¿Es la solución regular el uso de los celulares dentro de las aulas?

La educación en Argentina es todo un desafío en la actualidad, y son varias las problemáticas que atraviesan tanto a las instituciones, los docentes y sus alumnos. Una de ellas es el uso de los celulares. La Ciudad de Buenos Aires publicó recientemente una nueva resolución que los controla en las aulas del nivel primario y secundario durante el horario escolar. ¿Es correcto inclinarse por esta medida?

Dicha decisión, que ha generado un amplio impacto en todo el país aunque siendo un tema de debate de vieja data, descansa en el objetivo de limitar la exposición de los estudiantes a las pantallas, tanto en escuelas públicas como privadas. Específicamente, establece que, en estos primeros grados y dependiendo de lo que establezca cada escuela, estos aparatos estén prohibido sólo durante el dictado de clases. 

Para los estudiantes de secundaria hay excepciones a la regla, como en caso de que el profesor organice algún tipo de actividad que requiera de este recurso. Y acá juega un rol clave la alfabetización digital; esto es, aprender a utilizar correctamente la tecnología en favor al aprendizaje, ya que no se puede virar hacia el futuro sin adaptarse a estos cambios. 

Qué ocasionan las pantallas en niños

Silvina Beatriz Pedrouzo, pediatra especialista en desarrollo infantil (MN: 86397) y presidente de la Subcomisión de Tics de la Sociedad Argentina de Pediatría, se centra en el uso y los efectos de la tecnología en niños y adolescentes. En diálogo con MDZ, habló de lo que es la "conciencia digital", la cual incluye la prudencia, la seguridad y privacidad en línea, el pedido de consentimiento al subir contenidos o etiquetar a otras personas, el control del tiempo y la verificación de la información. 

Reiteró en la idea de que hay que complementar la educación con la tecnología de forma responsable, pues el uso indebido de las pantallas pueden causar una serie de consecuencias en los niños. "En los más pequeños, síntomas asociados a la falta de control de las emociones y la conducta por sobreestimulación, síntomas de hiperactividad, alteraciones en la interacción social, la comunicación y el desarrollo del lenguaje", explicó.

En lo que es la edad escolar y, sobre todo, en pre adolescentes y adolescentes, habló de alteraciones en relación a la falta de memoria y atención, y el bajo rendimiento académico. Además, se agregan síntomas de ansiedad, aislamiento social y/o síntomas de depresión. 

Pedrouzo también nombró lo que son los comportamientos abusivos. "En casos extremos en niños en un contexto desfavorable socioafectivo y en un periodo de máxima vulnerabilidad, se pueden desencadenar adicciones del comportamiento como emergente de un complejo multifactorial", indicó. 

De hecho, según un nuevo informe publicado por Common Sense Media en Estados Unidos en 2016, reveló que el 50% de los adolescentes se sentían "adictos" a los dispositivos móviles, y el 59% de sus padres coincidían en que sus hijos lo eran. Además, el 72% de estos jóvenes tenían la necesidad de responder inmediatamente a mensajes de texto, lo que también ocurría en el 48% de sus padres.

Los síntomas generales que se pueden dar en todas las edades, según la profesional, podrían variar en: alteraciones posturales, alteraciones del sueño, alteraciones visuales, irritabilidad, cefaleas, sedentarismo, sobrepeso u obesidad, alteraciones de la percepción de la imagen corporal.

Prohibir los celulares en las aulas: ¿Lo correcto?

Por lo tanto, ¿esta medida adoptada en la jurisdicción porteña es acertada? La especialista dio su punto de vista: "No creo que solo la prohibición genere buenos hábitos, se debe acompañar de campañas de alfabetización y espacios de educación, además de fomentar espacios libres de tecnología, actividad física, encuentros prosociales, actividades culturales y la lectura". 

Además, seguido de ello, opinó que debe ir acompañada de otras medidas en favor de educar ciudadanos digitales, que puedan hacer un uso crítico, saludable y responsable. En los países que se implementaron estas medidas, se describe la disminución de visitas médicas por problemas psicológicos, reducción de situaciones de acoso, mayor rendimiento académico, lo que muestra como una herramienta efectiva para mejorar la salud mental y los resultados academicos de los estudiantes.