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El legado de Francisco: ¿fue un reformista o un conservador encubierto?

El primer papa latinoamericano desafió clasificaciones: entre el conservadurismo popular, las grietas argentinas y una Iglesia global en transformación. Las paradojas del papado que marcó una era.

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MDZ Sociedad jueves, 24 de abril de 2025 · 10:44 hs
El legado de Francisco: ¿fue un reformista o un conservador encubierto?
Paradojas del papado que marcó una era. Foto: EFE

En el marco de la conclusión del papado de Francisco, el sociólogo e investigador del Conicet Fortunato Mallimaci ofreció un análisis exhaustivo sobre su legado en MDZ Radio 105.5 FM en conversación con el conductor Marcelo Arce. Con una trayectoria enfocada en sociedad, cultura y religión, Mallimaci destacó la complejidad de clasificar al pontífice argentino.

“Es un conservador popular. Tuvo posturas radicales en lo social, pero es conservador sobre temas como la mujer o la parroquia. No movió un ápice en eso”, señaló el sociólogo. Respecto a la posibilidad de otro papa argentino, fue contundente: “Me parece un disparate. Está todo abierto, pero la internacionalización del Colegio Cardenalicio dificulta que se repita”. Además, recordó cómo, tras la elección de Francisco en 2013, “todos los analistas latinoamericanos descartaron un papa de la región. Hoy, el escenario es más diverso”.

Mallimaci subrayó las contradicciones del papado: “Habló de una Iglesia para todos, diluyendo el poder jerárquico, pero mantuvo estructuras pétreas. Vetó propuestas como celebrar misas en el Amazonas lideradas por sabios laicos”. Sobre su relación con Argentina, mencionó: “No vino nunca, aunque podría haberlo hecho. Su historia aquí es parte de una trama social donde la grieta no es exclusiva”, y agregó: “Bergoglio fue expulsado por sus pares jesuitas y terminó en una casita en Córdoba. Su ascenso fue inesperado”.

Escuchá la entrevista completa:

Al abordar la crisis actual de la Iglesia, Mellimaci señaló: “Hay una crisis fenomenal, como en todo el mundo católico. Pero el Vaticano sigue siendo un actor global: 175 países tienen relaciones diplomáticas con él. Es un Estado que da legitimidad simbólica”. Sobre el futuro, planteó dos modelos en pugna: “¿Una Iglesia tipo San Cayetano, incluyente, o un monasterio para ‘perfectos’? La discusión es entre continuar con Juan XXIII o volver a Juan Pablo II”.

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