Día del Bibliotecario: "Soy Mamerto, pero no ejerzo"

Una de las funciones básicas del bibliotecario consiste en interpretar cuál es la necesidad y demanda del usuario para poder satisfacerla lo más apropiadamente posible. Habitualmente el requerimiento es un material concreto; la Constitución Nacional, un diccionario de inglés, "Relato de un náufrago" de García Márquez.

Sin embargo, en algunas oportunidades, las búsquedas se inician con comentarios amplios del estilo de:-"necesito trabajar el tema del bullying con los chicos (alumnos) de séptimo grado" o "tenemos que preparar un trabajo sobre la vocación para exponer ante nuestros compañeros de quinto año".

Ante estos pedidos, los bibliotecarios solemos tener algunos materiales "comodines" o "caballitos de batalla". Me desempeño en bibliotecas escolares desde el año 1996 y los libros del Padre Mamerto Menapace han sido siempre el contenido apropiado para abordar de lleno o, simplemente dar un marco referencial a los temas fundamentales de la vida.

A lo largo de su vida monacal ha sido sumamente prolífica su producción literaria. Nutridos en jornadas de oración y reflexión profunda, pero también amalgamados con la intensa experiencia vital del contacto directo con la comunidad, los escritos del Padre Mamerto nos aportan herramientas concretas para afrontar las cuestiones más elementales de la existencia.

Desde organizar un taller con los alumnos para pensar acerca del proyecto de vida, del trato con los demás, del valor de las virtudes hasta cerrar una jornada de trabajo institucional con los docentes o una reunión con los padres, alguno de estos cuentos o reflexiones (incluso algunas poesías), tendrán la palabra precisa.

Por ejemplo, el libro"El paso y la espera" resulta sumamente útil para abordar el tema de la muerte.

El libro "Con corazón de niño" nos acerca esos primeros cuentos que permiten trabajar el temor, la ansiedad, la discriminación, la soledad, con los chicos.

Escritos en un lenguaje sencillo, accesible para todos, con algunos modismos "del interior" y muchas veces con el característico humor que nos recuerda al estilo del genial Luis Landriscina (con quien ha publicado también el libro "Los valores con humor").

A veces lo hemos oído iniciar alguna conferencia con su frase característica.-"Soy Mamerto, pero no ejerzo". Y así, con esa forma sencilla y jocosa se expresa a través de muchos de sus relatos.

Mamerto Menapace y Luis Landriscina en el Luna Park ¡Mirá el video!

Como suelo advertir en este espacio, me resulta muy dificultoso elaborar una lista de los mejores cuentos; de modo que les comparto el título de 10 cuentos que considero que pueden ser también sus "caballitos de batalla":

• La ostra perlífera.
• Morir en la pavada.
• El hilo primordial.
• Eligiendo cruces.
• Un atardecer para Mariela.
• Buscando el mar.
• Los anteojos de Dios.
• La ranita del terraplén.
• Pataleando.
• Melones sin semilla.

* Marisa Musci es bibliotecaria, docente y comunicadora. 

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