Paso a paso: cómo calcular el aumento del alquiler con el índice de inflación
Con la derogación de la Ley de Alquileres, los contratos pasan a actualizarse por lo pactado entre partes y, desde septiembre, se activa un adicional.

El monto adicional que se incorpora desde septiembre no surge de una decisión generalizada, sino de la fórmula que cada contrato define de antemano.
La salida de la Ley de Alquileres abrió una etapa de reglas acordadas caso por caso. Desde septiembre, los contratos firmados o renegociados quedan sujetos al mecanismo de actualización que figure por escrito. En muchos acuerdos recientes, la referencia es el Índice de Precios al Consumidor (IPC) con revisiones cada tres, cuatro o seis meses.
El último dato del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para julio marcó 1,9% y un acumulado anual de 17,3%. Ese porcentaje forma parte de la base que usarán propietarios e inquilinos cuando se cumpla el lapso previsto en cada contrato. El cambio no significa un salto uniforme para todo el mercado. Implica, sí, un monto adicional que se incorpora en la cuota a partir del período de actualización que haya sido establecido.
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Cómo se calculan los contratos atados al IPC
El método que se ve con mayor frecuencia consiste en sumar la inflación de los meses comprendidos en el tramo pactado. Si el contrato prevé ajuste trimestral, se computa la variación de los últimos tres meses cerrados; si es cuatrimestral, los últimos cuatro; y si es semestral, los últimos seis. El resultado acumulado se aplica sobre el valor vigente del alquiler. Un ejemplo ilustra el esquema: un contrato que comenzó en abril con un precio de $300.000 y una cláusula de actualización trimestral por IPC pasa a $318.000 al completarse el trimestre.
¿Por qué? Porque el índice para abril, mayo y junio arrojó un acumulado de 6,01%, según la serie informada, y ese porcentaje se traslada al valor del contrato. El dato de julio (1,9%) se utilizará cuando corresponda la revisión de los períodos que lo incluyan.
Qué pasa con los acuerdos que siguen el ICL
Otro universo son los contratos que aún se actualizan por el Índice de Contratos de Locación (ICL). En agosto, los ajustes interanuales para las locaciones alcanzadas por la reglamentación anterior se ubicaron en 55,67%. Fue el registro más bajo de los últimos tres años y quedó casi 11 puntos por debajo del pico que se había verificado en junio. Para dimensionar el cambio de tendencia, la última vez que el ICL había perforado ese nivel fue en septiembre de 2022, cuando trepó a 64,67%.
El reacomodamiento del ICL convive ahora con contratos nuevos que migraron al IPC en plazos más cortos, lo que genera una foto heterogénea según fecha de firma y cláusulas vigentes.
Plazos, letra chica y efectos en el presupuesto de un alquiler
Con la derogación, el mercado de alquileres se apoya en lo que establecen las partes. La periodicidad del ajuste —trimestral, cuatrimestral o semestral— debe figurar de manera expresa en el contrato. También la referencia del índice elegido. Cuando llega la fecha de revisión, el aumento se calcula sobre la base acumulada del período que corresponda.
En septiembre, el índice de julio aporta un dato relevante para los esquemas que se actualizan por IPC. La variación de 1,9% se suma a los registros previos y se incorpora en el cálculo cuando el trimestre, el cuatrimestre o el semestre que corresponda lo incluyan. De ese modo, habrá contratos que ajusten con un acumulado cercano a 6% si abarcan abril–junio, y otros que reflejen una cifra distinta si consideran períodos más largos. Al mismo tiempo, los convenios que siguen atados al ICL muestran una desaceleración frente a las marcas de años recientes.
El monto adicional que se incorpora desde septiembre no surge de una decisión generalizada, sino de la fórmula que cada contrato define de antemano. En ese marco, el reacomodamiento posderogación consolida un esquema basado en acuerdos explícitos, índices públicos y plazos finitos. La previsibilidad mejora cuando las cuentas están claras, los datos son verificables y las partes conocen con precisión cómo y cuándo se aplica cada ajuste.