de metros cúbicos de suelo y hasta se voló parte de un cerro en el cruce con Besares. Ese movimiento de tierra modificó para siempre la fisonomía de la precordillera cercana a la ciudad.
Uno de los cambios más notorios se percibe en la zona del histórico bar La Guanaca. Allí donde muchos recuerdan la parada obligada de la noche mendocina, hoy el terreno muestra una construcción moderna de oficinas, reflejando la nueva fisonomía que ha impulsado la remodelada ruta.
El camino hacia el salón de eventos Desert también se transformó. La icónica entrada blanca con portón negro y arbustos desapareció del borde de la ruta, que ahora está más elevada. Para llegar al salón, los conductores deben bajar a la lateral, separada por barreras de hormigón.
La nueva traza permite conectar desde el Parque hasta la zona de boliches en apenas trece o catorce minutos. En el caso de Olimpo, sobre Gobernador Ortiz, el acceso luce más ordenado y limpio con rotondas y retornos que ofrecen otra imagen del lugar.
La obra actual de la Ruta 82 se proyectó en tres etapas y, por ahora, llega hasta la rotonda de Olimpo. Desde ese punto ya hay personal trabajando hacia el oeste, en dirección a Roque Sáenz Peña y Las Compuertas. El objetivo es completar el corredor hasta 2026, convirtiéndolo en la última gran obra de infraestructura vial de Mendoza.
La salida hacia Guardia Vieja es otro punto donde se nota claramente la transformación y la nueva fisonomía. Hoy la ruta pasa por encima del histórico puente, alterando la imagen del lugar. Desde allí, la bajada lleva al Club Viñas y Sierras y a la lateral que conecta con Desert.
En todo el trayecto, la sensación es la de un camino ágil y prolijo, pero si sorprende el cambio que ha sufrido el paisaje del lugar con semejante obra. La ruta 82 no solo redujo los tiempos de viaje: también cambió para siempre la manera en que los mendocinos recuerdan y transitan este corredor.
El nuevo paisaje de la Ruta 82 en video
Otro punto delicado fueron las expropiaciones. Treinta y siete familias que vivían en la traza debieron dejar sus casas y fueron reubicadas en un barrio del IPV en Mayor Drummond. Mientras la mayoría de los automovilistas celebra la velocidad del nuevo trayecto, para estos vecinos la obra significó perder su lugar histórico y comenzar otra vida lejos de la ruta.