La elefanta Kenya cumple 2 meses en Brasil: preocupación por las patas y la relación con Pupy
Kenya lleva dos meses viviendo en el santuario de Brasil. La elefanta vivió 40 años en cautiverio. Cómo es su día a día.
La elefanta Kenya lleva dos meses en el santuario para elefantes de Brasil.
Santuario para elefantesHace dos meses, la elefanta Kenya llegaba al santuario para elefantes de Brasil- después de un largo viaje de cinco días- dejando atrás 40 años de cautiverio. Los cuidadores se asombraron por la velocidad en la que abandonó la jaula de transporte y caminó sin problemas por los patios y cobertizos del predio.
Kenya es una elefanta africana y vivió sola gran parte de su cautiverio. Poco a poco se ha ido adaptando al santuario que le ofrece lugar y tiempo para tomar sus propias decisiones y llevar una vida lo más parecida posible a la que tendría en un entorno salvaje.
Desde el santuario informan periódicamente las condiciones de salud y la vida diaria de Kenya. En los últimos reportes se mostraron preocupados por el estado de las uñas de la elefanta, felices por los avances en la alimentación y esperanzados en el tímido vínculo que está afianzando con Pupy, la otra elefanta africana del predio en Mato Grosso.
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Qué come la elefanta Kenya
Hace un mes, en el santuario de Brasil se mostraban preocupados porque Kenya era indiferente a la comida y eso dificultaba los tratamientos médicos ya que una de las formas de que los elefantes entren a la rampa de cuidado -donde le exfolian la piel y le liman las uñas- es con refuerzos positivos con comida.
Actualmente, Kenya se muestra muy activa y va al granero a comer heno cada vez que los cuidadores la llaman. Algunas veces decide ir más tarde porque se queda comiendo los brotes de las ramas de los árboles.
Cómo es la relación de Kenya y Pupy
Pupy llegó dos meses antes que Kenya al santuario de elefantes desde el Ecoparque de Buenos Aires. Lentamente, los cuidadores intentan que las elefantas interactúen y se conozcan para que socialicen porque son animales que viven en manada y disfrutan de la compañía de un par.
Por ahora, Kenya y Pupy se han acercado cuando comen cada una en su recinto con una reja entre las dos. En algunas ocasiones han puesto sus trompas o cabezas cerca, pero no se han tocado. En general, las interacciones suelen ser con ruidos o lenguaje corporal. Todo indica que Kenya quiere compartir pero Pupy aún no está lista.
“La emoción de Kenya es palpable y hace todo lo posible para no alejar a Pupy. Al ver a Pupy, Kenya muestra emoción, intenta ser suave y silenciosa porque parece comprender que su exuberante acercamiento puede intimidarla”, explicaron desde el santuario.
“Comienzan el día comiendo cara a cara, a veces Pupy hace fuertes sonidos para comunicarle a Kenya que necesita más espacio. Cuando Kenya está cerca de Pupy está tranquila, centrada y amigable. Después de un rato se aleja y se toma su tiempo para vocalizar, patear, dar vueltas y chapotear sola”, agregaron.
En cuanto a la falta de fotos o videos de Kenya y Pupy juntas, desde el santuario aclararon que intentan no interferir en los encuentros y que los registros que tienen son de las cámaras de seguridad o los testimonios de los cuidadores.
Preocupación por las patas de Kenya
El mes pasado, desde el santuario explicaron que Kenya podía presentar problemas en su piel porque es muy gruesa y que iba a llevar mucho tiempo que volviera a estar fina y saludable. Ahora, se enfocaron en la condición de sus uñas.
“Las patas de Kenya no están en condiciones ideales. No podemos predecir con certeza qué problemas tendrá, pero existe inquietud por sus almohadillas, uñas, cutículas y su forma de andar en general. Actualmente, es temporada seca, época del año en la que resulta difícil recortar las uñas y las cutículas, ya que se endurecen por la falta de humedad”, detallaron desde el santuario de elefantes.
“Debido a la fragilidad de las uñas, recortarlas puede causar más problemas de los que resuelve, ya que se forman grietas verticales. En la temporada de lluvias es cuando se realiza el trabajo más exhaustivo y efectivo en las patas, ya que la naturaleza ayuda a que las uñas se ablanden rápidamente. Una vez que comencemos a recortar esas áreas, es muy posible que encontremos algunas cosas desagradables debajo. Aunque la infección puede estar en lo profundo de los pies, no queremos hacer más daño”, agregaron.
Además, resaltaron que ahora Kenya tiene lugar para caminar y hacer ejercicio. Por ahora, la elefanta tiene excelente movilidad, flexibilidad y no muestra señales de molestias al caminar. “Los elefantes son expertos en ocultar el dolor y no siempre se muestran incómodos. No está en su naturaleza mostrar enfermedad o debilidad hasta que ya no pueden ocultarlo, aunque no todos los elefantes son iguales. Para abordar esa posible incomodidad, Kenya recibe medicamentos antiinflamatorios naturales”, indicaron.
“Por ahora, le estamos cortando las uñas para mejorar la distribución del peso. No podemos intentar hacer demasiado. Las infecciones internas no se curan cuando están encapsuladas, por lo que mejorar la salud general es una forma eficaz de abordar posibles problemas y cuidar todo el cuerpo de la elefanta”, cerraron.