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¡Qué pobreza que hay en este parque! La queja del 1° de mayo en el Rosedal

Un paseo por el Parque San Martín y una visión del nivel de consumo de los mendocinos de a pie.
Foto: Edu Gajardo / MDZ
Foto: Edu Gajardo / MDZ

"¡Qué pobreza hay en este parque!". Con esa frase resumió uno de los comerciantes ambulantes el nivel de consumo en el Parque General San Martín en un feriado cargado de personas en el principal pulmón verde de la zona metropolitana mendocina. Lanzó la frase en repetidas ocasiones pasando en medio de decenas personas que reaccionaron algunas incrédulas, otras sorprendidas y otras hasta con un grado de molestia porque -seguramente- se sintieron increpadas por el vendedor.

Aunque no se trata de un método científicamente reconocido, un feriado en el Parque es una percepción de lo que puede ser el momento de que vive la población mendocina. En todos los rincones del pulmón verde había familias locales aprovechando el día soleado cargados de mochilas o canastas con productos para la media tarde. Incluso, algunos tenían largas mesas que daban cuenta de que aprovecharon el Día del Trabajador para hacer un almuerzo bajo la sombra de un árbol con comida que trajeron preparada desde sus casas.

Pero esa escena de queja por la "pobreza" no era la única, sino que había otros comerciantes que apelaban a la ironía para manifestar su preocupación -o malestar- por las bajas ventas aún cuando el parque estaba colmado de personas. "¡No me acosen, no se agolpen que tengo para todos. Señora no puede colarse en la fila!¡Recibo Mercado Pago y efectivo!", decía otro vendedor que circulaba entre los caminos del Rosedal en soledad y sin lograr venta alguna.

Por otro lado, en los food trucks que se ubican alrededor de la fuente y las calles cercanas al lago, la mayoría de los que allí compraban eran turistas que aprovecharon el lindo día para conocer el parque. El consumo tampoco era masivo y los precios en estos lugares son bastante más alto que el de los comerciantes ambulantes. Igualmente, ofrecen otro nivel de variedad y de productos.

Comercio ambulante en scooter eléctricos.

Pero las quejas de los comerciantes también se daban porque a la competencia que tienen en los food trucks ahora también se suman improvisados vendedores que llegan a ofrecer productos caseros como churros o tortitas. Incluso, un par de estos improvisados ambulantes llegaron movilizados en llamativos scooters eléctricos que contrastaban con las bicicletas viejas del heladero o el hombre del algodón de azúcar.

Después de varias horas y muchas vueltas, en una cuenta simple de la cantidad de producto que tenía en ese largo palo sobre su bicicleta, el hombre del algodón de azúcar apenas había vendido dos unidades, cerrando una jornada en la que se volvía difícil poder lograr ventas. La jornada era absolutamente "gasolera" en un parque que estaba muy concurrido dado el cierre de la mayría de las alternativas por el 1° de mayo.

Sin embargo, aún concentrando una importante cantidad de gente, por lo menos para una importante cantidad de mendocinos los paseos son a bajo costo y eso pega fuerte en el comercio ambulante del principal pulmón verde de Mendoza.