Solo 3 imputados

Multitudinaria fiesta clandestina en Chacras: indignación de los vecinos

Algunos hablan de 300 y otros de 500 personas que se dieron cita en el piedemonte en la madrugada del sábado. Muchos testigos se quejan por no poder trabajar mientras se repiten las reuniones de gente que llega a lugares semiocultos a bordo de sus 4x4. "Son los hijos del Poder", acusan.

Facundo García
Facundo García martes, 27 de octubre de 2020 · 15:21 hs
Multitudinaria fiesta clandestina en Chacras: indignación de los vecinos
Solo 3 imputados A pesar de que en el lugar había cientos de personas, solo se aprehendió a tres. Imagen ilustrativa.
Multitudinaria fiesta clandestina en Chacras: indignación de los vecinos
Solo 3 imputados A pesar de que en el lugar había cientos de personas, solo se aprehendió a tres.
ver pantalla completa

Una fiesta clandestina con cientos de jóvenes fue desbaratada por la Policía durante la madrugada de este sábado. En la juntada -que se concretó en el piedemonte de Chacras de Coria (Luján)- circulaba el alcohol, escaseaban los barbijos y abundaban las camionetas 4x4. Desde temprano la noticia despertó la ira de muchos vecinos. Sobre todo entre aquellos que trabajan en empresas de banquetes o boliches, ya que hace meses que su rubro está "parado".  

"Los policías nos dijeron que no podían hacer nada si la fiscalía no endurecía el criterio", explicó un testigo a este diario. Tras la intervención de los efectivos, solo fueron demoradas 3 personas. Pocas, si se tiene en cuenta que los cálculos sobre la gente que había en el lugar oscilan entre los 300 y los 500 infractores, con DJs, fogatas, bailes, etc.

Todo ocurrió en las inmediaciones del inicio de la Ruta 82, siguiendo un rastro interno que se mete en dirección a la montaña. "A las 2.40 de la madrugada, veías un ir y venir interminable de camionetas", contó Chichi Araujo, que vive detrás del boliche La Guanaca.

"Nos dimos cuenta de que algo raro pasaba porque había gente caminando en nuestro terreno y mencionaba 'una fiesta de miles de personas'"

"Al principio, nos dimos cuenta de que algo raro había porque vimos gente caminando por nuestro lote. Creímos que nos estaban entrando a robar, pero no. Eran unos tipos que nos pedían pasar por ahí porque -dijeron- 'había una fiesta con miles de personas'", relató Chichi.

Trampas

Los lugareños indican que algunos conductores de vehículos todo terreno conocen sendas alternativas para esquivar los controles policiales que suelen apostarse en la ruta. "De todos modos -siguió Araujo- el sábado no había mucho control. De otra forma no se habría juntado tanta gente".

 

Entre los factores que más impactan en quienes viven en la zona, está el hecho de que estas reuniones se dan al mismo tiempo en que los boliches y las empresas de eventos y banquetes -de gran presencia en esa parte de Luján- no están habilitados para trabajar; o están muy restringidos en la operatividad a causa de la pandemia

"Yo tengo una empresa de banquetes -concluyó Chichi-. Hace ocho meses que no puedo abrir. A eso sumale al crisis en el sistema de salud. Y estos hijos del Poder que se manejan en coches de alta gama se nos burlan en la cara". 

Cabe aclarar que a la hora en que se produjeron los hechos está prohibido circular, a lo que se añade la falta de todo escrúpulo a la hora de violar la normativa sanitaria. A lo que sí parecen haberle prestado atención los concurrentes es a las heladeras portátiles, las botellas de alcohol y los caminos secundarios para escaparse de los efectivos de Preventores y Diversión Nocturna que se acercaron para interrumpir la francachela

Reclamos 

Obviamente, las fiestas clandestinas no tienen controles de seguridad ni higiene. En caso de algún accidente o hechos de violencia, no existe ninguna garantía de que se preserve la vida de los que están ahí. Sus organizadores tampoco tributan impuestos, y en general no contratan personal. 

Por eso son varias las empresas y trabajadores de Mendoza y el país que desde hace semanas piden por una reapertura de los boliches con estrictas medidas preventivas.

"La solución a la clandestinidad (...) es que los jóvenes vuelvan a las discotecas con todos los protocolos. El entretenimiento y la cultura también forman parte de la salud", argumentan.

Uno de los flyers que circulan por estas horas.
  • ¿Aportes? ¿Otra perspectiva? Puede escribir a fgarcia@mdzol.com

 

Archivado en