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Paola Delbosco: "Me gustaría que la gente joven responda al llamado de la vocación docente"

La presidente de la Academia Nacional de Educación se refirió a la riqueza de la tarea de los docentes, desde la perspectiva de la familia.
Paola Scarinci de Delbosco, presidenta de la Academia Nacional de Educación. Foto: Agustín Tubio/MDZ
Paola Scarinci de Delbosco, presidenta de la Academia Nacional de Educación. Foto: Agustín Tubio/MDZ

Estamos convencidos de que a través de una educación de calidad y el diálogo podemos llegar a lograr metas que beneficien a muchas generaciones en su desarrollo personal. Sabiendo que el camino para alcanzar ese ideal es muy largo y dificultoso, resulta imprescindible analizar dónde estamos ubicados y con qué herramientas contamos en el área.

Recibimos en MDZ a la presidente de la Academia Nacional de Educación, nacida en Italia, doctora en Filosofía y profesora en la Universidad Austral, Paola Scarinci de Delbosco. Considerando que la Academia es un organismo que trabaja para lograr mejoras en la enseñanza en todos los niveles formativos, intentamos enriquecernos con la experiencia profesional y personal de su presidente.

Bienvenida, Paola. Sos profesora, doctora en filosofía y presidente de la Academia Nacional de Educación en Argentina. Pero los títulos que más nos interesa enfatizar son los de madre y abuela.
Mi título de abuela está multiplicado por 37 nietos; es lo mejor que me puede haber pasado y mis nietos lo saben. Y ellos lo dicen: "Somos lo mejor". Después quieren que les diga cuál es mi preferido y la verdad es que cada uno lo es en algún aspecto.

Hace poco tiempo se editó el libro "Caminos de alfabetización", en el que no sólo redactaste el prólogo sino que coordinaste el trabajo con varias profesoras.
Conozco a los profesionales que se dedican a la alfabetización y hay un mérito, en la gestión de Carlos Torrendell, actual secretario de Educación, de lograr un primer acuerdo unánime con los 24 distritos de educación del país respecto de la urgencia de la alfabetización. Y esto es fundamental. Es decir, todos están de acuerdo en que hay que alfabetizar. Eso es un buen comienzo. Hablar de "Caminos de Alfabetización" admite que puede haber recorridos o metodologías diferentes. En concreto, en este texto se analiza una de estas metodologías, que se llama conciencia fonológica, que es la correspondencia entre el fonema, el sonido y el grafema.

O sea, cómo se escribe ese sonido.
La buena noticia es que ese método funciona muy bien con idiomas llamados transparentes, que son los idiomas en los cuales los fonemas se corresponden a los grafemas. Es decir, lo que pronunciamos se escribe de una manera similar, con la salvedad de que en el español de Hispanoamérica se han perdido algunos sonidos, por ejemplo la C y la Z se unifican y la V y B. Entonces los chicos pueden tener algún tipo de confusión sobre ese punto, pero es mínimo con respecto a la totalidad del idioma. Con el inglés y con el francés, donde hay grafemas que no se corresponden con el sonido (porque se pronuncia distinto) puede resultar más fácil el método de la palabra generadora. Pero no es lo mismo con chicos que son de nivel socioeconómico más bajo, con menos cultura alrededor, para los cuales es fundamental el método de la conciencia fonológica y con eso se permite que accedan a la lectoescritura tempranamente. Algunos dicen que con cinco años, seguramente con seis, porque ya se comienza en la educación inicial a reconocer las letras del propio nombre o del nombre del compañero. Así que hay como una aproximación.

Paola, un poco es como aprendimos en algún momento la "M" con la "A" para pronunciar "Ma".
Yo no soy un buen ejemplo porque soy italiana, creo que ya se nota bastante en cómo hablo y estudié en una escuela rural plurigrado hace varios años con el método global, de casualidad, siendo que el italiano también es un idioma transparente. Yo soy distraída, ligeramente disléxica así que mi aprendizaje no fue fantástico, porque yo guardaba la palabra en mi mente y le faltaba alguna letra, pero no me daba cuenta. Quiero decir que en mi caso, y asumo que es en particular, ese método no me significó, no me facilitó el aprendizaje. Pero no es una crítica. Hablo solamente de mi experiencia y veo que, quizás en mis hijos y ahora, finalmente en mis nietos, que sí resultó mejor, que aprenden a leer y escribir con cierta rapidez.

