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Dolor, insomnio y fiebre: cómo fueron los últimos días de la elefanta Kenya en Brasil

La elefanta Kenya murió esta mañana en el santuario de Brasil. Cómo vivió los últimos días en Mato Grosso.

La elefanta Kenya y Pupy en el santuario de Brasil.

La elefanta Kenya y Pupy en el santuario de Brasil.

Santuario de elefantes

Esta mañana murió la elefanta Kenya en el santuario de Brasil. Kenya llegó a Mendoza en 1985 desde Alemania y vivió en el zoológico en cautiverio durante 40 años. En julio fue trasladada a Mato Grosso y vivió un poco más de cinco meses en un entorno natural.

la elefanta Kenya mojada
Hace unos meses la elefanta Kenya caminaba libre por el santuario después de refrescarse con su trompa.

Hace unos meses la elefanta Kenya caminaba libre por el santuario después de refrescarse con su trompa.

La muerte de la elefanta Kenya

Desde la cuenta oficial de Instagram del santuario de elefantes de Brasil informaron cerca del mediodía que la elefanta Kenya había muerto. “Con profunda tristeza compartimos que Kenya falleció esta mañana. Sabemos que han caminado cuidadosamente a su lado mientras se enfrentaba a desafíos en los últimos días, y toda esa energía ha estado presente”, escribieron en un posteo de pésame.

“Es raro que un elefante esté rodeado de tanto amor, proveniente de tantas partes del mundo. Mientras lloramos y empezamos a lidiar con todo lo que se necesita hacer en tiempos devastadores como este, sentimos su espíritu alrededor de nosotros”, agregaron.

Además, desde Proyecto ELE de la Fundación Franz Weber explicaron que por el momento se desconocen las causas de la muerte y que en unas semanas van a estar los resultados de la necropsia que se le está realizando al cuerpo esta tarde.

Kenya y Pupy comparten un baño en el barro en Brasil

Kenya y Pupy comparten un baño en el barro en Brasil

Los últimos días de Kenya

Durante el fin de semana la salud de la elefanta Kenya desmejoró notablemente, a pesar de que los últimos análisis de sangre habían dado bien, presentó molestias en la rodilla de la pata derecha, fiebre y cambios en la respiración. Por lo que los veterinarios decidieron administrarle antibióticos y calmantes para mejorar su estado de salud.

“Hace unas mañanas, nos dimos cuenta de que la respiración de Kenya es diferente. En general, los elefantes enmascaran enfermedades, por lo que inmediatamente le colocamos inyecciones con antibióticos”, comentaron desde el santuario.

la elefanta Kenya en el santuario de Brasil

La elefanta Kenya llena de tierra después de revolcarse en el santuario.

Al principio mejoró, comió con normalidad y la frecuencia de su respiración mejoró. Pero el sábado a la mañana todo dio marcha atrás.

El domingo, los cuidadores advirtieron que la respiración de Kenya seguía alterada y desde hacía días no se acostaba. Este último es un mal presagio porque los elefantes dejan de acostarse cuando tienen miedo de no tener fuerzas para volver a levantarse.

El lunes pudieron sacarle sangre y confirmaron que no estaba deshidratada. Además le colocaron una sonda para administrarle medicamentos y suero. Colocaron una gran lona en el cobertizo y cruzaron dos cintas debajo de su abdomen para aliviar el peso de su cuerpo sobre sus patas. También le hicieron nebulizaciones y refrescaron el ambiente con un gran ventilador. A la noche le sacaron el catéter y la dejaron libre para que jugara con el barro, pero solo se fue un momento y volvió al cobertizo.

Finalmente, anoche Kenya se acostó y no se movió más. “Esta mañana sus ojos estaban un poco más abiertos, pero permanecieron calmados. Los cuidadores Michele y Scott estuvieron con ella durante toda la noche, ofreciendo presencia y cuidado, pero también espacio, para que pudiera descansar sabiendo que estaban allí. En un momento, su respiración cambió y soltó un sonido de cachorro con su trompa y luego partió rápida y silenciosamente”, cerraron el relato desde el santuario de elefantes.

Kenya juega con una sandía en el satuario de Brasil

Kenya juega con una sandía en el satuario de Brasil.