Llevó a su hijo de un año al hospital y le inyectaron clonazepam: el nene estuvo en terapia 4 días
La enfermera del hospital Las Heras de Tupungato está imputada por suministrarle clonazepam al nene de un año. La palabra del padre.

La Justicia investiga si una enfermera le inyectó clonazepam a un nene en el hospital Las Heras de Tupungato.
Un nene de un año internado en un hospital con un cuadro respiratorio, una inyección, la confirmación de que el niño tenía clonazepam en la sangre, terapia intensiva, denuncias, imputación y una enfermera en libertad. Este es el resumen de los últimos días de la familia Rivas que tuvo que traer a su hijo al hospital Notti para que sobreviviera.
Qué pasó en el hospital de Tupungato
El viernes 20 de junio, Manuel Rivas y su esposa llevaron a su hijo de un año al hospital Las Heras de Tupungato porque presentaba un cuadro respiratorio. Por lo complejo del caso, el niño quedó internado con suero -por donde le suministraban medicación- y con un tratamiento kinesiológico.
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Pero todo cambió el martes 24 de junio. Cerca de las 19, Manuel estaba en la habitación con su hijo cuando ingresó una enfermera y le colocó dos inyecciones en la manguera del suero. Hasta ahí parecía un procedimiento de rutina, pero una actitud sospechosa de la mujer llamó la atenciòn del hombre que no dudó en increparla.
“Ingresó la enfermera y le puso una inyección en la manguerita del suero. Salió de la sala, no pasó ni un segundo y pegó la vuelta. Le sacó el suero y lo tiró. Cuando sacó la segunda jeringa quedó la tira. Entonces yo le pregunté qué estaba haciendo, qué le había inyectado a mi hijo. Me miró, se puso colorada y se fue”, contó Rivas en diálogo con MDZ Radio.
“En eso entró la kinesióloga que le sacaba los moquitos y le comenté lo que había hecho la enfermera. Entonces se puso a hacerle los masajes y el nene se desvaneció. La kinesióloga llamó al médico de guardia, yo le conté lo mismo y le mostré la jeringa. El médico la olió y dijo que no era nada pero me dijo que iban a tener que trasladar al nene porque lo movíamos y no reaccionaba, no se despertaba”, agregó.
Terapia y alta en el hospital Notti
El mismo 24 de junio, el niño fue trasladado junto a su mamá en una ambulancia al hospital Notti de Guaymallén mientras Manuel los seguía en su auto particular por la ruta. Cuando llegaron al nosocomio especializado en pediatría la doctora de guardia recibió al chico y escuchó a los padres.
La jeringa con el medicamento que le habían suministrado al nene ya no servía para ser analizada porque podía estar contaminada por lo que los médicos decidieron hacerle análisis al pequeño paciente. El estudio de orina reveló la verdad: el nene tenía clonazepam en la sangre.
“Mi hijo estuvo inconsciente desde el martes 24 de junio hasta el viernes que empezó a reaccionar. Cuando se despertó se le fueron los ojitos para atrás, se trabó todo, quedó como contracturado. La médica de guardia llamó al hospital de Tupungato y preguntó qué más le habían puesto porque ya tendría que haber despertado y no se despertaba”, dijo Manuel.
Recién el jueves 3 de junio, el niño recibió el alta médica. Ahora, se está quedando con su mamá en la casa de un familiar en Luján para que puedan llevarlo a los controles en el hospital Notti hasta que se recupere completamente.
Además, el lunes en la mañana tienen que ir al hospital de Tunuyán para que el médico forense evalúe si quedaron secuelas.
Amenazas, gritos y denuncias
Cuando Manuel Rivas vió que su hijo estaba inconsciente pensó que se moría. Lo primero que hizo fue buscar a la enfermera y exigirle saber que le había suministrado al pequeño. "Antes de que llegara mi señora le dije a la enfermera ´te voy a buscar, te voy a pegar, te voy a prender fuego´. Pero fue todo verbal. Mi esposa gritaba ´se muere, se muere, se muere´”, recordó Manuel Rivas.
Tres policías intentaron calmar a Manuel, pero no pudieron. Finalmente, el hombre se fue atrás de la ambulancia desde Tupungato hasta Guaymallén.
Esa tarde, la enfermera fue a la fiscalía y denunció a Manuel Rivas por amenazas. Al día siguiente, Rivas se entrevistó con el director del hospital Las Heras y después fue a la fiscalía para hacer la denuncia contra la enfermera pero se encontró con una orden de allanamiento por la denuncia en su contra.
Sin dudarlo, acompañó a los efectivos hasta su casa, abrió la puerta y permitió que revisaran todas sus pertenencias. No encontraron nada. Después se fue a la fiscalía y radicó la denuncia. La Justicia avanzó e imputó a la enfermera que fue apartada de su cargo en el hospital.
“Yo lamento que como la enfermera no tiene antecedentes, por lesiones leves culposas le va a caer una pena de tres meses a tres años y es excarcelable, así que anda está suelta en su casa”, cerró Rivas.