Habit stacking: la tendencia clave para un cambio duradero
El Habit stacking es una estrategia muy útil para el desarrollo personal en nuestra personalidad, Verónica Dobronich lo explica detalladamente en MDZ.
En el vertiginoso ritmo de la vida moderna, encontrar formas efectivas de implementar cambios positivos puede parecer un desafío monumental. Sin embargo, un enfoque simple pero poderoso está ganando popularidad entre los expertos en desarrollo personal: el apilamiento de hábitos, o habit stacking. Esta técnica promete ser una herramienta eficaz para aquellos que buscan mejorar sus rutinas diarias sin sentirse abrumados.
El habit stacking es una estrategia que implica vincular un nuevo hábito que se desea adoptar con uno ya existente que está bien arraigado en nuestra rutina. Esta técnica aprovecha la fuerza de nuestras rutinas establecidas para facilitar la incorporación de nuevos comportamientos. Al "apilar" un nuevo hábito sobre uno ya consolidado, se crea una cadena de acciones que se refuerzan mutuamente, haciendo que el cambio sea más manejable y sostenible a largo plazo.
Cómo funciona el habit stacking
El proceso de apilamiento de hábitos es sencillo y se puede desglosar en tres pasos fundamentales:
- 1. Identificar un hábito existente: comenzá por elegir un hábito que ya realizás de forma automática, como cepillarte los dientes, tomar café por la mañana o salir a caminar después de cenar.
- 2. Elegir un nuevo hábito: seleccioná un hábito que deseás incorporar a tu rutina. Es importante que este nuevo hábito sea específico y alcanzable. Por ejemplo, hacer ejercicios de estiramiento, leer durante 10 minutos o meditar.
- 3. Combinar los hábitos: Creá una conexión clara entre el hábito existente y el nuevo hábito. Una forma efectiva de hacerlo es mediante una frase que los una, como "después de cepillarme los dientes, haré 10 flexiones" o "después de tomar mi café, leeré durante 10 minutos".
La ciencia detrás del habit stacking
El apilamiento de hábitos se basa en la teoría de la asociación, un principio psicológico que sugiere que es más fácil adoptar nuevos comportamientos cuando se asocian con acciones que ya forman parte de nuestra rutina diaria. Al conectar un nuevo hábito con uno existente, se reduce la fricción y la resistencia al cambio, lo que aumenta las probabilidades de éxito.
Investigaciones en el campo de la psicología del comportamiento han demostrado que las rutinas y los hábitos bien establecidos actúan como desencadenantes poderosos. Al aprovechar estos desencadenantes, el apilamiento de hábitos utiliza el impulso de las acciones consolidadas para incorporar nuevas prácticas de manera más fluida y natural.
Beneficios del apilamiento de hábitos
- Simplicidad: el apilamiento de hábitos es fácil de implementar y no requiere grandes cambios en la rutina diaria.
- Eficacia: al vincular nuevos hábitos con acciones ya establecidas, se incrementa la probabilidad de mantener los nuevos comportamientos a largo plazo.
- Flexibilidad: esta técnica se puede adaptar a cualquier tipo de hábito, ya sea personal o profesional, físico o mental.
- Menos estrés: al añadir gradualmente pequeños cambios en lugar de intentar grandes transformaciones, se reduce el estrés y la sensación de estar abrumado.
Ejemplos prácticos
- Salud y bienestar: después de cepillarme los dientes por la mañana, haré 5 minutos de meditación.
- Productividad: después de tomar mi taza de café, revisaré mi lista de tareas pendientes.
- Educación: después de cenar, leeré un capítulo de un libro.
- Ejercicio: después de llegar a casa del trabajo, haré una rutina de estiramientos de 10 minutos.
Conclusión
El apilamiento de hábitos ofrece una manera práctica y efectiva de implementar cambios positivos en la vida diaria. Al aprovechar las rutinas ya existentes, esta técnica facilita la adopción de nuevos comportamientos, convirtiéndose en una herramienta valiosa para el desarrollo personal y profesional. Si buscas mejorar tu vida de manera sostenible, considera el apilamiento de hábitos como tu próximo paso hacia un cambio duradero.
* Verónica Dobronich, cofundadora de Gimnasio de emociones.