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La trampa de la dopamina: cómo gestionar la adicción al placer inmediato

La adicción a la dopamina es un problema silencioso que afecta nuestra capacidad de disfrutar el presente.
Cada vez que recibimos una notificación en el celular, damos un “me gusta” en redes o recibimos un comentario positivo, nuestro cerebro libera pequeñas dosis de dopamina. Foto: Archivo MDZ
Cada vez que recibimos una notificación en el celular, damos un “me gusta” en redes o recibimos un comentario positivo, nuestro cerebro libera pequeñas dosis de dopamina. Foto: Archivo MDZ

En un mundo hiperconectado, donde la gratificación instantánea está a un clic de distancia, nuestra relación con la dopamina se ha vuelto compleja y, en muchos casos, problemática. La dopamina es un neurotransmisor fundamental en nuestro sistema de recompensa; nos motiva, nos impulsa a la acción y nos hace sentir placer. Sin embargo, cuando la buscamos de manera constante a través de estímulos rápidos —redes sociales, comida ultraprocesada, videojuegos, apuestas o incluso el consumo de sustancia, corremos el riesgo de caer en una adicción silenciosa y difícil de detectar.

El problema de la sobreestimulación

Cada vez que recibimos una notificación en el celular, damos un “me gusta” en redes o recibimos un comentario positivo, nuestro cerebro libera pequeñas dosis de dopamina. Con el tiempo, nos volvemos dependientes de estos microplaceres y buscamos estímulos cada vez más frecuentes para mantenernos motivados. Esto puede afectar nuestra capacidad de concentración, reducir nuestra tolerancia a la espera y generar ansiedad cuando no tenemos acceso inmediato a estos estímulos.

Las estadísticas lo reflejan: un estudio de la Universidad de California demostró que el 89% de los adultos revisan sus dispositivos móviles dentro de los primeros 10 minutos después de despertarse, y el 66% de los adolescentes sienten ansiedad cuando se les restringe el uso de redes sociales. Además, la OMS estima que el 3% de la población mundial sufre de algún tipo de adicción comportamental relacionada con la dopamina.

La dopamina es un neurotransmisor fundamental en nuestro sistema de recompensa.

Cómo gestionar la adicción a la dopamina

El problema no es la dopamina en sí, sino la forma en la que la buscamos. Para equilibrar nuestra relación con este neurotransmisor, podemos aplicar estrategias de gestión emocional y hábitos saludables:

  • Practicar el "dopamine detox": tomar descansos programados de las redes sociales, la televisión y los videojuegos puede ayudar a restablecer nuestra sensibilidad a los placeres simples y naturales de la vida.
  • Fomentar la gratificación diferida: acostumbrarnos a esperar y postergar ciertas recompensas mejora nuestra capacidad de autocontrol y nos hace más resilientes.
  • Incorporar actividades de recompensa natural: ejercicio, meditación, lectura, conversaciones profundas y pasatiempos creativos generan dopamina de forma saludable y sostenida en el tiempo.
  • Regular el consumo de contenidos digitales: limitar el tiempo de pantalla, establecer horarios específicos para el uso de dispositivos y fomentar el contacto cara a cara ayuda a reducir la dependencia tecnológica.
  • Buscar apoyo si es necesario: si sientes que la compulsión por ciertos hábitos interfiere en tu bienestar, acudir a un profesional de la salud mental puede ser clave para recuperar el control.
Tomar descansos programados de las redes sociales, la televisión y los videojuegos puede ayudar a restablecer nuestra sensibilidad a los placeres simples y naturales de la vida.

Un llamado a la acción

Recuperar el equilibrio implica tomar decisiones conscientes y comprometernos con un bienestar emocional sostenible. ¿Estás dispuesto a desafiarte y reconectar con el placer real de la vida? El momento de actuar es ahora.

 Verónica Dobronich.

Verónica Dobronich, fundadora de Hub de Emociones, lidera este espacio con la convicción de que el bienestar emocional es clave para la vida y el trabajo.