Se cumplen 114 años de la obra que facilitó la conexión entre Chile y Argentina

Hoy, 5 de abril, se conmemora un hito monumental en la historia del transporte entre Chile y Argentina: la inauguración del Ferrocarril Trasandino Los Andes-Mendoza. Hace exactamente 114 años, esta magna obra, diseñada y construida por los Hermanos Clark, permitió una conexión sin precedentes entre dos naciones a través de los imponentes paisajes de la cordillera de los Andes.

El Ferrocarril Trasandino no solo fue un logro técnico y arquitectónico de gran envergadura, sino también un símbolo de la colaboración y el progreso entre Chile y Argentina. Su trazado serpenteante a través de los picos nevados y los valles profundos no solo acortó distancias, sino que también facilitó el intercambio cultural, económico y humano entre las dos naciones hermanas.

Desde su inauguración en 1910, fue un actor clave en el transporte de carga y pasajeros, agilizando el comercio y fortaleciendo los lazos comerciales entre Chile y Argentina. Sin embargo, con el paso de los años y los avances en tecnología y transporte, el ferrocarril fue perdiendo relevancia, hasta que finalmente dejó de operar en la década de 1980. El último tren de pasajeros circuló el 21 de septiembre de 1979 y en junio de 1984 hubo aludes en zonas de alta montaña tanto del lado argentino como del chileno que terminaron por suspender las travesías internacionales del ferrocarril, ya que si bien el tramo argentino fue reconstruido, no pasó lo mismo con el chileno. 

Hoy, en el aniversario número 114 de su inauguración, la ausencia del Ferrocarril Trasandino se hace sentir más que nunca. A pesar de los avances en infraestructura y logística, el transporte entre Chile y Argentina enfrenta desafíos significativos, desde los altos costos hasta los problemas de congestión en los pasos fronterizos.

La nostalgia por la época dorada del Ferrocarril Trasandino se mezcla con la esperanza de un futuro en el que la colaboración entre ambas naciones pueda dar lugar a nuevas iniciativas de transporte que sean igualmente eficientes y sostenibles. Mientras tanto, recordamos con admiración y gratitud la visión y el ingenio de los Hermanos Clark, cuya obra perdura como un testimonio permanente de que la conexión eficiente entre naciones es posible.