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Veteranos de la Guerra: "Malvinas fue una causa justa"

Se cumplen 43 años de aquel 2 de abril de 1982, nos visitan en la redacción de MDZ Comodoro (R) VGM Héctor “Pipi” Sanchez, y al Capitán (R) VGM Luis “Tucu” Cervera ambos VGM.
Comodoro (R) VGM Héctor “Pipi” Sanchez, y al Capitán (R) VGM Luis “Tucu” Cervera. Foto: Agustín Tubio / MDZ
Comodoro (R) VGM Héctor “Pipi” Sanchez, y al Capitán (R) VGM Luis “Tucu” Cervera. Foto: Agustín Tubio / MDZ

Un nuevo 2 de abril, hoy a 43 años de la gesta de Malvinas, y una vez más queremos contar sus historias para honrar a aquellos que lo dieron todo. Algunos volvieron, otros no, pero sus historias nos permiten mantener viva la voluntad de un país entero por recuperar su territorio, el mar que lo rodea y la proyección antártica que brinda.

Tenemos el honor de tener con nosotros al Comodoro (R) VGM Héctor “Pipi” Sanchez, y al Capitán (R) VGM Luis “Tucu” Cervera. Durante el conflicto ellos se desempeñaron como pilotos de combate de la Fuerza Aérea Argentina, volando aviones A4-B Skyhawk de la V Brigada Aérea con base en tiempos de paz en Villa Reynolds, San Luis, y durante la guerra en Río Gallegos, y los últimos días en San Julián, ambas bases en la Provincia de Santa Cruz.

- Para empezar, me gustaría que nos cuenten que estaban haciendo el 2 de abril, cómo los sorprende, si es que los sorprendió. ¿Dónde estaban? ¿Qué hacían?
- Héctor "Pipi" Sánchez (HS): El 2 de abril del 82 yo estaba en Venezuela. Después de cuatro años volando los A4 en Villa Reynolds, me cambiaron de destino a volar Mirage. Para mí era una superación en lo profesional. En ese momento era alumno y era mandatorio hacer simulador de vuelo. Argentina no tenía en ese momento simulador de Mirage, así que había un convenio con Venezuela. Fuimos por 15 días dos alumnos y un instructor, y en la primera semana, ese viernes fue 2 de abril. Me sorprendió en Venezuela la recuperación de nuestras Malvinas. Fue todo un drama volver. Estaba complicado porque era alumno. Sabía que no podía participar en el conflicto porque estaba cursando para capacitarme en la adaptación al Mirage, así que me iba a perder ese conflicto. Un compañero nuestro, el Charly Perona, que ya tenía experiencia en Mirage, me dijo: “Llamá a los de Reynolds y deciles, porque vos todavía estás capacitado en los A4”. Así que eso hice. Por suerte me llamaron para unirme nuevamente a los escuadrones A4. Tuve mucha suerte, me tenían que pedir. No era “Yo me vuelvo”, tenía que llegar la orden de volver. Así que gracias a Dios me re incorporaron y pude combatir con mis antiguos compañeros. 

Los dos escuadrones del Grupo 5 de caza fueron desplegados en la base Río Gallegos (BAM Río Gallegos) y sobre el final del conflicto fueron reubicados en la base San Julián (BAM San Julián). Fuente Propia

- Luis "Tucu" Cervera (LC): Creo que para ambos casos fue sorpresa. No estábamos en conocimiento de la Operación Rosario. Así que, en mi caso, yo estaba en Villa Reynolds, y me estaba higienizando como todos los días para ir a iniciar las actividades de vuelo. Escuchando la radio me entero de la recuperación de Malvinas. ¿Eh? Sorpresa, alegría de saber que habían vuelto al patrimonio nacional las Islas Malvinas. Y bueno, ahí fue ir al grupo aéreo y ser notificado oficialmente de lo que había pasado, de lo que estaba sucediendo y más o menos comenzar con la proyección a futuro de qué es lo que podía pasar con los escuadrones. Nosotros éramos en ese momento una de las unidades más fuertes de la Fuerza Aérea con los aviones A-4. Durante abril hubo muchas elucubraciones, que se va a negociar, que no vamos a entrar, que si hay conflicto nosotros no vamos a operar porque no estamos habilitados para volar sobre el mar, no sabemos nada de atacar buques. La doctrina era defender al territorio nacional, la Armada el Mar Argentino y el Ejército despliega sobre el terreno. Todo eso hacía pensar que no íbamos a participar.

