Picadas salvajes

Incidentes en una marcha que pedía justicia por un chico atropellado

Ocurrió esta tarde en La Matanza (Provincia de Buenos Aires). Los jóvenes que corrían carreras en el barrio ya están detenidos. Pero el ánimo sigue caldeado y algunas personas hasta quemaron una garita policial. Los vecinos dicen que están hartos de los autos que van a toda velocidad.

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MDZ Policiales martes, 15 de septiembre de 2020 · 20:58 hs
Incidentes en una marcha que pedía justicia por un chico atropellado
Piedras y balas de goma Los vecinos siguen protestando a pesar de que los sospechosos han sido detenidos.
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El domingo, Thaiel -un niño de 6 años- fue atropellado durante una picada en Laferrere (La Matanza, Provincia de Buenos Aires) y los vecinos están enfurecidos. Los corredores que arrollaron al pibe ya están detenidos, y aún así las marchas siguen. Hoy, incluso, los manifestantes quemaron una garita y se enfrentaron a la Policía. 

Entre piedrazos y proyectiles de goma, la gente que interrumpió el tránsito de la Ruta 21 quemó un puesto policial y cortó más calles. El descontento por las carreras ilegales es comprensible pero también llamativo, ya que se produce justo en momentos en que el ánimo social parece enfrentar otra curva marcada por los ritmos de la pandemia.

El fiscal que entiende en la causa, Gastón Dupláa, detuvo a los choferes Nahuel Agustín Olivera (22) y Alexis Escribanti (24) y los imputó por homicidio simple con dolo eventual. Escribanti está en peor situación porque huyó del lugar del accidente y fue apesado recién el lunes. La protesta, no obstante, no termina.

El caso

El hecho ocurrió el domingo a las 17.30 en la Ruta Provincial 21 y la calle Soldado Sosa, en la localidad de Gregorio de Laferrere, cuando dos autos -según lo registrado por las cámaras de seguridad- circulaban a alta velocidad.

Los detenidos.

Al parecer, en un tramo los vehículos se tocaron entre sí y uno de ellos embistió a un Volkswagen Fox, que como consecuencia del impacto se desvió y se llevó puesto a Taiel Contreras y a sus padres, que esperaban para cruzar la ruta. Los adultos sobrevivieron, el niño no

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