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Hay una vacuna que previene el cáncer, pero 1 de 4 adolescentes mendocinos no se la colocan

Se trata de la vacuna contra el HPV, que entra en el calendario nacional. El VPH genera el 99% de los casos de cáncer de cuello de útero.

La vacuna contra el HPV previene el cáncer de cuello de útero.

La vacuna contra el HPV previene el cáncer de cuello de útero.

Virus del Papiloma Humano

La vacunación cayó estrepitosamente después de la pandemia de Covid-19 en el país y Mendoza no es la excepción. Lo que más llama la atención de los especialistas, es cómo la población desaprovecha por ignorancia o temor la posibilidad de colocarse la vacuna para prevenir el cáncer de cuello de útero provocado en el 99% por el HPV.

Qué pasa con la vacunación

Según los datos analizados por el infectólogo y pediatra del Hospital de Niños Gutiérrez -Eduardo López- en 2023, cayó 10 puntos la cantidad de niños menores de 18 meses vacunados en comparación al año anterior.

Además, en el mismo año un poco más del 50% de los niños que ingresaron a la escuela tenían al día las vacunas contra el sarampión, rubéola, parotiditis, varicela, poliomielitis, difteria, tétanos y tos ferina.

El principal causante es el virus del papiloma humano. Foto: GETTY IMAGES
El principal causante del cáncer del cuello de útero es es el HPV.

El principal causante del cáncer del cuello de útero es es el HPV.

Uno de cada cuatro adolescentes no se vacuna contra el HPV

En el mismo sentido cayó la vacunación contra el HPV. En las mujeres pasó de 75.9% en 2021 a 82,6% en 2022 y a 63% en 2023. En los varones, los números en el mismo periodo de tiempo son distintos: 67.12%, 54,2% y 5,3%.

“En 2023 en Mendoza, la cobertura de la primera dosis de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) en niñas de 11 años fue de aproximadamente el 73%. Aunque son números por encima de la media nacional, también muestran que uno de cada cuatro adolescentes no está recibiendo una vacuna clave para prevenir ciertos tipos de cáncer”, explicó la directora asociada de Asuntos Médicos en MSD, María Cecilia Torroija.

“La tendencia es alarmante porque abre la puerta al resurgimiento de enfermedades que estaban controladas o eliminadas, como el sarampión. El sistema de protección colectiva que brinda la inmunización -que de acuerdo al patógeno debe rondar entre el 80% y el 95%- se debilita cuando no se completan los esquemas a tiempo”, advirtió Torroija.

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Hasta cuándo se puede vacunar contra el HPV

La campaña nacional apunta a las personas entre 11 y 26 años para la vacuna contra el HPV. “El momento ideal para la vacunación es antes de la exposición del virus, es decir, antes del inicio de la actividad sexual”, dijo Torroija.

Sin embargo, el médico López fue contundente con su consejo: “Si una persona mayor de 26 años que ya haya estado en contacto con el virus puede colocarse la vacuna porque es una vacuna que previene un tipo de cáncer”.

El HPV y el cáncer de cuello de útero

El Virus del Papiloma Humano es la infección de transmisión sexual más frecuente en el mundo: se estima que 4 de cada 5 personas sexualmente activas lo contraerán en algún momento de sus vidas. Aunque existen más de 100 tipos de VPH, aproximadamente 40 de ellos pueden afectar la zona genital o anal. La transmisión ocurre principalmente a través del contacto con piel y mucosas, como el que se produce durante cualquier tipo de relación sexual y basta un solo contacto para adquirir la infección. El HPV no se transmite por compartir objetos ni por el uso de baños públicos .

En la mayoría de los casos, la infección desaparece por sí sola, pero en algunos casos la infección puede persistir y provocar distintos tipos de cáncer. Se estima que el 99% de los casos de cáncer cervicouterino (CCU) están vinculados al VPH y, según datos del Observatorio Global del Cáncer, es el tercer cáncer más frecuente en mujeres y la cuarta causa de mortalidad por cáncer en mujeres jóvenes en el país. También se pueden generar otros tipos de cáncer relacionados con el virus, como el de ano, vagina y vulva.

Aunque no existe un tratamiento específico para eliminar el virus, sí hay formas de prevenirlo y de detectar sus consecuencias en etapas tempranas. En este sentido, la educación sexual integral (ESI), los controles ginecológicos de rutina y la vacunación cumplen un rol central. Cabe destacar que, si bien el uso correcto del preservativo no brinda una protección total, continúa siendo una medida fundamental frente a las infecciones de transmisión sexual. Además, los chequeos ginecológicos de rutina como el test de VPH -recomendado a partir de los 30 años- y el Papanicolau (PAP) permiten detectar lesiones precancerosas a tiempo.