Un avión A4-B Skyhawk de la V Brigada Aérea. Se observan debajo de la cabina 2 “killmarks” que indican que fue parte de misiones de ataque que alcanzaron a blancos navales durante la guerra de Malvinas.

- Pasando a las misiones, el 21 de mayo comienzan a desembarcar los británicos, tocan tierra por primera vez, porque hasta ahí eran bombardeos navales, ataques aéreos, pero las tropas no habían tocado tierra. Ahí es cuando la Fuerza Aérea desata el infierno sobre San Carlos, con participación también de la aviación naval. El día 24 de mayo ustedes dos participan juntos de una misión. ¿Cómo fue esa misión?

- LC: Nosotros el 24 tuvimos la suerte de encontrar los cinco grandes buques logístico que tenían. Porque otra de las críticas que nos hicieron a nosotros, y los ingleses también nos criticaron, fue que atacamos los destructores y las fragatas, que no eran blancos importantes. Pero no, muchas veces vos llegabas a la zona donde te habían indicado que había un blanco y eran destructores o fragatas, y vos los tenías que atacar. No era que cerca de ahí había otro buque. Sabíamos que los más peligrosos para las fuerzas que estaban en tierra eran los portaaviones, los buques de transporte de personal, claro, y después los logísticos. El 24 entramos los cinco aviones a la bahía de San Carlos, y gracias a Dios salimos los cinco.

- HS: Yo venía con Falla de Radio de VHF. En realidad, es mandatorio que te vayas al aterrizaje en tiempos de paz porque sos un bólido y andas ahí incomunicado. Yo decidí seguir con la formación. La bahía de San Carlos está rodeada por unas elevaciones. Cuando llegó el uno arriba dijo “Ahí están”, esa fue la única comunicación. Todos escucharon menos yo. Todos aceleraron. Yo vi que me pasaron todos y digo, ¿Qué pasa? Hasta que llegué arriba. Cuando llegué arriba, los vi a los cuatro que estaban delante mío. Era impresionante lo que les estaban tirando, porque me habían sacado bastante distancia. Así que era el infierno. Yo decía ninguno de los cinco salimos de acá.

El ataque de dos Harrier

- El 24 de mayo ya llevaban tres días en tierra, con lo cual, además del fuego antiaéreo de los buques, ya habían tenido tiempo de sobra para emplazar en tierra la artillería antiaérea.
- LC: Sí, los misiles Rapier. Tiraban todos y con todo, hasta con fusil, pero siempre tropa desplegada en el terreno y los Rapier. Tiraban desde los buques en la bahía, y desde tierra. Cada uno de los cinco eligió un buque distinto y tiró. Lanzamos la bomba de 1.000 libras y salimos. Escapamos también como en el ataque: En bandada de loros ¿Por qué? Son cinco aviones que suben una loma y se encuentran con el escenario de 15 buques como mínimo entre los de desembarco y las fragatas y los destructores, en silencio de radio, sin hablar, porque el jefe de escuadrilla Mariel dijo “Ahí están”, nada más. Entonces no tenés tiempo de nada. No hubo asignación de blancos, en donde el uno dice yo voy a este, el dos va a aquel blanco. Cero comunicación, y él sin radio. Entramos los cinco y cada uno eligió un buque. Entonces cuando entro en la bahía me pongo rasante, pegado al agua. Yo tenía un buque atravesado adelante mío, uno grandote, dije “Yo voy a ese” ni pienso. Yo ni miraba lo que había alrededor. Miraba, pero así, con el rabillo del ojo, yo iba enfrascado con ese y este (Pipi Sánchez) me pasó de izquierda a derecha, delante mío, a 20 metros mío. Después al rato veía otro por allá y veía un bombazo allá y los cañones en el agua. Entonces los cinco estábamos cada uno haciendo la suya. Claro, y gracias a Dios no nos chocamos. Ese ha sido un buen ataque, pero muy desordenado. No fue lo que dicen los manuales, lo nuestro fue una bandada. Y después el escape. Los cinco salimos, volvimos los cinco. Pero esto tiene un fin que es dividir la escuadrilla. Es que el inglés no sabía a quién tirarle. Es imposible elegir. Vos no podías concentrar el fuego en uno, los radares deben estar girando todavía en las pantallas de los buques ingleses porque era imposible. ¿Cómo ves eso?

