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Navarro Montoya: "Maradona sufrió los embates del endiosamiento que le hizo tanto daño"

A cinco años del adiós a Maradona, el Mono abrió su intimidad futbolera para hablar del costado humano del 10, la herencia del arco argentino y su visión del presente y futuro de Boca.

Carlos Fernando Navarro Montoya.

Carlos Fernando Navarro Montoya.

Agustín Tubio / MDZ

Carlos Fernando “Mono” Navarro Montoya es un exfutbolista y entrenador argentino-colombiano, considerado uno de los arqueros más emblemáticos del fútbol sudamericano. Nacionalizado argentino, desarrolló la mayor parte de su carrera en el país, donde se transformó en un referente histórico de Boca Juniors.

Debutó profesionalmente en Vélez Sarsfield en 1984, pasó por Independiente Santa Fe de Colombia y llegó a Boca en 1988, donde construyó su figura de ídolo. En el club xeneize disputó más de 350 partidos, ganó la Supercopa 1989, la Recopa Sudamericana 1990, la Copa Master 1992 y se consolidó como uno de los arqueros más influyentes de su época. Su estilo atrevido, su personalidad y sus atajadas determinantes lo convirtieron en un símbolo del arco boquense.

En una charla exclusiva con MDZ, “el Mono” abrió las puertas de su Centro de Fútbol, un espacio que funciona desde mediados de los '90 y donde hoy ofrece entrenamientos personalizados basados en una metodología europea orientada a optimizar la técnica deportiva. Allí, rodeado de cámaras, conos y chicos que van detrás del sueño de ser futbolistas, el arquero habló de todo: el recuerdo de Diego Armando Maradona, el legado del Loco Gatti, el presente de Boca y su propia historia bajo los tres palos.

Mirá la entrevista completa a Navarro Montoya

Entrevista Navarro Montoya

Cinco años sin Diego

El 25 de noviembre se cumplen cinco años del fallecimiento de Diego Armando Maradona, y el Mono no esquivó el impacto que esa fecha sigue generando en el mundo del fútbol.

“Creo que estaba en España cuando me enteré. Fue en plena pandemia. Recibí la noticia con estupor. Sabíamos que Diego no estaba bien, pero aparentemente estaba controlado”, recordó Montoya, todavía con la mezcla de sorpresa y tristeza que marcó aquel día.

Cuando habla de Diego, su tono cambia. Vuelve al vestuario, a las charlas, a la espontaneidad del 10.

“Yo siempre lo recuerdo con una sonrisa. Lo conocí en el lugar donde él era feliz: dentro del fútbol. Diego era un chico de muy buen corazón, generoso, cercano. Nunca olvidó su origen. Lamentablemente tuvo problemas con la adicción y eso condicionó su vida”, reflexionó.

Y marcó una diferencia clave, que pocas veces quienes lo conocieron expresan tan claramente:

Maradona sufrió los embates de la adicción, del endiosamiento y de un contexto que no siempre fue positivo para él

Maradona sufrió los embates de la adcción

Para el Mono, la figura futbolística es indiscutible. “Fue uno de los pocos genios de la historia del fútbol mundial. Hacía cosas que otros no podían.” También aseguró que, de estar vivo, el 10 seguiría ligado al fútbol. Diego sin el fútbol no podía vivir. Lo amaba. Tenía una memoria prodigiosa. No lo imagino lejos de eso.”

Del Loco Gatti al Dibu Martínez: el legado del arco argentino

Otro ídolo que apareció en la charla fue Hugo Orlando “Loco” Gatti, quien falleció el 20 de abril de este año y a quien Navarro Montoya reconoció decenas de veces como su gran referente. “El Loco" fue un genio del arco. Impuso una manera de atajar, dejó un legado enorme. Tenía luz, carisma, color. Nadie era indiferente a cómo jugaba.”

Y, naturalmente, la conversación saltó al presente de la posición: Emiliano “Dibu” Martínez. “El Dibu volvió a conseguir algo que no muchos lograron: que los chicos quieran ser arqueros o, al menos, que quieran la camiseta del arquero. Desde Gatti y el Pato Fillol no se veía algo así.”

Consultado sobre qué consejo le daría a los arqueros que hoy pelean desde abajo, Montoya fue directo: “Que perseveren, que sean resilientes. El camino del arquero es largo. Hay que tener constancia, creer en uno mismo y entrenar mucho.” Al fondo del predio, un arco acompaña cada entrenamiento. No es uno más: “El arco es el lugar donde comenzaron mis sueños y donde pude desarrollarlos. Es mi casa. Conozco cada rinconcito y los secretos. Ahí fui feliz”, dijo, casi con un dejo de nostalgia.

Boca hoy: Paredes como punto de inflexión y confianza en Marchesín

Aunque hoy no ocupa ningún rol en el club, el Mono fue claro al hablar del presente xeneize:Boca es mi casa. Sé que en cualquier momento puede aparecer la posibilidad de volver.” Sobre el nivel del equipo, fue optimista: “Ha mejorado nítidamente. Creo que la llegada de Paredes fue un punto de inflexión. A partir de su influencia, el equipo mejoró y está sentando las bases para pelear los objetivos del año.”

Cuando se le preguntó si traería un arquero en un hipotético rol de manager, su respuesta fue contundente:

Hay muy buenos arqueros en Boca.

Manager de Boca

El lugar del Mono en la historia

Antes de cerrar, se animó a responder una pregunta que muchos hinchas discuten:

¿Está Navarro Montoya en el top 10 de arqueros históricos de Argentina?

“No lo digo yo, lo dicen los demás. Algunos piensan que puedo estar en esa mesa con Amadeo, Gatti y Fillol. Me distingue enormemente que lo digan.”

La entrevista se cerró con un apretón de manos y otra muestra de humildad de un arquero que marcó época. En su predio, rodeado de chicos que lo miran con admiración, el Mono sigue ligado a la pelota, al arco y al lugar donde siempre fue feliz.