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La aceptación y el rechazo en el diálogo se perciben mucho más con los gestos que con las palabras, según un estudio

El estudio fue realizado por la Universidad Austral durante cinco años y los resultados generales mostraron una predominancia de la aceptación sobre el rechazo.

La aceptación o el rechazo se perciben a través de señales no verbales. Foto: Archivo

La aceptación o el rechazo se perciben a través de señales no verbales. Foto: Archivo

Una investigación realizada por docentes y egresados de la Universidad Austral concluyó que la aceptación o el rechazo en los diálogos interpersonales se perciben mayormente a través de señales no verbales, como gestos, posturas corporales, miradas y tonos de voz, por encima de las palabras explícitas. El estudio se desarrolló entre 2020 y 2025 y analizó un total de 558 señales registradas por alumnos de posgrado.

El trabajo, titulado “Una aproximación al campo: Feedbacks de aceptación/rechazo”, fue llevado adelante por Roxana Fantin, María Soledad Jouliá, Marina López Saudibet y Agustina Zapiola. La muestra estuvo compuesta por 143 estudiantes de posgrado de la Universidad Austral, quienes durante una semana registraron de manera libre las señales verbales y no verbales que percibían en sus diálogos interpersonales cotidianos.

Estos son los resultados del estudio realizado por la Universidad Austral

Los resultados generales mostraron una predominancia de la aceptación sobre el rechazo. Del total de registros, se identificaron 425 señales de aceptación frente a 133 de rechazo. Además, el análisis permitió detectar una coincidencia significativa en los términos utilizados por los participantes para describir sus percepciones y un alto nivel de detalle en las observaciones realizadas.

Según el relevamiento, el 60 % de los feedbacks de aceptación se manifestó a través de señales no verbales. Dentro de este grupo, la mirada atenta apareció como la variable de mayor peso para percibir aceptación, mientras que la ausencia de contacto visual se identificó como el signo más fuerte de no aceptación. También se destacaron la postura corporal relajada, el tono de voz pausado, el silencio respetuoso y el tiempo disponible para la interacción.

Controla el ego y afina tus conversaciones. Foto: archivo MDZ
El 60 % de los feedbacks de aceptación se manifestó a través de señales no verbales. Foto: archivo MDZ

El 60 % de los feedbacks de aceptación se manifestó a través de señales no verbales. Foto: archivo MDZ

“Lo que más impacto genera en el otro no es tanto si estamos de acuerdo o no con lo que dice, sino si siente que estamos ahí, presentes, disponibles, escuchando de verdad”, señaló Roxana Fantin. “Aceptar, desde esta perspectiva, es antes que nada permanecer en el diálogo y su contrario se percibe a través de micro movimientos como un “deseo de huida”.

El estudio, además, identificó que el 50 % de los registros de aceptación se vinculó con la capacidad atencional y un 30 % con el tiempo dedicado al intercambio. En contraste, el rechazo se asoció con interrupciones, cuerpo inquieto, rigidez corporal, tono de voz cortante, respuestas breves y falta de priorización del diálogo.

Aceptación en una dimensión afectiva, espiritual y pre-cognitiva.

Desde el enfoque teórico, la investigación se inscribe en la perspectiva de Emmanuel Levinas, para quien aceptar implica recibir a la persona en su totalidad, más allá del acuerdo o desacuerdo con sus ideas, en una dimensión afectiva, espiritual y pre-cognitiva. “La aceptación no es solamente un acto racional. Es también afectiva, corporal, incluso espiritual. Y eso se refleja claramente en los resultados que obtuvimos”, subrayó Fantin.

Otro de los hallazgos indicó que estas percepciones no se construyen a partir de una única señal aislada, sino de la combinación de múltiples manifestaciones interdependientes, tanto verbales como no verbales, que se articulan a lo largo del intercambio. El trabajo no buscó generalizar conclusiones, sino aportar elementos para profundizar el análisis sobre la construcción del diálogo interpersonal y la relación entre atención, presencia y reconocimiento.