“Cientificidio”: la fuerte denuncia tras la parálisis total de la investigación científica

La investigación científica en Argentina se encuentra atravesando un momento crítico. Recientemente, la presidenta de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (I+D+i), Alicia Caballero, confirmó que, debido a la falta de recursos, no se abrirán nuevas convocatorias para proyectos de investigación a lo largo de 2024. El anuncio, realizado durante una reunión con representantes del área de Ciencia y Tecnología de las universidades nacionales en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), implica un duro golpe para los científicos del país.
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Además de no convocar nuevos proyectos durante el corriente año, Caballero también mencionó que solo se pagará lo ya firmado pero sin actualizar los montos de los proyectos en curso. Dicha medida afecta gravemente a las investigaciones de larga duración, cuyo financiamiento pierde valor ante la inflación.
En ese marco, Rolando González-José, investigador principal del Conicet y exdirector del Centro Nacional Patagónico (CENPAT) describió la situación que atraviesan los científicos como un "Cientificidio". Según dijo, la falta de recursos es solo uno de los múltiples problemas que enfrenta el sector: el otro es el éxodo de investigadores que emigran de la Argentina, tal cual ocurrió en la década de los 90.
“La investigación científica no es un trabajo individual. Cada integrante es un nodo de una red inmensa con estructuras administradas por una gran torre de control que era el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, hoy devenida en subsecretaría”, explicó González-José. Agregó además que la desintegración del Ministerio generó despidos masivos y la pérdida de personal especializado, afectando directamente la conexión entre investigadores y el sector privado.
Un retroceso para el desarrollo científico
La falta de financiamiento de la investigación científica empujó al sector a una situación de crisis, comparable con el éxodo de científicos en la década de los '90, durante el gobierno de Carlos Menem.
Según la Mesa Federal por la Ciencia y la Tecnología, las actuales condiciones laborales, con salarios que apenas alcanzan la línea de pobreza y la falta de seguridad en la continuidad de las becas e incentivos, están empujando a los jóvenes científicos a considerar oportunidades laborales en el extranjero. "El panorama que se les ofrece los está expulsando a otros laboratorios en otros países", afirmó González-José. En su propia experiencia durante el menemismo, contó que se vio obligado a completar su doctorado fuera de Argentina debido a la falta de oportunidades locales.

La parálisis en la investigación científica, que padece recortes, ajustes e interrupción en el envío de nuevos fondos, dio también como resultado el despidos de 630 trabajadores y la revocación de prórrogas para más de 200 becarios doctorales.
Para los científicos, la falta de inversión y apoyo al sector compromete ya el presente de la Argentina como un país competitivo a nivel internacional. Es por esto que alzan su voz en torno a lo que llaman "Cientificidio" para evitar que el éxodo cause más daño en el sistema a futuro.