Conmoción en La Paz

Caso Orozco: la mujer pidió el cambio de nombre para rehacer su vida

En mayo del 2020, la Justicia logró ubicar a Aldana Celeste Orozco (24), una joven que estaba desaparecida desde 2011. Con el tiempo se supo que la chica se había escapado de un hogar donde era abusada. Por eso y por la exposición mediática del caso, la víctima quiere tener una nueva identidad.

Facundo García
Facundo García miércoles, 20 de enero de 2021 · 20:55 hs
Caso Orozco: la mujer pidió el cambio de nombre para rehacer su vida

La Fiscalía Federal número 2 de Mendoza y la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM) solicitaron el cambio de nombre para la persona antes conocida como Aldana Celeste Orozco. La joven, que hoy tiene 24 años, se fue de su casa en La Paz en 2011 -cuando era una adolescente-, harta de la violencia sexual y los delitos de trata de personas que padecía en su hogar.

El fiscal federal Fernando Alcaraz investiga la causa en la que ya están detenidos la madre de la chica, su padrastro y un tercero. Y a medida que se van aclarando detalles del caso, queda en evidencia que la víctima tiene la necesidad de "adquirir una identidad no relacionada con su entorno".

La presentación requiriendo el cambio de nombre lleva las firmas del propio Alcaraz y de la fiscala Mariela Labozzetta, titular de la UFEM. El escrito afirma que la mujer que se llamaba Aldana Celeste “ha reconfigurado su vida en relación con un nuevo nombre elegido por ella”.

Supervivencia

En el escrito se aclara, además, que el cambio de nombre fue para la muchacha una estrategia de supervivencia, ya que le permitía volverse indetectable para sus agresores y al mismo tiempo la ayudaba a articular su psiquis proyectándose más allá de los horrores que vivió.

El nombre es un derecho humano

La mujer fue acompañada durante todo el proceso judicial por el programa especial de atención a víctimas de trata y explotación de personas de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a Víctimas del Ministerio Público Fiscal (DOVIC). 

La presentación plantea la importancia de entender el nombre como derecho humano y como uno de los pilares fundamentales de la identidad y la conformación de la personalidad. 

La "picadora" mediática

A principios de enero, Mendoza despertó sacudida por una noticia que sorprendió a todos. Aldana Celeste, desaparecida en 2011 en La Paz, había sido hallada en Buenos Aires tras una década de misterio.

Muchos la creían muerta. Si bien la Justicia la había encontrado en mayo, fue recién a comienzos de 2021 que los medios volvieron al caso. Y sí, la joven apareció: tiene 24 años. Los detalles se fueron aclarando con el correr de los días.

Su documento todavía la nombraba de una manera que le causaba dolor

Desde el MPF salieron a aclarar que se trataba de una joven que había huido de su casa a los 14 años, primero hacia San Luis y luego a Buenos Aires, donde había intentado reconstruir su vida luego de las vejaciones padecidas en La Paz. La buscaron Interpol y Missing Children, entre otras entidades.

Después, al ir a hacer un trámite a una oficina pública cuando transcurrían los primeros días de la pandemia, los empleados de esa dependencia descubrieron quién era y se encendieron las alarmas

Diarios y canales de televisión de todo el país difundieron la historia, y Aldana Celeste, que quería resguardarse de la exposición, se vio en una incómoda encrucijada: su documento todavía la nombraba de una manera que le causaba dolor.

Futuro de la causa

En consecuencia, el MPF calificó como idónea la petición para cumplir con "la obligación que tiene el Estado argentino de asegurar la reparación integral del daño sufrido". Y destacó, entre otros argumentos, que fue la víctima quien solicitó "al sistema de justicia las medidas que le permitan reconfigurar su proyecto de vida".

La chica ratificó la presentación por videollamada; mientras que la fiscalía federal se prepara para tomar declaración indagatoria a sus tratantes y abusadores.

Hoy, la mujer que antes era Aldana Celeste camina por cualquier calle. Va tranquila y a lo mejor también contenta: tiene nueva identidad. 

  • ¿Aportes? ¿Otra perspectiva? Puede escribir a fgarcia@mdzol.com
Archivado en