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Javier Klajner: "Hay que descubrir a León XIV en los gestos y en las palabras"

EL padre Javier Klajner evoca a su amigo el padre Jorge, su Obispo en Buenos Aires, y revela su esperanza sobre el nuevo Papa.

Primera semana oficialmente que León XVI fue entronizado como sucesor de Pedro al frente de la iglesia católica. Ahora, comenzaremos a descubrir a medida que lo escuchemos si seguirá un pontificado con hilos en común con lo que fueron los 12 años de papado de Francisco o ir viendo diferentes matices.

En la redacción de MDZ nos visitó el padre Javier Klajner, cura párroco en la parroquia Navidad del Señor, en la ciudad de Buenos Aires. Ahí, habló de sus primeras vivencias sobre el papa León XIV, pero también para honrar la memoria del Padre Jorge, su Obispo en Buenos Aires.

- Padre Javier, bienvenido. ¿Te sorprendió la designación de Robert Prevost como papa León XIV, como el sucesor de Francisco?
- Sorprender en el sentido de sorpresa, no, porque era una posibilidad, pero no era de los más conocidos. Si me sorprendió gratamente porque el perfil que tiene León XIV, es muy bueno en a ver cuando después el lo dijo justo este fin de semana con los cardenales y empezó como a contar. Estos días lo habló con los Cardenales, muy buena la referencia que  sobre el papa León XIII. A quien le tocó ser el Papa de en medio de la revolución industrial. Sin dudas fue una gran novedad. Por otro lado me gustó el nombre que eligió y también valoro mucho, que tiene una experiencia y una mirada general. Fue también Superior General de los Agustinos y esa función le dio la posibilidad de viajar y conocer muchos países y comunidades. Lo extraordinario es su experiencia misionera en Perú, no es una persona que viene de una estructura como es la de Estados Unidos. En Perú, en un lugar humilde. misionando  primero y después cuando termina su servicio como Superior de la Orden que vuelve al Perú y ahí el papa Francisco lo nombra Obispo. Si te pones a pensar hace 12 años atrás ni siquiera Obispo. Entonces Francisco lo nombra al frente del Dicasterio para los Obispos, esa función le dio mucho conocimiento de los obispos de todo el mundo.

- Una de las primeras señales fue su vestimenta, revestido de rojo, lo primero que pensamos, volvemos a lo antes, pero a su vez con los zapatos negros. ¿Qué sensación te generó?
- Uno puede ser sencillo y tener cierta cultura general, que tiene un cierto quizá pasar económico, pero no de nuevo rico, sino de quizá de experiencia, de familia. Todo eso es simple y sencillo para un montón de cosas. Creo que León XIV hizo algo muy simple. Esto es una tradición que tiene una riqueza que no necesariamente la tenemos que olvidar. De hecho cuando sale él tiene incluso una cruz que le habían regalado anteriormente. Esa cruz que tiene reliquias de San Agustín, Santa Mónica, que es muy interesante, pero cuando vos ves las otras fotos ya tiene su viejo pectoral plateado. Como que quizá para algunos eventos va a usar esto. Te das cuenta que no tiene problema. Lo que predica es muy simple.

- Volvemos unos días más atrás todavía, lunes 22 de abril, llega la noticia que el mundo esperaba, la muerte de Francisco, para algunos quizás inesperado porque lo habíamos visto en el domingo anterior, y llegamos a pensar está volviendo. ¿Sentís que se estaba despidiendo?
- Si, de hecho, mira qué cosa interesante. estoy viviendo en la Parroquia Resurrección del Señor. La fiesta era la Pascua y el Arzobispo Jorge García Cuerva había ido a celebrar la misa. Dicen siempre que los curas solamente trabajamos en Semana Santa y alguna que otra vez. Entonces el lunes dije bueno, voy a descansar un rato más, la computadora abierta, tenía el WhatsApp web abierto y empezó de golpe a las 5 de la mañana, ¿quién está mandando mensaje a esta hora? y no le di bolilla. Me levanté, ¿quién será tan temprano? Y ahí es donde me entero que Francisco había muerto. Cuando me entero no caía, porque lo habíamos visto. Había dado la bendición, había saludado por la paz. Había ido a la plaza, después nos enteramos del agradecimiento que le hizo a quién lo cuidó, "gracias por llevarme a la plaza, no como que quizá él intuía algo que nosotros no sabíamos y sabía que tenía que estar ahí"

