Descansar

Por qué es tan importante dormir

Dormir es una necesidad fisiológica, el sueño juega un rol fundamental en la regulación de las emociones, el metabolismo, entre otras. Pero, ¿cuál es la relación con el aprendizaje y la memoria?  

Luciana Tixi y Agustín Pardo
Luciana Tixi y Agustín Pardo domingo, 19 de enero de 2025 · 08:30 hs
Por qué es tan importante dormir
¿Para qué dormir si podemos seguir haciendo cosas? Foto: Freepick.

El aliado natural para crecer y envejecer mejor. En esta época híper productiva, a veces consideramos que dormir es una pérdida de tiempo. ¿Para qué dormir si podemos seguir haciendo cosas? La respuesta es terminante: dormir es una necesidad fisiológica relacionada con el buen funcionamiento de nuestro organismo, y específicamente con el aprendizaje y la memoria. 

El sueño está determinado por el ciclo circadiano que se regula por los períodos de luz y oscuridad, que están sincronizados con la producción de melatonina en la glándula pineal. Cada persona tendrá su cronotipo singular, de ahí la clasificación de “alondras” para quienes alcanza su pico de energía por la mañana o “buhos” para los que lo hacen en la tarde o noche. Más allá de esta diferencia y de que las necesidades de sueño cambiarán a medida que crecemos, lo cierto es que existe evidencia científica de que necesitamos una cantidad determinada de horas de buena calidad de sueño para mantenernos sanos.

En una charla TED, el doctor Mattew Walker, profesor de neurociencia y psicología en la Universidad de Berkeley, señala que la privación de sueño está relacionada con la demencia senil e incluso el Alzheimer. 

Dormir es tu superpoder

Los especialistas sostienen que, en términos generales, los adultos necesitan entre 7 y 8 horas de sueño para cuidar la salud del cerebro. El doctor Walker dice que dormir menos que esto durante largos períodos de tiempo puede hacernos envejecer una década en términos de bienestar, fertilidad y fuerza muscular. 

En los niños y las niñas, la cantidad de horas varía según la edad.

La academia Americana de Pediatría recomienda lo siguiente

  • En los primeros dos años de vida: de 11 a 14 horas por día
  • Entre los 3 y los 5 años, de 10 a 13 horas
  • Entre los 6 y los 12 años, de 9 a 12 horas 
  • Entre los 13 y los 18, de 8 a 10 horas.

Dormir para aprender, recordar y ser feliz

“Es que no durmió la siesta”, suele ser la explicación a los berrinches o ataques de llanto de los niños más pequeños. Y es cierto: el sueño es un factor importante en la regulación de nuestras emociones. Así, como en los adultos la falta de sueño afecta la producción de cortisol y nos hace más susceptibles a los momentos de estrés y altera nuestro estado de ánimo, en los niños aumenta la irritabilidad y provoca los famosos berrinches o pataletas sin razón aparente. 

El sueño está determinado por el ciclo circadiano que se regula por los períodos de luz y oscuridad.

La evidencia acumulada sugiere que el dormir guarda una estrecha relación con la memoria

Hay estudios que demuestran que para que la memoria funcione, para que se consoliden los nuevos recuerdos relacionados con el aprendizaje, tanto de procedimientos como de contenidos, es necesario dormir. “Incluso parece que los esta beneficiosa consolidación, que está mediados por una reorganización neuronal de la memoria que tiene lugar durante el sueño nocturno ayuda a eficientizar el guardado de la información, permitiendo una mejor disposición para el día siguiente”, dice un artículo científico del doctor Walker.

Se sabe que cuando se forma un recuerdo, inmediatamente después de la experiencia éste puede perderse fácilmente, pero a medida que pasa el tiempo ese recuerdo se vuelve más estable y menos vulnerable. Hay un segundo estadio de consolidación que lo hace todavía más estable y que permite que ese recuerdo, o aprendizaje sea más eficiente, es decir que podamos hacer mejor o más rápido aquello que aprendimos. Esto muestra que el cerebro sigue aprendiendo a pesar de no estar “practicando”. El Dr. Wlaker, a través de sus investigaciones, descubrió que este aprendizaje ulterior depende del sueño, específicamente de un cierto tipo de sueño que tiene lugar en algunos momentos de la noche. Lo interesante para los estudiantes y profesores, es que si no se duerme la noche misma en que se aprendió o se estudio algo, es más que el recuerdo-conocimiento más completo y estable no se desarrollo. Esto pone en jaque la famosa práctica de “seguir de largo” para estudiar la noche antes del examen. 

La evidencia acumulada sugiere que el dormir guarda una estrecha relación con la memoria.

Rebecca Spencer, profesora de neurociencia cognitiva en la Universidad de Massachusetts, Amherst, agrega algo más: numerosos estudios demuestran que las siestas “limpian” el cerebro, específicamente el hipocampo que juega un rol fundamental en el proceso de aprendizaje y la memoria, para que pueda volverse a llenar con nueva información. Tal vez por esta razón los niños pequeños, que están todo el día aprendiendo cosas acerca del mundo, tengan necesidad de dormir más veces durante el día. 

Por otro lado, el sueño es un factor fundamental a tener en cuenta en casos de niños con trastornos de déficit de atención (TDAH) o trastornos del espectro autista (TEA), ya que está demostrado por diversos estudios que el sueño ayuda a disminuir sintomatología propia de estos trastornos y mejorar  funciones ejecutivas que están alteradas en estos casos. 

Cómo cuidamos el sueño

Todos los expertos coinciden en los siguientes consejos: 

  • Respetar un horario: intentar acostarse y despertarse a la misma hora todos los días. 
  • Tener una rutina que permita al cuerpo empezar a relajarse: podemos dar a los niños un baño tibio, leerles un cuento, ponerles una música tranquila.
  • Mantener la habitación fresca. Para dormir el cuerpo tiene que bajar su temperatura y si la habitación ronda los 18-20 grados es más fácil.
  • No ofrecer cafeínas (café o gaseosas) después del mediodía.
  • Evitar las siestas después del mediodía.
  • Evitar exposición a pantallas desde dos horas antes de la hora de acostarse.
  • Si luego de 25 minutos en la cama no logran dormirse, lo mejor es que cambien de ambiente, hagan otra cosa y luego vuelvan a intentarlo.  
Intentar acostarse y despertarse a la misma hora todos los días. 

Desde Wumbox nos interesa profundizar sobre todos los temas relativos a la educación. Las neurociencias, las dificultades específicas de aprendizaje, las funciones ejecutivas o la alfabetización inicial,  son algunos de ellos. En abril llevaremos a cabo el III Congreso De Alfabetización Inicial con el objetivo de abrir un espacio para el intercambio de experiencias entre docentes y terapeutas de toda la región. 

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