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Género no es lo mismo que sexo: la confusión a partir de las palabras

En castellano, la palabra género tiene varias acepciones, sentidos diversos y particularmente el modo gramatical, ya que poseen género: el sustantivo, el adjetivo, el artículo y algunos pronombres.
Hay un inadecuado uso gramatical se ha ido difundiendo en una parte de la sociedad y en los medios de comunicación Foto: MDZ
Hay un inadecuado uso gramatical se ha ido difundiendo en una parte de la sociedad y en los medios de comunicación Foto: MDZ

La expresión “cuestión de género” y formas relacionadas apareció entre nosotros hace ya unos cuantos años, y su inadecuado uso gramatical se ha ido difundiendo en una parte de la sociedad y en los medios de comunicación en sus distintas formas, al punto de  instalarse (la mayoría de las veces con un propósito ideológico), y otras veces por simple “inercia” o copia sin análisis alguno pero suficiente para confundir a incautos y no tan incautos. Por lo tanto, y al amparo de lo lingüísticamente normado, parece oportuno acercar algunos conceptos que contribuyan a echar luz en este tema que nació como una distorsión semántica en la que está incluida la expresión “violencia de género”. 

El género sirve para establecer concordancia entre un adjetivo y el sustantivo al que califica y entre un artículo y el sustantivo. Pero no está relacionado con el sexo biológico. Las personas, no tenemos género; tenemos sexo (masculino o femenino). Las palabras no tienen sexo, tienen género. Entonces, el uso de la palabra “género” como sinónimo de sexo resulta inadecuada o impropia por lo que debería evitarse. En otras palabras, el género gramatical, no tiene nada que ver con el sexo biológico de los hablantes. Es simplemente, una categoría gramatical. Es “el sexo de las palabras”, como lo señala Fernando Navarro en su obra “Traducción y lenguaje en Medicina”, 1997.

El género sirve para establecer concordancia entre un adjetivo y el sustantivo.

Distinta es la situación de empleo de “género”, como la categoría taxonómica que se ubica entre familia y especie. Así, los humanos, pertenecemos a la familia Hominidae, al género Homo y a la especie sapiens.

Género entonces, no es la palabra aplicable a la identificación de mujeres u hombres; no obstante, se ha tornado un término teórico relacional,  que se refiere a la relación social existente entre ellos y a la manera en que ambos lo hacen, poniendo énfasis al expresarlo (desde la ideología y militancia política), en las aparentes “desigualdades” de distinta índole que generan demandas varias. Es una construcción cultural, creada a partir de la diferencia sexual, por la que aparecen conceptos como: rol de género, identidad de género, autodeterminación, disforia, violencia de género, etcétera. 

En el caso particular de “violencia de género” (según García y Zurdo del Instituto Cervantes),  es un anglicismo que proviene del inglés gender based violence o gender violence que designa por igual al “sexo” (concepto biológico) y al “género” (concepto gramatical) con lo que se genera imprecisión y confusión; lo mismo expresa María Moliner en su diccionario de uso del español. 

Género entonces, no es la palabra aplicable a la identificación de mujeres u hombres.

Por lo tanto, la expresión violencia de género, resulta inadecuada porque la violencia la cometen las personas (que sí, poseemos sexo), no las palabras (que tienen género). Como lo señala María Moliner, debiera decirse “violencia sexual” o “violencia doméstica” como también lo indica la RAE o “violencia machista”. 

El diccionario de la RAE en sus entradas “género” y “violencia”, no recoge esta expresión. Sin embargo, el DPD (2005), la analiza considerándola: “...inadmisible como mero sinónimo de sexo” y propone para “violencia de género”, alternativas como: discriminación o violencia por razón de sexo, discriminación o violencia contra las mujeres, violencia de pareja, violencia doméstica u otras similares.

Sirva esto para señalar una vez más, la importancia del buen uso del idioma por parte de los comunicadores, en su función de tales, a través del lenguaje correcto o adecuado.

Hugo Funtanillas.

* Hugo Funtanillas. Médico veterinario. Miembro honorario de la International Farrier Academy (IFA).

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