Imagino que lo más entusiasma de este camino de alfabetización, es que los chicos sienten que tienen mayor libertad porque agarran un libro y saben de qué se trata, ¿no?. Crecer, adquirir hábitos tanto de conducta como en este caso de capacidades. En el fondo es crecimiento de la propia libertad. Y te doy un ejemplo fácil, la gimnasia es disciplina, hoy pude salir del auto que tenía corrido el asiento, moviendo mi pierna en 180 grados y bajando de un lado, levantando la otra como una bailarina. Entonces la disciplina te libera, te somete a ciertas rutinas, pero el resultado es que te libera tanto físicamente como intelectualmente. Esto sirve para "venderle" la disciplina de la escuela a quien quiere aprender. 

La construcción continua de una sociedad

Y, en la disciplina de la escuela estás "esperanzada", más allá de uno u otro método.
Yo no quiero pecar de ingenua, de ver solo lo bueno. Hace poco leí en un libro de Byung Chul Han  sobre el espíritu de la esperanza, que critica mucho el optimismo diciendo que el optimismo y la esperanza no se parecen. No hay que confundirlos. Yo soy más bien optimista por temperamento. Entonces, quiero decir, atenuando mi optimismo temperamental que sí, que tengo esperanza, de creer en un bien futuro, porque uno lo ve posible. Entonces no me desentiendo de los malos resultados. Me doy cuenta de que hay menor exigencia en la escuela en general, queremos que los chicos se sientan afirmados, reconocidos, tratamos de apuntalarlos y que se larguen a hacer cosas más difíciles.

Puede ser que estemos pecando de algo de complacencia. Yo, como docente noto que a los chicos,(incluso a mis hijos que tienen 21 o 22 años) tampoco les exijo demasiado, pero que si uno quiere una buena respuesta, no hay que pagarla con una disminución de estas cualidades adquiridas que les permite mayor libertad. Los resultados, algunos declinaron, es verdad. Sí, a cambio de eso tenemos más gente metida en el sistema educativo. Porque es verdad, hay más gente y se mantiene por más tiempo y necesitamos ver resultados positivos para que la gente que se dedica a la educación tenga la esperanza suficiente para seguir trabajando en lo suyo. Porque si uno piensa que todo va mal, de mal en peor y que nadie aprende nada, es muy difícil que una persona joven, con capacidad se dedique a la educación. Porque no tiene prestigio social, aparentemente no produce ningún beneficio y económicamente, ya sabemos cómo es. Así que, juntando estos tres elementos nos perdemos educadores potenciales de los tres o cuatro niveles simplemente porque les estamos dando una imagen solo negativa. 

Así que, dejando de lado el optimismo criticado por Byung Chul Han  y dedicándome a lo que es una sana esperanza, la fe en un bien futuro posible, eso sería la traducción; yo creo que lo que nos da esperanza es la calidad de las personas. Las personas nuevas tienen capacidades y nosotros somos los que las descubrimos, las afianzamos, las condimentamos para que crezcan. Es decir, eso es lo que me genera esperanza. 

Y, por otra parte, estoy siempre a la búsqueda de ejemplos positivos de personas que hicieron algo particularmente bien y que eso ubicó a sus alumnos, a su escuela y a su entorno de una manera más positiva. Tengo algunos ejemplos típicos, un profesor que trabajaba en Salta, Daniel Córdoba, era profesor de física y sufría una frustración infinita porque su materia no la entendían. Entonces, como no se quiso limitar a esa frustración, inventó un taller gratuito los sábados y, a pesar de las trabas del colegio porque no querían abrir los sábados ya que les significaba un montón de temas añadidos, finalmente lo logró. En ese taller se anotaron sus alumnos y después amigos de los alumnos. Después se hizo como una bola de nieve e iba mucha gente de Salta. Unos años después, en el Instituto Balseiro se anotaron cada vez más personas de origen salteño y ahí la gente se preguntó:-¿qué pasó? Las vocaciones eran hijas de un buen docente que había descubierto que la estructura escolar no era suficiente para poder desarrollar en los chicos el amor por una cosa que es la misma realidad, porque la física es la realidad misma, no es algo de otro mundo. Lamentablemente este profesor falleció, pero ha dejado esta enseñanza interesante que es que alguien que se dedica especialmente a una cosa que ama y que lo hace con entusiasmo, contagia ese entusiasmo. 

¿Y Argentina es pródiga en estos ejemplos? 
A ver, la vida en la Argentina es difícil. Estamos acostumbrados a las crisis, a este vaivén de esperanza, lo cual nos hace más resistentes. Yo hace poco estuve en Italia, cuando era el período de la inflación galopante y mis hermanos me contaban que allá era de casi tres puntos anuales y lo decían como si fuera una catástrofe.

