Basta de mentiras: por qué tus propósitos de año nuevo fracasan
Cada diciembre prometemos cambiar, pero fallamos igual. El problema no es la falta de voluntad, sino una autoestima basada en logros externos y frágiles.
Este 2026, no te conformes con la autoestima de cotillón.
Archivo.Llega diciembre y con él, el ritual de cada año: la lista de propósitos. "Este año sí empiezo el gimnasio", "Ahora sí ahorro", "Voy a aprender un nuevo idioma". Frases cargadas de esperanza que, seamos honestos, rara vez sobreviven a la primera quincena de enero. ¿Por qué repetimos este ciclo de ilusión y fracaso año tras año?
La respuesta es incómoda: porque tus propósitos están construidos sobre una base de arena. Son un intento de decorar una casa que tiene los cimientos rotos. Son, en esencia, "autoestima de cotillón".
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La trampa de la autoestima de cotillón
Llamo "autoestima de cotillón" a esa sensación de valía que depende de logros externos y fugaces. Es la que te hace sentir increíble cuando comprás algo nuevo, cuando recibís un halago o cuando te ponés una meta ambiciosa. El problema es que esa sensación es tan efímera como el confeti. Dura un instante y después, volvés a sentir el mismo vacío de siempre.
Los propósitos de año nuevo son el máximo exponente de esta trampa. Buscamos cambiar un comportamiento externo (ir al gimnasio) para sentirnos mejor con nosotros mismos, sin entender que el problema no está en el comportamiento, sino en la creencia que lo sostiene. Creemos que "cuando adelgace, seré feliz" o "cuando tenga más plata, me sentiré seguro". Es una lógica que pone el carro delante del caballo.
El verdadero cambio, el que se sostiene en el tiempo, no viene de afuera hacia adentro. Viene de adentro hacia afuera. Nace de construir una "autoestima real", una que no depende de si cumpliste o no la lista de tareas, sino de un conocimiento profundo y una aceptación radical de quién sos.
El viaje al fondo del mar: la única forma de cambiar de verdad
Para construir esa autoestima real, necesitás hacer un "viaje al fondo del mar". Necesitás dejar de mirar la punta del iceberg (tus comportamientos) y sumergirte en las profundidades para entender qué hay debajo: tus miedos, tus patrones aprendidos, tus creencias limitantes. Es un trabajo que requiere valentía, porque implica mirar partes de vos que quizás no te gusten. Pero es la única forma de dejar de repetir los mismos errores. Es el único camino para que el 2026 no sea una copia del 2025.
El método de 3 pasos para que el 2026 sea diferente
Olvidate de la lista de 10 propósitos. Este año, vamos a hacer algo distinto. Vamos a enfocarnos en un solo "objetivo-brújula" que ordene todas tus demás decisiones.
Paso 1: hacé un diagnóstico honesto
- Antes de pensar en lo que querés, tenés que entender dónde estás. Hacete estas preguntas sin filtro:
- ¿Qué área de mi vida me generó más frustración este año? (trabajo, pareja, dinero, salud)
- ¿Qué patrón de comportamiento repetí una y otra vez?
- ¿Qué creencia sobre mí mismo me está limitando?
Paso 2: definí tu objetivo-brújula con claridad
- La claridad es poder. En lugar de una meta externa ("bajar 5 kilos"), tu objetivo-brújula tiene que ser un cambio interno. Tiene que ser algo que, si lo lográs, va a generar un efecto dominó en todas las demás áreas de tu vida. Por ejemplo:
- En lugar de "cambiar de trabajo", tu objetivo-brújula podría ser "Lograr un puesto en x empresa en x posición para x fecha"
- En lugar de "vender más", podría ser "Lograr vender xx cantidad por mes de x producto o servicio durante todo 2026".
Paso 3: creá un plan de acción imperfecto
- La punta del ovillo. ¿Qué es lo mínimo que puedo hacer para desenmarañar mis dudas y pasar a la acción? Recuerda que, la parálisis por análisis es el mejor amigo de la procrastinación. No necesitás el plan perfecto. Necesitás un primer paso, por más pequeño y torpe que sea. ¿Qué acción imperfecta podés tomar hoy?
- Si tu objetivo es cambiar de trabajo, quizás tu primer paso sea tan simple como actualizar tu CV. Si es vender más en tu negocio, quizás sea hacer un reel o contactarte con un cliente actual para saber que es lo que más valora de tu producto o servicio.
- Este 2026, no te conformes con la autoestima de cotillón. Animate a hacer el viaje al fondo del mar. Animate a construir algo real, algo que dure, algo que nadie te pueda quitar. Porque la vida que querés no se consigue con una lista de deseos, se construye con decisiones valientes.
* Daniela De Lucía. Autora, Speaker.



