Investigan si el fugitivo tenía cómplices en la Policía

Diego Vildoza fue detenido el martes, después de que una llamada anónima echara luz sobre su paradero. Hacía meses que los pesquisas lo buscaban. Y más de un policía cree que el fugitivo zafaba una y otra vez porque tenía un contacto dentro del equipo de investigadores: un infiltrado. 

La sospecha fue confirmada por Marcelo Puertas, titular de la Inspección General de Seguridad. En diálogo con MDZ, el funcionario contó que existen escuchas que podrían comprometer al Principal Diego Salinas, uno de los agentes que participaba en los operativos de búsqueda. Para colmo, otra denuncia anónima apuntó que Salinas tenía una moto que había sido de Vildoza.

"Se comprobó que Salinas había adquirido una moto cuyo titular era Vildoza, y lo había hecho cuando el fugitivo estaba prófugo, lo cual es grave", comentó Puertas. El cuadro es insólito: un hombre buscado por la justicia se junta con uno de los investigadores que lo están persiguiendo, le vende un vehículo y después vuelve cada uno a su tarea.

"La adquisición de esa moto es algo muy extraño y está claramente mal que Salinas haya actuado así", se indignó Puertas. 

La explicación

Sobre la venta de la moto rondan varias hipótesis. Por lo bajo, algunos agentes aventuran que puede haberse tratado de un "pago" que hizo Vildoza para garantizarse la libertad. ¿Era un ciclomotor o una Harley? Puertas subraya que eso es indistinto: "Eso no importa. Está mal que alguien de las Fuerzas de Seguridad haga algo así y punto".

Hoy Salinas está suspendido. Dos expedientes paralelos lo tienen como protagonista; uno dentro de la Policía y otro en el fuero penal, en una causa a cargo del Fiscal Juan Tichelli. Mañana se le tomará declaración a Vildoza -que permanece aislado en la cárcel- para ver si aporta más datos sobre sus curiosos "amigos".

"Creemos que tenía algún contacto porque es muy sorprendente cómo se nos escapó en su momento", cerró Puertas.

El caso

Vildoza es el cuarto detenido de la causa conocida como "El crimen del carpintero". Los otros son Francisco Agüero, Lucas Villanueva y Marcelo Angelini. Todos están acusados como coautores por "robo agravado por uso de arma de fuego apta para disparo", en grado de tentativa y en concurso real con homicidio criminis causa. En criollo, eso significa que se los acusa de haber matado a Juan Carlos Moya, un trabajador al que quisieron robar y terminaron matando en el 4 de noviembre de 2017.