A 40 años del surgimiento de Sendero Luminoso

Hubo una época en que la mayoría de las personas interesadas en política conocían las enormes diferencias entre el trotskismo, el maoísmo y la socialdemocracia. Por eso hoy, cuando algunos destemplados organizan nubosas marchas "contra el comunismo", el recuerdo de Sendero Luminoso es más lejano que nunca.

El grupo armado marcó la vida -y la muerte- de miles de latinoamericanos. Surgió el 17 de mayo de 1980, tras robar y quemar las urnas de Chuschi, una aldea andina, luego de una elección. En las siguientes dos décadas, los enfrentamientos entre la guerrilla, el Estado peruano y los grupos paramilitares dejarían alrededor de 70.000 víctimas.

Cuando surgió Sendero, se estaban concretando las primeras elecciones supuestamente democráticas tras doce años de dictadura. Pero ahí, a 567 kilómetros de Lima, el grupo impuso su propia ley e intentó extenderla, más allá del consenso que tuviera entre los locales.

Crecimiento y ocaso

A medida que avanzaba la década, Sendero intentó reforzar su identidad maoísta haciendo base en zonas campesinas y considerando que la población rural podía convertirse en la chispa revolucionaria que contagiara la rebelión por el continente. El problema es que los planteos de sus líderes estaban muy lejos del talento de Mao Tsé Tung; y parecían lejos de las sutilezas de José Carlos Mariátegui.

Se reprodujeron ataques, a veces sobre población civil, con argumentos teóricos que nada tenían que ver con las bases conceptuales del inicio. Según diferentes estudios, Sendero mató a miles de personas e "hizo desaparecer" a cientos. Y muchos eran civiles. 

En 1992, el gobierno de Alberto Fujimori capturó a Abimael Guzmán, el famoso "comandante Gonzalo", que era una de las figuras preeminentes de Sendero Luminoso. Guzmán fue sentenciado a cadena perpetua y según las últimas informaciones cumple su pena en la base naval de El Callao.

A su vez, Fujimori fue condenado a 25 años de cárcel por violaciones sistemáticas de los derechos humanos. Luego de idas y vueltas judiciales, volvió a una celda para purgar su condena por delitos de lesa humanidad.