Criminal y adolescente

Corchito: así cayó el "niño" que lideraba a una peligrosa banda

Jeremías Montiel acaba de cumplir 19, pero desde hace años aterroriza a los vecinos de Villa Lugano y Mataderos (Ciudad de Buenos Aires). Su captura reveló cómo funcionaba la gavilla de jóvenes delincuentes que supo comandar. Uno de sus cómplices empezó robando con armas de juguete. Detalles.

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MDZ Policiales martes, 11 de agosto de 2020 · 17:44 hs
Corchito: así cayó el "niño" que lideraba a una peligrosa banda
"Corchito" El acusado tiene una breve vida llena de crímenes y violencia. Imagen: Infobae.

Jeremías Montiel, alias "Corchito", tiene solo 19 años. Pero le alcanzaron para liderar durante mucho tiempo una banda de ladrones que se dedicaba a robar en diversos barrios porteños y que incluso casi mata a un oficial de Policía. El muchacho está detenido desde hace pocos días. Y ahora que no sigue aterrorizando a barrios enteros, comienzan a conocerse detalles de cómo se convirtió en un delincuente.

"Corchito" está señalado como el jefe de una organización. De acuerdo con las investigaciones, la banda contaba con varios miembros. Uno ya anda por los 30, es decir que puede haber sido una especie de guía. Se trata de Diego Gerez, un sujeto que se dedicaba a delinquir junto a menores. Había salido en noviembre pasado luego de cumplir cuatro condenas.

Desde el punto de vista criminal, la estrategia de salir a robar con pibes minimiza los riesgos. De hecho, buena parte de los allanamientos que se hicieron para desbaratar la banda del "Corchito" fueron ordenados por el Juzgado de Menores 6, a cargo de Carlos Cociancich. ¿El motivo? Muchos miembros de la gavilla no llegan a los 18.

El fin

Corchito vivía cerca del estadio de Nueva Chicago (Mataderos). Junto a sus secuaces llevaban a cabo violentos robos, e incluso en uno de los crímenes -el pasado 7 de mayo, en medio de la cuarentena- le dispararon dos veces a un agente.

Se cree que fueron al menos 4 los incidentes en los que participó la organización. Pero el 28 de julio atraparon a dos muchachos y eso derivó en el resto de los procedimientos, hasta que cayeron todos.

Entre los otros acusados hay casos llamativos. Un tal Iván, por ejemplo, inició su carrera delictiva a los 16, robando con un arma de juguete. A medida que crecía, su prontuario iba sumando causas cada vez más graves.

Y es inevitable preguntarse: ¿qué podría haberse hecho para no llegar a esto? ¿Había modo? ¿Cuál? 

 

 

 

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