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Entre montañas y silencio, el pueblo cordobés que lo tiene todo sin decirlo

En el corazón del Valle de Punilla, hay un pueblo que ofrece una escapada completa: casonas de estilo inglés, naturaleza y sabores únicos.

Este pueblo cordobés combina historia, cultura, sabores y naturaleza en una experiencia única en el corazón del Valle de Punilla.

Este pueblo cordobés combina historia, cultura, sabores y naturaleza en una experiencia única en el corazón del Valle de Punilla.

En lo alto del Valle de Punilla, rodeado de sierras, se encuentra La Cumbre, un pueblo elegante que combina la calma serrana con una intensa vida cultural y una infraestructura pensada para el descanso y la exploración. Es la localidad más elevada del valle y una de las más completas de Córdoba para disfrutar en cualquier época del año.

Con su arquitectura de casonas antiguas y jardines cuidados, La Cumbre tiene un aire distinguido que no impide el contacto directo con la naturaleza. Desde caminatas suaves hasta deportes extremos, desde tés artesanales hasta vuelos en ala delta: todo convive armónicamente en este rincón serrano que sigue enamorando a quienes lo visitan.

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Desde caminatas y museos hasta vuelos en ala delta, La Cumbre ofrece actividades para todos los gustos en un entorno serrano privilegiado.

Desde caminatas y museos hasta vuelos en ala delta, La Cumbre ofrece actividades para todos los gustos en un entorno serrano privilegiado.

Museos, senderos y rincones para explorar

La oferta cultural en La Cumbre es amplia y diversa. En Cruz Chica, la Casa Museo de Manuel Mujica Lainez permite asomarse al universo del célebre escritor argentino. También hay ateliers, galerías de arte, espacios de cerámica y un original Museo de Motos y Bicicletas Antiguas para quienes disfrutan de lo retro.

Para los más contemplativos, se pueden visitar cinco templos, entre ellos la capilla San Roque, una de las más antiguas del pueblo. Y si la idea es salir al aire libre, hay senderos bien marcados que conducen hasta el Cristo Redentor, con vistas panorámicas imperdibles, o caminos que unen Cruz Chica y Cruz Grande, ideales para caminatas cortas.

Entre el vértigo y la calma: todo en un mismo destino

Los más aventureros pueden animarse a cruzar tirolesas, practicar arborismo o tiro al arco en la Estancia El Rosario. Para los que buscan algo más extremo, Cuchi Corral es el punto de partida para vuelos en ala delta o paracaidismo. Pero también hay lugar para la pausa: las márgenes del río Pintos, el dique San Jerónimo o el arroyo El Chorrito invitan a detenerse, respirar y dejarse llevar.

Otra experiencia especial es visitar un viñedo y degustar varietales locales, como en la bodega Nébula. También se puede recorrer una plantación de lavandas y su destilería, o incluso jugar al golf en campos de 9 y 18 hoyos. Y si se busca algo más tradicional, el Camino de los Artesanos desde la ruta E55 ofrece un recorrido encantador entre talleres, puestos de diseño y vistas serranas.