Estos son los pueblos argentinos que compiten para ser el mejor del mundo

La ONU Turismo presentó la nueva edición de su prestigiosa iniciativa global y Argentina ya tiene a sus nueve candidatos. Cada uno representa una forma distinta de vivir el turismo rural, con fuerte arraigo comunitario y compromiso con la sostenibilidad.
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La iniciativa Best Tourism Villages tiene como objetivo distinguir a aquellos pueblos que son ejemplo de destinos de turismo rural, con un fuerte respeto por su entorno natural, su cultura y su comunidad. Los seleccionados destacan por preservar su identidad local, fomentar actividades económicas tradicionales y promover un turismo responsable.
Para competir, los pueblos deben cumplir con criterios clave: tener menos de 15.000 habitantes, desarrollarse en paisajes rurales donde se practiquen actividades como la agricultura o la pesca, y ofrecer una experiencia auténtica basada en la vida comunitaria. Este año, Argentina eligió a nueve representantes con historias y propuestas muy diferentes.
Maimará (Jujuy)
Este pintoresco pueblo quebradeño se encuentra en pleno corazón de la Quebrada de Humahuaca, un sitio Patrimonio de la Humanidad. Rodeado de cerros multicolores y plantaciones en terrazas, Maimará deslumbra por su belleza paisajística y sus tradiciones andinas, como las celebraciones religiosas y la producción artesanal de frutas secas y vinos de altura.
San Javier y Yacanto (Córdoba)
Ubicados a los pies de las Sierras de los Comechingones, estos dos pueblos serranos ofrecen una combinación perfecta de tranquilidad, naturaleza y cultura local. Se destacan por su propuesta turística de baja escala, sus senderos entre bosques nativos, su historia vinculada al cultivo de aromáticas y la fuerte identidad que mantienen viva sus habitantes.
Villa Elisa (Entre Ríos)
Conocida por sus termas, Villa Elisa también se distingue por su rica herencia de inmigración suiza y francesa, reflejada en su arquitectura, gastronomía y fiestas populares. El turismo rural en la zona invita a recorrer establecimientos productivos, vivir experiencias agrícolas y disfrutar de un entorno natural cuidado por la comunidad.
Seclantás (Salta)
En el Valle Calchaquí, Seclantás es uno de los pueblos más auténticos del norte argentino. Su nombre remite a los antiguos pobladores diaguitas, y hoy mantiene vivas muchas de esas tradiciones en su cultura textil. Reconocido por sus telares, artesanos y su entorno agreste, es un destino ideal para quienes buscan historia viva y paisajes imponentes.
Saldungaray (Buenos Aires)
Ubicado al pie de las sierras de la Ventana, este pueblo bonaerense sorprende por su legado patrimonial y su entorno natural. Su iglesia diseñada por Francisco Salamone, sus bodegas artesanales y sus paisajes rurales lo convierten en una joya escondida del sudoeste bonaerense. La comunidad promueve un modelo turístico sustentable y arraigado a las tradiciones locales.
Famatina (La Rioja)
Con su imponente cerro homónimo como telón de fondo, Famatina mezcla historia, lucha ambiental y riqueza natural. Este pueblo riojano ha sabido resistir los embates de la megaminería defendiendo su tierra y promoviendo un turismo alternativo, basado en caminatas, circuitos históricos y productos regionales como el vino y la aceituna.
Colonia Carlos Pellegrini (Corrientes)
Ubicada en el corazón de los Esteros del Iberá, esta colonia es una referencia en turismo de naturaleza y conservación. La comunidad local está profundamente involucrada en el desarrollo turístico, ofreciendo safaris fotográficos, paseos en lancha, avistaje de aves y experiencias en contacto directo con la fauna autóctona, todo en armonía con el entorno.
Uspallata (Mendoza)
Este pueblo andino, en el camino entre Mendoza y Chile, es un enclave de historia, paisajes montañosos y cultura huarpe. Antiguo paso del Ejército de los Andes, hoy es elegido por quienes buscan aventuras al aire libre, tranquilidad y contacto con la cordillera. Además, su compromiso con la sustentabilidad lo posiciona como referente en turismo responsable.