Alejo Arias reveló cómo fue volver a Mendoza tras estar 2 años preso en El Salvador
Alejo Arias González estuvo detenido desde el 2023 en El Salvador. Relató su experiencia, la angustia por la incomunicación y la alegría de reencuentro. Escuchá su testimonio.
Alejo Arias González, el mendocino oriundo de Rivadavia que estuvo detenido en El Salvador durante casi dos años, volvió a la Argentina tras ser liberado en una audiencia sorpresa. En diálogo con MDZ Radio 105.5 FM, el joven contó cómo fue su encierro, el proceso judicial y la alegría de reencontrarse con los suyos.
Arias viajó a El Salvador en marzo de 2023 para trabajar en una empresa financiera, buscando mejorar su situación económica mientras estudiaba en Mendoza. Sin embargo, el 14 de julio de ese año fue detenido bajo el régimen de excepción del gobierno de Nayib Bukele. "A veces la ignorancia de uno… En lo que yo hacía no había nada ilícito", afirmó, aunque reconoció quedar "involucrado" en una causa judicial.
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Estuvo recluido en un penal de extranjeros, donde destacó que el trato fue "más suave" que en otras cárceles del país. Lo más difícil, dijo, fue la "incomunicación con la familia". Solo pudo ver a su padre en octubre de 2023, cuando este viajó para entregar documentación que respaldaba su situación. "Gracias a Dios hicieron una excepción. Eso me llenó de alegría", recordó.
Su liberación llegó de forma inesperada durante una audiencia. "No lo podía creer. No caía que ese día podía salir libre", confesó. Agradeció el trato de las autoridades salvadoreñas, aunque aclaró que "el caso sigue abierto".
Al llegar a Mendoza, su familia lo recibió con emoción. "Fue algo único, algo que no se puede comprar", describió. Tras casi dos años sin probar carne, celebró con un asado: "Es lo único que deseaba". Sobre el futuro, dijo que avanzará "de a poquito", pero valoró el aprendizaje de la experiencia. "Valorar el amor de la familia, vivir el día a día como si fuera el último", reflexionó.
Alejo también agradeció al personal de las embajadas argentinas y a quienes apoyaron su caso. "Después de tanto tiempo, amanecer en casa es algo impagable", cerró. Su historia, marcada por la incertidumbre y la fe, culmina —por ahora— con el alivio de volver a su tierra.