Un grupo de cazadores extranjeros masacró animales autóctonos de Argentina y provocó malestar
La denuncia la hizo el Centro para el Estudio y Defensa de las Aves Silvestres en San Javier.
Se desató en la provincia de Santa Fe una lluvia de furia e indignación luego de que un grupo de turistas estadounidenses cazaran ilegalmente patos en la localidad de San Javier. Estos ejemplares son una especie autóctona y están protegidos por la ley en Argentina.
Las imágenes de esta masacre animal fueron compartidas por los mismos autores del delito en sus redes sociales: posando en grupo con los cadáveres y sonrisas en sus rostros. En consecuencia, causaron un fuerte rechazo por parte de la comunidad y organizaciones de defensa animal.
La denuncia contra los cazadores estadounidenses
Y es que la caza de estas aves es ilegal en Santa Fe, como bien recordaron desde el Centro para el Estudio y Defensa de las Aves Silvestres en San Javier. La temporada actual de caza deportiva de patos allí está regulada por la resolución 129/2024, que se articula a partir de la Ley provincial Nº 4.830. Es por ello que la ONG hizo una presentación ante la Justicia y se exigió sanciones para los cazadores extranjeros.
Específicamente, dicha normativa establece que la temporada de caza deportiva de patos en el territorio se extiende desde el 1 de mayo hasta el 31 de julio, siendo solo tres las especies que se pueden cazar: sirirí, sirirí pampa y crestón. Está permitido capturar un máximo de seis patos por especie y por persona, sin superar los 12 ejemplares en la sumatoria de las tres especies.
Las publicaciones se hicieron en Instagram y X (ex Twitter) por parte del estadounidense Eric Hanssen. En las imágenes se puede observar las masacres de cientos de aves autóctonas que él mismo y otros cazadores llevaron a cabo; esto fue en un coto de caza de la firma MGW Outfitters, cercano a San Javier.
Dentro de dichas fotos incluso se percibe a los extranjeros orgullosos con "ramos" de patos muertos colgando en sus manos o con cientos de cadáveres colocados en el suelo formando las siglas MGW. La gran mayoría de los ejemplares que se observan son de collar y cutirí, especies totalmente ilegales.