Pintura del Capitán (RES) Exequiel Martínez que representa el ataque del 24 de mayo en Bahía San Carlos. Fuente: noticiasenvuelo.faa.mil.ar

- Tal vez por eso los misiles no los podían enganchar.
- LC: Yo vi como los misiles pasaron cuando estaba subiendo a la montaña para irme de la bahía. Yo veía como pegaban en la tierra y también las explosiones de la artillería antiaérea de 40 milímetros de los buques. Esos proyectiles explotan cuando llegan a determinada distancia. Esa explosión reparte esquirlas en un determinado radio. Si vos estás cerca, esas esquirlas te afectan. Eso se escuchaba en la cabina, las explosiones. ¡Pum! Se escucha todo, bum bum. El ruido ese si que no me lo olvido. Cómo explotaban al lado nuestro.

"Del grupo cinco de caza, perdimos nueve"

- Luego de desembarcar en San Carlos, las tropas inglesas cruzan toda la isla Soledad rumbo a Puerto Argentino. El buque Atlantic Conveyor transportaba helicópteros para llevar a las tropas británicas hasta Puerto Argentino, pero fue hundido con misiles Exocet, así que se quedaron sin helicópteros casi y tuvieron que ir a pie. Una parte de esas tropas, para acelerar los tiempos, fueron llevadas por mar hasta un lugar al sur de Puerto Argentino llamado Bahía Agradable. ¿Qué pasó el 8 de junio? 

- HS: Bueno, el 7 de junio ya sabíamos que habría misiones, vos ya sabías el día anterior que tenías que cumplir ese día y estaba previsto salir, operar en forma conjunta el primer escuadrón y el segundo escuadrón, porque ya habíamos perdido varios pilotos en combate, ya nos faltaba gente de experiencia, así que decidieron operar en forma conjunta ocho aviones del primer escuadrón y ocho del segundo. Por algún motivo decidieron sacar los pilotos del primer escuadrón y a nosotros nos dejaron en espera. Ya por experiencia sabíamos que si vos no tenías la sorpresa del primer ataque, los riesgos de supervivencia iban a ser mayores porque ya estaban avisado e iban a estar esperando. A la mañana temprano el primer escuadrón logró atacar los dos buques, el Sir Tristam y el Sir Galahad. Les produjo mucho daños y a nosotros nos sacaron recién a las 15. A pesar de las protestas, de las quejas, porque todos nosotros hablábamos con nuestro jefe de escuadrón, con nuestro superior, le decíamos ya no hay que salir porque perdimos la sorpresa. Nos van a estar esperando. Y así ocurrió. Sobrevolamos la infantería inglesa que ya había desembarcado el día anterior al sur de Puerto Argentino, unos diez kilómetros. Ahí nos tiraron con todo: La infantería, la artillería, misiles y artillería antiaérea. Pasamos los cuatro. Éramos cuatro. Y cuando enfilamos hacia el sur en busca de los buques que habían escapado del primer ataque nos interceptaron dos aviones Harrier británicos. Mis compañeros pudieron atacar una lancha de desembarco y hundirla. Pero mis tres compañeros de misión fueron derribados por los Harrier que nos interceptaron. El Teniente Juan Arrarás, el Primer Teniente Danilo Bolzan, y el Alférez Jorge Vázquez. Yo lamentablemente presencié, vi como cayeron en combate mis compañeros, y tuve mucha suerte de sobrevivir en esa misión.

El buque logístico y de desembarco RFA Sir Galahad alcanzado de lleno por las bombas de los aviones de la Fuerza Aérea Argentina que partieron en la primera oleada de ataques sobre Bahía Agradable. Fuente: The Times.com

- O sea que ese día volviste vos solo 
- HS: Volví solo, que es lo peor que te puede pasar en tu vida, en toda tu vida, porque no te olvidás más las buenas experiencias, las recordás siempre. Cuando volvimos los cinco el 24 de mayo, yo estaba feliz, todos estábamos felices. Vos explotas de alegría porque cumpliste tu trabajo y te fue relativamente bien. Ahora, cuando volví solo, a pesar de que hundiste esa lancha de desembarco, es muy duro ver cómo caen tus compañeros, que no es un desconocido, es un hermano de la vida, una parte de tu familia. Es muy triste ver cómo muere un piloto de combate.

