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Impacto del veto presidencial en la salud pediátrica: qué pasa con el Hospital Garrahan

El veto presidencial alerta al Garrahan por salarios y renuncias, mientras Adolfo Rubinstein advierte sobre la cuestión de fondo.

Reclamo de trabajadores de la salud frente al Congreso
Archivo

El presidente Javier Milei vetó la ley de emergencia en salud pediátrica que había sido aprobada por el Congreso y que contemplaba la reasignación de fondos extraordinarios para reforzar el financiamiento de hospitales nacionales, con especial impacto en el Hospital Garrahan. El motivo argumentado por el Gobierno reside en que la norma es inviable y fiscalmente riesgosa.

La norma contemplaba una reasignación de fondos para reforzar el financiamiento de hospitales nacionales pediátricos, entre ellos el Garrahan.

Según estimaciones de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan, el impacto hubiese significado “un aumento entre el 50% y el 70% en los salarios”, lo que equivale a unos 140.000 millones de pesos en partidas adicionales, tomando como referencia la canasta básica de noviembre de 2023.

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El significado del Hospital Garrahan en el sistema sanitario

El Garrahan se financia en un 80% con aportes del Estado nacional y en un 20% con fondos de la Ciudad de Buenos Aires, de acuerdo a lo publicado por el mismo centro sanitario. Es un hospital de referencia en toda Latinoamérica, responsable del 90% de los trasplantes pediátricos del país y del tratamiento de más del 60% de los cánceres infantiles, recordó el exministro de Salud Adolfo Rubinstein en diálogo con MDZ.

El funcionario durante la gestión de Mauricio Macri destacó que la institución “es un ícono de la salud pública en Argentina” y advirtió que las críticas que circularon en los últimos meses contra el hospital, acusando irregularidades administrativas o exceso de personal, “generaron una fuerte indignación pública”.

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El ex Ministro de Salud de Mauricio Macri, Adolfo Rubinstein, sobre la ley de emergencia en salud pediátrica del Garrahan.

El ex Ministro de Salud de Mauricio Macri, Adolfo Rubinstein, sobre la ley de emergencia en salud pediátrica del Garrahan.

Opiniones divididas sobre la implementación de la ley

Aun cuando el veto presidencial imposibilita la reglamentación de la ley, desde una mirada de dentro del Hospital, Lezana sostuvo que la situación actual afecta de manera transversal a todos los servicios.

“El vaciamiento es general porque se van desmantelando equipos ante las renuncias de profesionales de distintas áreas por el atraso salarial”, señaló. También remarcó que el problema no se reduce a las deudas de obras sociales como IOMA o PAMI, ya que “la ley apuntaba a recursos directos de Nación para incrementar salarios y gastos de funcionamiento”.

Sin embargo, Adolfo Rubinstein consideró que la norma tenía un carácter más “simbólico y aspiracional que operativo”. Según explicó a este medio, el texto no detallaba con precisión el destino de los recursos o el porcentaje a asignar, salvo la referencia a retrotraer salarios a niveles de noviembre de 2023 y exceptuar de ganancias las horas extras y guardias.

“Este tipo de leyes son difíciles de implementar porque son muy abiertas. Faltaba un decreto reglamentario y había pocos elementos técnicos concretos”, señaló el director del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria.

El debate sobre el estado del sistema de salud

Por otro lado, el exministro hizo hincapié en que "la crisis es el sistema de salud", haciendo referencia a que "no hay una salud pediátrica, hay una salud".

Además, el magister en Epidemiología Clínica subrayó que la crisis del sistema de salud se agravó por la reducción del presupuesto en términos reales, que cayó un 13% de un año a otro, si bien el deterioro del sistema sanitario ya data de hace muchos años.

Marcha de trabajadores del Hospital Garrahan
Una de las marchas de los trabajadores del Garrahan en reclamo por la recomposición salarial.

Una de las marchas de los trabajadores del Garrahan en reclamo por la recomposición salarial.

“La austeridad fiscal es una bandera del gobierno actual, pero en salud no hay que usar la motosierra, sino el bisturí”, afirmó, focalizando en la necesidad de medidas focalizadas en lugar de recortes generales.

En tanto, Lezana planteó que la salida de profesionales calificados es uno de los principales riesgos que enfrenta el hospital. “Se van desmantelando equipos porque renuncian especialistas de todos los servicios. El refuerzo debería ser parejo y destinarse fundamentalmente a salarios”, explicó.

Mientras desde el Garrahan se advierte sobre las dificultades crecientes para retener recursos humanos y garantizar servicios críticos, voces del ámbito político y sanitario señalan la necesidad de reformas estructurales que permitan mejorar la eficiencia del sistema en su conjunto.