Planificación familiar: la diferencia entre la responsabilidad y el control natal
El 3 de agosto de cada año se celebra, impulsado por la Organización Mundial de la Salud, el Día Internacional de la Planificación Familiar.
Aunque muchas veces es relacionado directamente con hablar sobre derechos sexuales y reproductivos, métodos anticonceptivos y control natal, también puede ser un momento oportuno para profundizar y reflexionar sobre el don de traer una nueva vida al mundo; distinta e irrepetible. Transmitir la vida con madurez se apoya en dos pilares: la generosidad y la responsabilidad.
La generosidad, con respecto a la transmisión de vida, implica asumir que tener un hijo trae satisfacciones, pero también renuncias. Lleva en sí aceptarla y acogerla tal como viene ya que un hijo hace que la vida cambie: cambian los proyectos, las necesidades, los deseos, y también las prioridades; cambia la vida de los padres y de la familia. Un nuevo eslabón, original y único, en el encadenamiento de las generaciones puede cambiar, también, al mundo.
Por su parte, la responsabilidad significa que no solo se trata de engendrarlo y parirlo, es hacerse cargo de su educación, de su crianza y de guiarlo para que pueda tener la oportunidad de convertirse en la mejor versión de sí mismo. En eso consiste la paternidad responsable; evidentemente, mucho más que saber utilizar un método para evitar las consecuencias naturales de un acto sexual.
También es cierto que la generosidad y la responsabilidad, como toda virtud se ejercita y se puede aprender a ser padres, aún en las circunstancias más adversas. Y aún, cuando razonablemente no es posible hacerse cargo de una nueva vida aún no gestada, la naturaleza nos ha provisto de medios para espaciar o evitar el embarazo.
Lamentablemente, los métodos naturales de planificación familiar son poco promovidos y difundidos a pesar de ser medicamente seguros, saludables, ecológicos y altamente efectivos cuando son bien aplicados ¿será porque son gratuitos? prender a reconocer la fertilidad femenina, base de los métodos de planificación familiar natural, debería ser considerado un derecho de la mujer y un contenido obligatorio en la curricula educativa de las adolescentes.
La naturaleza nos ha provisto de medios para espaciar o evitar el embarazo
La actitud que tengamos frente a la paternidad y la natalidad, seguramente dependerá de la respuesta que demos a una pregunta profunda y crucial ¿Nos corresponde ejercer un dominio absoluto sobre las consecuencias del acto procreativo o tendríamos que asumir que fuimos elegidos para ser colaboradores de un plan establecido por el Creador?
* Dra. Myriam Mitrece de Ialorenzi. Es psicóloga y fue Directora del Instituto para el Matrimonio y la Familia de la Universidad Católica Argentina.