Quiero decir, estamos acostumbrados y estamos enteros y sonreímos a pesar de todo. En el fondo, porque puede ser que tengamos una conexión, en fin, con el valor de las personas. Y esto me parece interesante. Las personas son valiosas, lo descubrimos sea cual fuere su extracción socio económica. Sabemos que cada persona vale y que es capaz de resultados extraordinarios y tiene algo para dar. Entonces acá corono mi enfática declamación con palabras de Hannah Arendt, esta gran filósofa alemana, judía-alemana, que decía que hay que construir un mundo humano contínuamente. No existe una sociedad perfecta que la plasmás en la realidad de una vez por todas, sino que es un construir contínuo resolviendo problemas que no se han resuelto en el pasado y enfrentando, eventualmente, los nuevos. Y que, para eso, hace falta mucha gente.La pluralidad de personas libres, y la iniciativa de los nuevos que te traen algo que a vos no se te ocurrió. Quizás por tu experiencia previa lo vas a poder realizar, pero la mirada fresca, nueva, el ángulo diferente con el que miran los problemas que no hemos podido resolver; eso es un activo importantísimo para esta construcción de un mundo humano. Creo que el trabajo de los docentes apunta a eso.

En la educación solo hay saldo positivo

Comenzamos hablando de tu maternidad y de tu abuelazgo, hagamos este cierre ¿Cuál es la importancia de la familia para poder concretar este anhelo educativo?
La familia parece no gozar de buena prensa. Parece ser algo del pasado que lleva a una cosa tradicional y a los mandatos infinitos, las cuestiones que van anexas con el término. Yo investigué bastante sobre el tema, quedé medio frustrada cuando descubrí que la palabra familia viene de un de un término del osco, que es un idioma anterior al latín, que los latinos tomaron en préstamo y que quiere decir servil; servicio. El fámulo era el sirviente de ahí pasó a decir familia. Entonces resulta que el pater familia, el dueño de casa, que era el que regentaba a los fámulos, a los sirvientes, a veces no reconocía como propio a un hijo recién nacido, entonces ellos lo criaban. Así que, la familia, el conjunto de sirvientes, terminó siendo también un lugar donde se criaban hijos que él no reconocía. De hecho sabemos nombres de varones en la antigua Roma, pero pocas mujeres. Una, Julia, por ejemplo, hermana de Julio César, pero capaz que habrá tenido otras hermanas y no lo sabemos. Entonces, a las otras personas las criaba, la familia, el conjunto de los sirvientes y poco a poco pasó a significar el ámbito en donde se cría a los chicos y finalmente fue depurándose y pasó a ser el lugar donde está el papá y la mamá, que suelen ser el origen de todos.

Los niños siempre son hijos de un padre y de una madre. Me gusta la idea de que, en el fondo que crezca una nueva vida humana significa una gran estrategia de servicio hacia la vida. Porque nosotros nacemos totalmente inermes y totalmente necesitados.Si no hubiese un servicio generoso de alguien que se dedique a nuestro crecimiento, nunca llegaríamos a la edad adulta. Eso no es malo porque crea fuertes vínculos de recepción y donación. Y después, de vuelta. 

La comunidad humana está constituida de gente que recibe, gente que da y, bueno, habrá tramos en donde damos y recibimos y como dijo un autor alemán que se llama Hans Jonas, hay un solo caso en la naturaleza en donde hay una responsabilidad no recíproca que es la paternidad o la maternidad, y yo añado la educación. El adulto hacia el joven tiene una responsabilidad que no es recíproca porque es asimétrica. El que tiene más, sabe más o conoce los peligros y las ventajas, le dice al que no sabe y le advierte no, por ahí no.

La pluralidad de personas libres, y la iniciativa de los nuevos que te traen algo que a vos no se te ocurrió. Quizás por tu experiencia previa lo vas a poder realizar, pero la mirada fresca, nueva, el ángulo diferente con el que miran los problemas que no hemos podido resolver. Eso es una un activo importantísimo para esta construcción de un mundo humano. Creo que el trabajo de los docentes apunta a eso.

Mirá la entrevista completa a Paola Delbosco

Es un gran gusto escucharte. Entusiasma el impulso que tenés ¿Qué te gustaría dejar como conclusión?

Si querés, me gustaría dejar como idea así, última, que a través de la educación, que no es solamente de los docentes, maestros, profesores, sino de los adultos en general, nosotros saldamos una cuenta con la vida porque hemos recibido la vida gratuitamente. Entonces, en ese sentido de educar al otro, facilitarle el crecimiento, darle las oportunidades, advertir sobre los peligros y reconocer su capacidad, porque eso también es una importantísima función del educador, es fundamental para esta construcción del mundo humano, para nuestra comunidad y podríamos decir para el país.

Me gustaría que esto sea un llamado para la gente joven, varones y mujeres, que sientan vocación por la educación y que se sientan frustrados por la poca consideración social o compensación económica, que cuando se trata de sacar la cuenta de la propia vida, en la educación, en la dedicación a los jóvenes, solamente hay saldo positivo, si uno lo hace a conciencia. Los invito a que respondan a este llamado.