- Otro tema muy interesante es que estuvo el domingo de Pascua.
- Si Francisco hubiera fallecido antes del domingo de ramos, hubiera sido una Semana Santa totalmente distinta. San Juan Pablo II también murió el sábado siguiente a la Pascua del año 2005, en las vísperas del Domingo de la Misericordia. Cuando caí en la cuenta que Francisco nos había dejado, me puse a llorar. Mi experiencia vital mía fue esa.

- ¿Te llevó en ese momento a los recuerdos de haberlo conocido como padre Jorge, como Cardenal, aquí en Buenos Aires, esos encuentros?
- Yo tuve la suerte de estar con él 3 veces en Roma, cuando Jorge Bergoglio se va el cónclave en 2013, diciendo "bueno, yo voy, total, ya estoy viejo". Ya había presentado la renuncia por la edad y no volvió mas. Siento que nos quedamos sin con esa historia. Cuando se jubila o fallece, se celebra la misa de despedida o el funeral. Nosotros no tuvimos nada de eso. Se fue y nos quedamos sin nada en y en ese sentido, afortunadamente, yo tuve la suerte de verlo en 3 oportunidades. Entonces para mí eso también fue como un capítulo lindo decir no es que quedó cerrado y que no lo vi nunca más

- ¿Pudiste ir a despedirlo en Roma?
- Exacto, pude llegar el viernes e ir a San Pedro y poder estar ahí rezando al lado de él. El sábado pude estar en el funeral, y sentir que me dio como este regalo de poder cerrar una etapa. Que es lindo que uno se pueda despedirse. Para mí fue muy emocionante porque, uno de los curitas nuestros que es secretario, Juan Cruz, me dio la posibilidad de poder estar cerquita y estuve casi media hora, con una hermana amiga, una religiosa, rezando el rosario, estando ahí contemplándolo y también mirando a la gente que pasaba, para rezar y pedir.

- Muchos sacerdotes hablaban de un sentimiento de orfandad, ¿lo sentís así?
- Sí, porque me parece quizá en nosotros, los que lo conocimos acá, en mi caso, que él me ordenó como sacerdote, fue mi obispo mucho tiempo. después me tocó trabajar en algunas temas muy cercanos, en la Pastoral de Juventud, en determinado desafío, donde tenía una cercanía en lo pastoral y de poder charlar muchas cosas. Cuando lo vimos como Papa, descubrimos algo lindo que le regalaba un momento en la Iglesia, una paternidad que se necesitaba en ese sentido. Lo más extraordinario es como quizá nosotros tenemos el problema de ser argentinos y de querer ver todo desde el ombligo del argentino, y en estos días de despedida y todos los todas las autoridades del mundo que fueron, nos hicieron entender la importancia que tenía Francisco para el mundo. Mientras nosotros seguimos pensando nuestro ombligo.

- Volviendo al papa León XIV, ¿cuál pansas que son esos desafíos que quizás no terminó Francisco y que quedan pendientes? 
- Creo que les dejó preparado el Jubileo, que es una linda oportunidad para poder encontrarse con distintas realidades, el de los jóvenes, el de los trabajadores, el de los periodistas. Algunos ya pasaron, otros vendrán. Entonces, pienso que le va a dar como una oportunidad de dar mensajes concretos a distintas realidades, que me parece que eso es interesante y ahí veremos un poquito qué es lo que él va queriendo. Tengo una esperanza linda, porque es tiene una cierta vitalidad que a los 69 años lo ves como un hombre ágil. Hasta hace poco estaba en un caballo en medio, viste de la sierra de la sierra peruana. Uno tiene que empezar a descubrir en los gestos y las palabras.

Mirá la entrevista completa con el padre Javier Klajner