Cayó otro "chacal" mendocino: tuvo 3 niños con su hijastra adolescente

Días atrás, una joven denunció a su padrastro en la Oficina Fiscal 8. Contó que había permanecido prácticamente cautiva en una casa, donde el hombre abusó de ella desde que tenía 14 años. Fruto de estas violaciones, nacieron 3 niños. Y tras conocerse los aberrantes detalles del caso, la fiscal de instrucción Virginia Rumbo y personal de investigaciones de la División de Delitos Sexuales iniciaron el rastreo del acusado, que finalmente cayó esta mañana.

El violador fue apresado luego de un allanamiento en Guaymallén. Trascendió que el sujeto, de 43 años, había continuado con sus ataques a lo largo de un periodo muy extenso, y que -como suele hacer este tipo de delincuentes- se mudaba con cierta frecuencia.

Se sabe que los vecinos de la zona sospechaban de esta situación: pero hasta donde hay registro, ninguno de ellos hizo la denuncia. La chica tuvo que escapar de esa vivienda para tener la libertad de informar a las autoridades sobre lo que le estaba soportando. 

Contó que fue "sometida durante mucho tiempo, porque él era violento". Las fojas judiciales ratifican esos dichos, ya que el sospechoso exhibe una amplia colección de antecedentes. 

La velocidad con que se produjo la captura se relaciona con un trabajo coordinado entre la fiscalía, la División de Delitos Sexuales de la Policía de Investigaciones y la gente de la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual.

El hombre está detenido y la carátula de la causa es averiguación de abuso sexual agravado. Se esperan análisis de ADN sobre los 3 niños que habrían nacido de la relación incestuosa.

Otros casos

Cada tanto se repiten historias como la de este viernes, en las que luego de años -en ocasiones décadas- las víctimas logran salir del círculo violento en el que estaban atrapadas y denuncian.

En estos casos hay elementos que se repiten: pilares que sostienen un infierno doméstico

El caso de "El chacal de la Cuarta" ya se ha vuelto emblemático, y aunque el principal imputado murió en la cárcel, semanas atrás se confirmó la preventiva para su esposa, Norma Ortubia. Según las acusaciones, también ella habría colaborado para que se produjeran las violaciones que padeció Cecilia, quien tuvo 7 hijos a raíz de los abusos del fallecido Armando Lucero. 

Hay más. En julio, a partir de un abordaje realizado por el Área de Género y Diversidad de Capital, también se destapó el calvario de otra menor que tuvo 3 niños de su padre adoptivo. A lo que se suman las graves acusaciones contra un empresario que días atrás fue detenido, acusado de vejar a su hijita de 5 años durante la etapa de la cuarentena estricta.

La incógnita es por qué estos hechos ocurren con tanta frecuencia en Mendoza. Quizá el principio de una respuesta esté en los elementos que comparten todos los casos: las mudanzas que llegan cuando alguien empieza a sospechar, la culpabilización de las víctimas y la indiferencia machista de quienes consideran que "se trata de asuntos familiares" son algunos de los pilares sobre los que suelen afirmarse estos infiernos domésticos. 

Sobre el uso de la palabra "chacal"

Distintas autoras han señalado la inconveniencia de referirse a los padres y padrastros incestuosos con figuras del lenguaje como "chacal" u otros animales. Sostienen que la alusión a un pretendido estado de "naturaleza" exculpa a ciertos varones de su responsabilidad ante estos delitos. 

Se optó por mantener la palabra "chacal" en el título de esta nota porque implica una referencia clara para la mayoría de los lectores mendocinos. Ese hecho, de todos modos, no conlleva una renuncia a la perspectiva crítica sobre las formas en que la cultura tiende trampas para reforzar la desigualdad entre géneros. 

• ¿Aportes? ¿Otra perspectiva? Puede escribir a fgarcia@mdzol.com