Expectativa por la sentencia en el Caso Murialdo

El hombre está acusado nada menos que de abusar de una nena de 4 años que asistía al Colegio Murialdo de Guaymallén. Y será esta mañana, a partir de las 8.30, que comenzará a delinearse el futuro de Alejandro Salas Romero.

El Tribunal Penal Colegiado Número 1 se retrasó en el veredicto a causa del aislamiento obligatorio que sobrevino por la pandemia de coronavirus. Por eso la decisión de hoy será transmitida a distancia, mediante videoconferencia.

El horario de inicio está pautado para las 8.15, de modo que pueda testearse la comunicación. A las 8.30 las partes comenzarán con sus acotaciones finales desde sus respectivas oficinas. Se cree que podrían expresar su opinión la familia de la niña, la Fiscalía y la Defensa. Además se le ofrecerá la palabra al imputado Salas Romero, quien estará presenciando todo desde su casa, ya que cumple prisión domiciliaria. 

Luego sólo restará oír la opinión de los jueces.

¿Qué pasó?

Más allá del dolor que implica el abuso sexual -máxime si se trata de una menor- el juicio tiene costados sumamente intrigantes. La denuncia dice que a las 14.14 del 2 de agosto de 2018, una menor que asistía al Colegio Murialdo salió del aula para ir al baño y allí fue abusada.

El principal sospechoso es Salas Romero (50), que trabajaba como celador en el centro educativo. Las cámaras muestran que en ese momento estaba cerca de la zona del edificio donde se produjo el crimen. 

La defensa -representada por Víctor y Federico Ábalos- afirma que el acusado no estaba ahí ni tuvo contacto con la nena, sino que exactamente en ese instante se encontraba mirando un mensaje de un grupo de Whatsapp.

En esos segundos se juega la libertad o la condena del imputado.

Sospechas

Cuando la niña volvió a su casa ese día, su madre notó que no tenía ropa interior. “Alguien me tocó”, dijo la nena, y la mujer corrió a hacer la denuncia.

En el Hospital Notti constataron que la nena tenía lesiones en su zona íntima. A ello se le suma que, durante la pesquisa, la menor recordó que la había abordado un señor “con ropa marrón y avispas en la cara”, lo que podría coincidir con la indumentaria del celador y las marcas que el hombre tiene en su rostro. 

No obstante, la defensa insiste en que. hasta que no se demuestre lo contrario, Salas es inocente. Los letrados alegan que la niña hacía dibujos donde se evidencia que sufrió abusos previos por parte de alguien de su entorno familiar.

Tras la denuncia, el celador fue trasladado a la cárcel, si bien en febrero de 2019 pasó a cumplir reclusión domiciliaria con tobillera electrónica. Está imputado por abuso sexual agravado por acceso carnal y por la calidad de guardador.

La fiscal Cecilia Bignert ha pedido que se lo condene a 8 años de prisión y la querella solicitó 10; en tanto que la defensa ha requerido que sea absuelto.