"Norma Plá te decía: si vos estuvieras en mi lugar, harías lo mismo"
Florencia Arias y Natalia Vinelli recuperan el legado visceral y vigente de Norma Plá en un documental que dialoga con las luchas actuales.

Florencia Airas, productora y Natalia Vinelli, directora del documental "Norma también"
Agustín Tubio / MDZCon una mezcla de memoria y militancia, el documental Norma También revive la figura de Norma Plá, ícono de las luchas de jubilados de los ‘90. En diálogo con MDZ, la productora Florencia Arias y la directora Natalia Vinelli cuentan cómo nació la película, por qué reivindican a Plá desde una mirada feminista y qué significa su legado en Argentina hoy.
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-¿Cómo surgió la idea de hacer un documental sobre Norma Plá?
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Florencia Arias: La figura de Norma Plá resurgió a partir de una investigación muy detallada que venían desarrollando las directoras Alejandra Guzzo y Natalia Vinelli. Ellas detectaron que, más allá de algunas apariciones en archivo periodístico, no existía una representación audiovisual contemporánea sobre esta mujer que había sido tan influyente en los ‘90. Desde esa carencia, desde esa ausencia, surgió la necesidad de construir un relato que le devolviera voz, imagen y contexto a Norma. Y eso también nos llevó a repensar la producción desde un lugar distinto, porque no teníamos apoyo financiero ni institucional, así que hubo que generar nuevas formas de hacer cine, más colectivas y autogestivas. En ese punto me convocaron como productora, y no lo dudé: la historia me atrapó de inmediato.
-¿Qué fue lo que más te movilizó para sumarte a este proyecto?
-FA. Cuando me dijeron que estaban haciendo un documental sobre Norma Plá, sentí algo muy fuerte, casi físico. Fue como si su figura me llamara. La recordaba de mi juventud, de los medios, de su presencia en las marchas. Pero también la recordaba como esa mujer que sin tener una gran tribuna, ni formación política tradicional, lograba poner en palabras lo que miles sentían. Lo que más me conmovió fue esa mezcla de ternura y fuerza. Norma podía ser tan combativa como dulce. Era visceral, salía con lo que tenía, con su cuerpo, con su voz. Eso me conmovió: una abuela que salía de su casa a reclamar lo que era justo, sin nada que perder, pero con todo por decir.
-¿Creés que su historia sigue teniendo vigencia hoy?
-FA. Totalmente. Basta con acercarse cualquier miércoles al Congreso para verlo: los jubilados siguen saliendo a reclamar, muchas veces con la misma dignidad y el mismo dolor que en los ‘90. Lo que estamos viendo hoy es brutal. La desprotección, la indiferencia, la falta de respuesta estatal. Todo eso ya lo denunciaba Norma. Y aunque el contexto ha cambiado, lo que no cambió es la deuda estructural con las personas mayores. El reclamo de Norma sigue sin saldarse. En ese sentido, su figura sigue siendo actual, sigue interpelando. Nos recuerda que la vejez no puede ser una etapa de abandono, y que la lucha por una jubilación digna no es cosa del pasado.
Norma hoy, recorrería universidades
-¿Qué hacía de Norma una figura tan potente?
-FA. Creo que Norma tenía una capacidad muy especial para decir verdades incómodas sin recurrir a grandes discursos. Ella apelaba a algo muy directo, muy humano. Te decía: “Si vos estuvieras en mi lugar, harías lo mismo”. Y esa frase, tan sencilla, lograba poner al otro en su piel, en su realidad. No necesitaba tecnicismos, hablaba desde la experiencia, desde el sentido común. Era una mujer que vivía lo que decía, que no tenía dobleces. Por eso su reclamo era tan poderoso, tan difícil de desoír. Era una interpelación honesta y frontal, algo que pocas veces se ve.
-¿Cómo construyeron la narrativa del documental?
Natalia Vinelli. El proyecto nació hace muchos años, en 2009, cuando con Alejandra Guzzo entrevistamos a compañeras jubiladas de Norma. Pero en ese momento el proyecto no avanzó. Fue recién en 2021 cuando decidimos retomarlo, en un contexto muy diferente del país, y nos preguntamos: ¿cómo hacer que esta historia conecte con el presente? ¿Qué lugar ocupa Norma Plá dentro del feminismo? Nos interesaba abrir un debate, no etiquetar. No queríamos imponerle a Norma una identidad desde el presente, sino reconocer que su protagonismo público, su coraje y su rol en la lucha social fueron elementos fundamentales para el feminismo popular. A partir de ahí construimos un relato que no solo mira al pasado, sino que lo resignifica.
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-¿Qué papel tienen las nuevas generaciones en esta historia?
-NV. Para nosotras era muy importante que esta película no se limitara a la nostalgia. Queríamos que las nuevas generaciones pudieran encontrarse con Norma. Por eso creamos una protagonista joven, Solve, que casi por azar se cruza con la historia de Plá y empieza a reconstruirla. En paralelo, vemos cómo Norma vuelve a aparecer en las marchas actuales: en una bandera, en una remera, en un mural. Eso nos emocionó mucho. Fue como descubrir que su figura había estado latente, esperando reaparecer. Y ese fue uno de los motores del documental: mostrar cómo una historia del pasado puede iluminar el presente y dar herramientas para el futuro.
-¿Qué aprendieron en el proceso de reconstrucción desde el archivo?
-NV. El trabajo con los archivos fue muy intenso y revelador. Recuperamos mucho material audiovisual y también testimonios muy valiosos. Uno de los más impactantes fue el de su hijo, Germán, quien nos contó que Norma siguió militando incluso enferma de cáncer. Que no paraba nunca. Que estuvo detenida 27 veces, y siempre decía con orgullo que nunca fue presa por ladrona ni por corrupta. Su compromiso era total. También vimos cómo los medios de esa época la maltrataban, la estigmatizaban, la ridiculizaban. Pero ella respondía con una dignidad enorme. Incluso cuando se le escapaba alguna palabrota, lo hacía desde la verdad, desde esa honestidad que no necesita filtro. Eso fue muy emocionante de rescatar.
Norma Plá lideraba un feminismo
-¿Dónde se puede ver el documental?
-NV. El documental se estrena el 23 y 24 de agosto en el Cine Gaumont, en el marco de la Muestra de Cine Documental de DOCA. Ya se agotaron las funciones, lo cual nos alegra muchísimo, porque demuestra que el cine documental y social tiene público. Después vamos a estar del 27 al 30 en el Palacio El Victorial, en San Telmo, que es una sala hermosa. Para nosotras, mostrar la película frente al Congreso tiene un valor simbólico enorme. Pero más allá del estreno, lo que queremos es que esta película circule, que llegue a las escuelas, a los barrios, a las universidades. Que sea una herramienta para pensar y discutir lo que nos está pasando como sociedad.