ENTREVISTA EN MDZ

Burnout: estrés en el trabajo, depresión y los consejos de un psicólogo para superarlo

Hay cada vez más gente que se siente "quemada" en el trabajo, acarreando problemas a su vida privada que pueden terminar siendo muy graves, incluso hasta desembocar en marcos depresivos.

Redacción MDZ
Redacción MDZ sábado, 28 de septiembre de 2024 · 02:00 hs
Burnout: estrés en el trabajo, depresión y los consejos de un psicólogo para superarlo
Foto: Shutterstock

El mundo laboral es causa de una gran cantidad de problemas que influyen negativamente en la salud mental de las personas. Y la preocupación es creciente. De hecho, un estudio hecho por el portal Bumeran determinó que el 94% de los argentinos se sentían "quemados" en el trabajo. Informalmente llamado "síndrome del burnout", se caracteriza por dejar a las personas con fuertes sensaciones de agotamiento, distancia mental en el trabajo y reducción de la eficacia profesional. Bruno Ferraro, licenciado en psicología, explicó en MDZ Radio cómo afecta todo esto a la salud mental y las formas disponibles para prevenir consecuencias más graves.

El "Burnout"

"El tema es complejo" porque es difícil que haya una sola fuente, clara y distinguible, de estrés. "La cuestión del estrés laboral tiene esa complejidad porque no está garantizado que la cantidad de horas de trabajo, la cantidad de días semanales, vayan a generar el único factor que causa ese estrés". En ese sentido, hay una pregunta "clave" para hacerse: "¿Qué me estresa?" Al analizar los factores, en general "lo más inmediato es localizarlo afuera", porque a veces "hay factores que son sociales", como la situación económica, la relación con los compañeros de trabajo o el trato con los jefes.

Ferraro resaltó que los factores están, pero no son determinantes. "Lo que determina que haya estrés es la tensión mental. El estrés es tensión mental y (la clave) es qué hace que uno se tensione en lo que ha determinado hacer. Esa es la cuestión". Entonces, el estrés laboral no puede ser atribuido exclusivamente a la carga horaria en el trabajo o la práctica en sí. "A veces lo más determinante es qué posición uno asume frente a eso que se ha determinado hacer". Aunque sea "necesario el trabajo para sostener la vida, para poder posibilitarse las cosas que se quieran posibilitar", es importante cuestionarse "¿De qué manera lo vas a afrontar?".

Es por esta complejidad que es conflictiva la definición de "síndrome" para el "burnout", "porque cuando uno hace un síndrome, establece una especie de inventario de síntomas que aparecen en determinadas personas. Es decir, va estableciendo, como si cumplís tales características, tenés tal síndrome. Pero la cuestión es que hay que considerar cada caso uno por uno". Desde el punto de vista del profesional "lo difícil quizás no es tanto diagnosticarlo, sino es localizar qué hacer con eso", explicó.

En la búsqueda de soluciones, Ferraro sugirió que lo más importante es detenerse y cuestionar la situación. "Por lo general hay un punto de ansiedad cuando hay estrés. Y la ansiedad es un trabajo mental excesivo en donde uno está resolviendo algo que no es posible resolver o porque ya sucedió, o porque no ha pasado y quizás nunca pase", explicó.

Pero muchas veces el cambiar de trabajo no va a garantizar un cambio, porque "la cuestión es el modo en que uno se posiciona frente a las exigencias de lo que uno viene esperando también. Entonces, si uno se cambia de trabajo pero no el modo de posicionarse, de exigirse, no necesariamente va a hacer algo con eso. Uno puede estar estresado incluso en las vacaciones. Hay gente que vuelve de las vacaciones trastornado de salud, peleando con la familia", comentó.

Y la ansiedad puede empeorar. "Por ejemplo, hemos determinado trabajar en algo, pero pretendemos que trabajando dos horas al día podamos lograr determinadas cosas. O hemos determinado trabajar en un espacio de trabajo en donde el clima laboral no es bueno y estamos todos los días esperando que el clima laboral sea distinto sin hacer nada diferente. Entonces uno está garantizando que al día siguiente va a encontrar otra vez lo mismo". Este es el punto donde "se puede conectar lo que es el estrés laboral con la depresión".

La depresión

Existe una "paradoja" en la depresión, ya que la misma implica, como la ansiedad, un gran "exceso mental". Pero, a la vez, la depresión es, por definición, "un dejar de hacer". "Lacan lo definía como un punto en el que uno retrocede ante su deseo, o no quiere hacerse cargo de lo que implica avanzar con su deseo. Pero no está avanzando con su deseo y por lo tanto se empieza a encontrar deprimido".

"Por ahí hay que diferenciar, porque uno dice depresión y saltan todas las alarmas. Una cosa es lo que llamamos una depresión, por ejemplo, aquella en la que hay que intervenir. Y otra cosa es el funcionamiento del aparato mental. Es decir, muchos pueden haber atravesado o podemos haber atravesado momentos de depresión sin haberlo advertido", comentó.

El tratamiento es "muy complejo" porque "no se puede forzar desde afuera, no tiene el campo mental la misma posibilidad que tiene la medicina". Por ejemplo, si te quebraste un brazo, "sin tu consentimiento se te puede arreglar la quebradura y te pueden soldar el brazo o lo que sea, pero en lo mental requiere que uno también haga un cambio de posición subjetiva. Y hacer eso lleva trabajo". 

Desde afuera, el psicólogo desalienta decirle a la persona deprimida qué tiene que hacer. "Está casi garantizado que el otro no lo va a hacer, porque en la depresión se juega lo que son las estructuras clínicas. Entonces lo que conviene quizá es acompañar y que dimensione las consecuencias de lo que está eligiendo hacer". La depresión, cuando es entendida popularmente como una enfermedad, puede generar malentendidos, "como si fuera un virus o una bacteria. Pero no hay un agente externo que me deprima".

"Hay un punto en donde se jugó uno, en donde determinó retroceder ante algo que deseaba, o determinó no avanzar con algo, o no asumir algo que ya está ahí y que determina las imposibilidades. Y por eso mismo, también las posibilidades de la vida". A la persona deprimida, por eso, no hay que darle consejos. "Va a decirle que no". "A veces, depende del lazo que tengas, podés hacer una sugerencia: 'Mirá, ¿hasta cuando? ¿Te querés hacer algo con esto?' A veces hay cosas que son tragos amargos de la vida, que son cosas que duelen, y que no hay forma de que no duelan.

No hay forma que "un duelo no duela. Lo que duele, duele. Pero eso no significa depresión. Que algo duela no implica que uno tenga que retroceder subjetivamente en su vida". 

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