- Tucu, para ir terminando, no quiero dejar de mencionar tu misión del 13 de junio. Contanos un poco qué pasó. Esa misión fue distinta del resto porque ya no estaban atacando buques. 
- LC: Así es. Las tropas británicas estaban llegando a Puerto Argentino. Se agrupan al oeste del Monte Dos Hermanas, que es un monte que tiene dos picos que están muy cerca de Puerto Argentino. Era 13 de junio y se aproxima al ataque final a Puerto Argentino. El comando ordena salir una misión de ocho aviones del segundo escuadrón, y atacar ese puesto de comando que estaba en Monte dos hermanas. Salimos ocho, pero mi jefe de cuadrilla debe regresar por una falla de abastecimiento, asi que quedo a cargo de esa cuadrilla. El Capitán Varela va adelante con su escuadrilla de cuatro, y yo voy atrás con lo que me quedaba, que eran Dellepiane y Gelardi. Cumplimos el horario, a las 12 en punto teníamos que atacar, y a las 12h del mediodía ataca Varela, y detrás de él paso yo y ataco lo que estaba detrás de las explosiones de las bombas que lanza la primera escuadrilla. Había más tropa desplegada en el terreno. El regreso fue caótico. A mí me impactaron cuatro proyectiles en la cola del avión. Y el Alferez Dellepiane que era mi numeral, tuvo que regresar prendido del reabastecedor hasta el aterrizaje casi, porque la mayor parte del combustible que le ingresaba, se perdía por las perforaciones que tenía. Gracias a Dios volvimos los siete que hicimos el ataque. Llegamos a San Julián averiados, muy golpeados, muy impactados, pero estábamos los siete en tierra. Después de la guerra, leyendo los libros escritos por los mismos ingleses, el general Thompson relata que ese día tenían prevista una reunión a las 12 del comando. Se iban a reunir a las 12h ahí para diseñar lo que iba a pasar y se les hizo tarde. No sé qué pasó. No cumplieron con sus horarios ese día. Les vino bien no cumplir porque dice Thompson que de la carpa donde se iba a hacer esa reunión no quedó nada. Ni los bancos, ni la mesa, ni las sillas.

Una representación sobre el mapa de la ruta de aproximación y de escape de la escuadrilla Nene comandada por el Capitán (R) VGM Luis “Tucu” Cervera, en su ataque al puesto de comando británico en el Mte Dos Hermanas el 13 de junio de 1982. Fuente: Malvinas guerra aérea

- Estamos terminando la entrevista. Quiero agradecerles profundamente por haber venido y compartir sus historias con nosotros. Simplemente para terminar, me gustaría si ustedes pueden nombrar a sus compañeros caídos. Creo que es importante recordarlos.
- HS y LC: Si, del grupo 5 de caza perdimos 9 pilotos: el capitán Hugo Angel del Valle Palaver, el primer teniente Manuel Oscar Bustos, el primer teniente Mario Víctor Nívoli, el primer teniente Guadagnini, el primer teniente Fausto Gavazzi, el primer teniente Danilo Bolzán, el teniente Juan José Arrarás, el teniente Jorge Rubén Ibarlucea y el alférez Jorge Vázquez. Son los nueve pilotos del grupo 5 de caza. Quisiéramos agradecer la oportunidad que nos diste para poder comentar estas experiencias a tu auditorio. Fundamentalmente porque para nosotros fue importante el trabajo que hicimos por la Patria. No fuimos a pelear para defender a un gobierno de facto. Para ser reconocidos si sobrevivíamos, que nos dieran medallas. Nosotros fuimos a pelear para recuperar lo que nos pertenece como nación que son nuestras Islas Malvinas. Fuimos a proteger también a las tropas que estaban desplegadas en la isla.

Mirá la entrevista completa a los VGM

Una vez que se retiró la flota argentina quedaron desprotegidos, así que había que proteger a esa gente. Esos fueron nuestros incentivos. Fundamentalmente cumplimos con nuestra promesa al pueblo argentino cuando nos recibimos como oficiales de la Fuerza Aérea, de seguir constantemente nuestra bandera y defenderla hasta con nuestra vida. Eso es el mejor recuerdo que nos queda, haber superado nuestros miedos, porque somos seres humanos y somos pasibles de sentir todos los sentimientos que tiene cualquier profesional en la vida. Sobre todo que la gente comprenda que Malvinas fue una causa justa, y solamente vale la pena pelear y sacrificarse cuando una causa es justa.