Todo listo para iniciar el juicio a "las mujeres del Próvolo"

Tras una casi interminable serie de audiencias preliminares, este jueves se confirmó que el próximo 1 de septiembre podría iniciarse el segundo juicio por los abusos en el instituto para niños hipoacúsicos Antonio Próvolo de Luján. Las acusadas son nueve mujeres, quienes -de ser encontradas culpables- se sumarían a los cuatro hombres que ya han sido condenados.

Según las previsiones, el Tribunal Oral Penal Colegiado 2, integrado por Gabriela Urciolo, Rafael Escot y Horacio Cadile, encarará la nueva etapa en la causa por corrupción de menores y abusos sexuales en la institución religiosa sin hacer lugar a las repetidas quejas que han elevado las defensas. 

Entre las imputadas destacan las monjas Kumiko Kosaka -la única que está detenida, aunque tiene domiciliaria- y Asunción Martínez. La situación de la japonesa es particular porque sobre ella pesan gravísimas acusaciones, y hasta se la sindica como autora directa de algunos abusos.

El resto del grupo, que incluye a la ex apoderada legal del instituto, directoras, docentes, una psicóloga y hasta una cocinera, está apuntado como la base de una red de complicidades que habría encubierto y favorecido los crímenes durante décadas.

Arriesgan penas de hasta 50 años de prisión

Enfrente tienen a los 8 denunciantes y a los fiscales Gustavo Stroppiana y Alejandro Iturbide. En muchos casos, quienes denuncian son los mismos que en el primer proceso. Por eso es probable que en las audiencias se repitan las grabaciones de los testimonios que ya se han recabado, para evitar la revictimización de los declarantes.

En el primer juicio, que terminó en noviembre de 2019, los curas Horacio Corbacho y Nicola Corradi fueron condenados a 45 y 42 años de prisión respectivamente; en tanto que el jardinero Armando Gómez recibió 18 años y el ex monaguillo Jorge Bordón, 10. Esta vez podría haber penas equivalentes, con máximas de hasta 50 años.

Denuncia internacional

La defensa de las monjas Kumiko Kosaka y Asunción Martinez comunicó su descontento. Los abogados Valeria Corbacho, Lucas Fallet y Ramiro Villalba  procuran demostrar la parcialidad y arbitrariedad de la investigación. Para ellos, se vienen cometiendo "errores" procesales. En sintonía, insisten en criticar el rol de algunos intérpretes durante las declaraciones, quienes habrían "contaminado" los relatos que integran el expediente.

Al respecto, esos letrados comentaron que han hecho dos presentaciones internacionales, "una en ámbito de Comisión Interamericana de Derechos Humanos y otra en Naciones Unidas". Allí, según dicen, denunciaron "grandes irregularidades".